"D¨¦tente" y expansi¨®n militar
En un estado que invierte alrededor del 15 por 100 de su producto bruto en armamento, seg¨²n datos del Pent¨¢gono, las palabras de ?detente? resultan, por lo menos, un tanto sospechosas. Esta es la tesis del experto militar brit¨¢nico, lord Chalfont, y del profesor Goure, consejero del gobierno norteamericano para la Defensa Civil, quienes acaban de publicar sendos estudios sobre la actual expansi¨®n militar sovi¨¦tica. Tambi¨¦n lo es, entre otros, la del general Haig, comandante supremo de las fuerzas del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN), la del ministro de defensa alem¨¢n, Georg Leber, y la de sus colegas belga y norteamericano, Vanden Boeynants y Donald Rumsfeld, respectivamente. ?El esfuerzo continuo del potencial militar de la URSS -dijo recientemente Rumsfeld- ha privado a los Estados Unidos de la supremac¨ªa que detentaron en los ¨²ltimos quince a?os?.En el curso de estos d¨ªas, el robo, en favor de ?una potencia del Este? -la URSS seguramente-, de los planos del avi¨®n ?Tornado?, el avi¨®n de combate m¨¢s potente y ultrasecreto concebido hasta ahora para la OTAN -un robo cuyos alcances a¨²n se desconocen-, ha provocado en toda Europa una nueva ola de alarma. Los miembros europeos de la Alianza se sienten hoy literalmente ?desguarnecidos? frente a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que adem¨¢s de dedicar su esfuerzo a producir su propio armamento -as¨ª lo se?al¨® Leber al conocerse la detenci¨®n en Alemania del esp¨ªa belga comprometido en el ?affaire? del ?Tornado?- est¨¢n lanzando al oeste de Europa docenas y hasta cientos de millones de d¨®lares para apropiarse de la tecnolog¨ªa militar de Occidente.
T¨¢ctica doble
La URSS parece estar siguiendo, en este aspecto, una t¨¢ctica pol¨ªtica y diplom¨¢tica con una doble vertiente: por un lado, como el propio se?or Brezhnev lo reconoci¨® durante el XXV Congreso del Partido Comunista de la URSS, en marzo pasado, la industria pesada rusa, que en buena medida es la industria de guerra, constituye desde hace muchos a?os el pilar fundamental de la econom¨ªa sovi¨¦tica, en detrimento de la industria liviana -consumo popular-, que apenas ha crecido, en terminos reales, en un 5 por 100 respecto a 1974; por el otro, Mosc¨² se muestra el m¨¢s entusiasta campe¨®n de la ?detente?, y no ahorra esfuerzos en lo que el canciller Schmidt, en una famosa carta al presidente Ford, a principios de este a?o, calific¨® de ?campa?a psicol¨®gica contra Washington?, una campa?a que segun el canciller no s¨®lo tiende a ?distanciar a Europa de los Estados Unidos?, sino tambi¨¦n a alejar a la Casa Blanca de sus consejeros militares. En este sentido conviene prestar atenci¨®n a la reaci¨®n de los ¨®rganos informativos sovi¨¦ticos ante la designaci¨®n del se?or Ford como candidato republicano a las elecciones, el jueves pasado. En un comentario, Pravda, ¨®rgano oficial del Partido Comunista, apunt¨® que Ford es un ?mal menor? frente al ?extremismo de Reagan?, y al mismo tiempo puso de relieve las ?contradicciones? de la pol¨ªtica exterior norteamericana. ?El programa republicano -afirm¨® Pravda- recoge las teor¨ªas de la guerra fr¨ªa, en especial el pretexto de la amenaza comunista para justificar la carrera armamentista y el principio de la supremac¨ªa militar de los Estados Unidos, bajo la vieja consigna de que la potencia militar es el camino hacia la paz?.
Maniobras militares
No obstante, 24 horas despu¨¦s de esta declaraci¨®n se registraron tres hechos significativos, que han contribuido a aumentar las aprensiones europeas. El viernes 21, 35.000 soldados del ej¨¦rcito sovi¨¦tico, polaco, checoslovaco y alem¨¢n del Este, iniciaron en Polonia los preparativos de unas maniobras militares que, aunque de ?rutina? han sorprendido por el n¨²mero de tropas a emplear y por su envergadura log¨ªstica. Los ?supuestos t¨¢cticos? de estas maniobras -indic¨® la agencia Pap- se efectuar¨¢n entre el 9 y el 16 de septiembre en las regiones de Szczecin (antes Stettin) y Wroclaw (Breslau), es decir, alrededor de uno de los ?nudos? clave del sistema de comunicaciones militares establecido por la Uni¨®n Sovi¨¦tica en territorio del Pacto de Varsovia. Aunque la URSS y sus aliados han explicado que este despliegue, denominado ?Escudo 76?, tiene ¨²nicamente la finalidad de adiestrar, con un ?cometido defensivo?, sus medios terrestres, a¨¦reos y acorazados de combate, algunos t¨¦cnicos militares de Austria y Alemania Federal sostienen que se trata de un ensayo ?ofensivo?.
Paralelamente, la prensa belga public¨® unas declaraciones del general Haig sobre la instalaci¨®n en Europa, por parte de la URSS, de un nuevo tipo de misiles con cabezas m¨²ltiples, los SS x-20, que se distinguen por su extraordinaria movilidad para detectar y atacar objetivos enemigos.
El jefe de la OTAN dijo que la URSS posee tambi¨¦n una pieza de artiller¨ªa autotransportada de 152 mm., con capacidad para disparar obuses nucleares. Este nuevo ca?¨®n se probar¨ªa, seg¨²n la OTAN, durante las maniobras del Pacto de Varsovia en Polonia. ?Si la Alianza no mejora su armamento cl¨¢sico -opin¨® Haig-, se ver¨¢ obligada a recurrir a las armas nucleares en caso de guerra?.
Estos dos hechos coincidieron con el anuncio hecho por la Uni¨®n Sovi¨¦tica a Uganda de que incrementar¨¢ su cooperaci¨®n militar con el r¨¦gimen de Idi Amin. La prensa brit¨¢nica asegura que la iniciativa de Mosc¨² tiene el prop¨®sito de ?preocupar? a los vecinos de Uganda, sobre todo a Kenya. La oferta sovi¨¦tica se conoci¨® luego de una entrevista que el encargado de negocios de la URSS en Kampala mantuvo con Amin. Tras los disturbios universitarios en Kampala, hace 15 d¨ªas, y las fricciones entre Uganda y Kenya, que pusieron en peligro la estabilidad de la dictadura del pintoresco Amin, ¨¦ste envi¨® a su hijo a estudiar a Mosc¨². El equipo militar de Uganda es, en su casi totalidad, sovi¨¦tico, pero el dictador quiere ahora renovarlo. Se estima que el valor de la ?cooperaci¨®n? sovi¨¦tica oscilar¨¢ entre los 70 y los 110 millones de d¨®lares, eso s¨®lo en la ?primera etapa? de un proyecto de rearme que ?har¨¢ de Uganda -as¨ª lo anticip¨® el mismo Amin-la naci¨®n m¨¢s fuerte? del Africa oriental.
De acuerdo con informaciones difundidas por los norteamericanos, que Mosc¨² no ha desmentido, la Uni¨®n Sovi¨¦tica gast¨® en 1975 2.250 millones de d¨®lares en proporcionar armamento moderno a los pa¨ªses africanos, y eso sin contar las ventas realizadas a Siria y a Irak, ni el costo del mantenimiento log¨ªstico de las fuerzas cubanas en Angola. En la OTAN se estima que la expansi¨®n militar sovi¨¦tica en Africa ha obligado a Mosc¨² a desembolsar, en tres a?os, m¨¢s de 15.000 millones de d¨®lares. Entretanto, su cooperaci¨®n econ¨®mica y tecnol¨®gica fue del orden de los 850 millones de d¨®lares. En este momento hay soldados cubanos -Fidel Castro acaba de recibir el t¨ªtulo de ?libertador de Angola?-, no s¨®lo en territorio angole?o, sino tambi¨¦n en Uganda, Cabo Verde, Guinea-Bissau, las otras dos Guineas, Argelia y Mozambique. La expansi¨®n militar exclusivamente sovi¨¦tica. por medio de ?t¨¦cnicos?, ?consejeros? o bases, alcanza tambi¨¦n a Somalia, Libia, Yemen, Siria, Irak y Argelia, donde cuenta con facilidades para su nota. En las ¨²ltimas semanas se habr¨ªa detectado en Libia la presencia de 6.000 carros de combate rusos. Por su parte, Egipto, que desde la guerra de octubre de 1973 se ha ido apartando paulatinamente de la ¨®rbita sovi¨¦tica, tiene hoy una deuda militar con la URSS de m¨¢s de 7.000 millones de d¨®lares.
El extraordinario avance del poder sovi¨¦tico en Africa y en Europa oriental se ha completado ¨²ltimamente con nuevas penetraciones en el Mediterr¨¢neo y en Am¨¦rica Latina. A mediados de junio el portaaviones ?Kiev? cruz¨® el B¨®sforo y los Dardanelos y se intern¨® en el Mediterr¨¢neo central, que le estaba vedado a la flota sovi¨¦tica por los acuerdos de 1936. Anteayer, fuentes norteamericanas anunciaron que el gobierno peruano adquirir¨ªa 36 cazabombarderos rusos ¨²ltimo modelo, luego de varios meses de negociaciones que concluyeron, a principios de julio, con la visita secreta a Lima de una delegaci¨®n militar sovi¨¦tica. Los aparatos rusos ?Sukkoi-22? le costar¨¢n al Per¨² 250 millones de d¨®lares. En 1973 el gobierno de Velazco Alvarado adquiri¨® a la URSS 200 tanques ?T55x?. El contrato de los ?Sukkoi-22? representa la compra de armamento m¨¢s importante llevada a cabo por un pa¨ªs latinoamericano desde el fin de la segunda guerra mundial.
Ante este panorama, no es sorprendente que los analistas de la OTAN se muestren cada d¨ªa m¨¢s inquietos, puesto que el desarrollo b¨¦lico en ?frica y en el Mediterr¨¢neo hace a¨²n m¨¢s significativa la capacidad militar de la URSS y del Pacto de Varsovia en Europa Oriental: 58 divisiones, contra s¨®lo 27 de la OTAN, y 19.000 carros de combate, frente a 6.100. El propio Kissinger, que comparte con el se?or Breznev las responsabilidades -y los intereses- de la ?detente?, lleg¨® a decir, durante una de las ¨²ltimas reuniones de la OTAN, que, los Estados Unidos ?ya no est¨¢n en condiciones de garantizar la imposibilidad de ¨¦xito parcial de una ofensiva sovi¨¦tica en Europa?, a consecuencia de la cual -a?adi¨®-, podr¨ªa ?reaparecer en el cuadro estrat¨¦gico mundial, el espectro at¨®mico?.
Tal punto de vista se parece bastante al de Pek¨ªn, que no cesa de advertir, tanto a Washington como a Bruselas, sobre los peligros que entra?a el deseo de Mosc¨² de ampliar su ?gigantesca esfera de influencia?. Ya en 1973, en un discurso pronunciado durante el X Congreso del Partido Comunista Chino, Chu En Lai se?al¨® que ?la URSS finge atacar al Este (a China) para poder acabar mejor con Occidente?. El peligro de una guerra -siguen subrayando hoy los dirigentes de Pek¨ªn- es cada vez mayor, debido a la ?pol¨ªtica de apaciguamiento? que practican las naciones occidentales en relacci¨®n con la URSS, con la esperanza, muy poco realista -sugieren- de lanzar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica contra China. A su turno, la Uni¨®n Sovi¨¦tica justifica su carrera armamentista con la que en igual sentido corre la OTAN, tambi¨¦n notable, a pesar del pesimismo del general Haig y del Pent¨¢gono. En verdad resulta dif¨ªcil saber si la URSS se arma por miedo o por af¨¢n de conquista, pero lo cierto es que, -como lo expres¨® la se?ora Thacher, lider de los ?tories? brit¨¢nicos- ?Mosc¨² est¨¢ hoy, m¨¢s que nunca, al pie del ca?¨®n?.
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