"Ni paz ni estabilidad hasta la independencia total"
Acomodados en jaimas, las tiendas de campa?a t¨ªpicas que constituyen toda la vivienda del n¨®mada del desierto sahariano, con temperaturas de m¨¢s de 50 grados y un inoportuno siroco, ese irresistible viento arenoso del desierto, hemos asistido a la inauguraci¨®n del III Congreso del Frente Popular para la Liberaci¨®n del Sahara y R¨ªo de Oro (Frente Polisario).Mahfud Larusi, secretario general provisional del F. Polisario, al inaugurar el Congreso, el jueves, traz¨® una panor¨¢mica general de los cambios ocurridos en el problema del Sahara occidental desde el II Congreso en noviembre de 1974. Estos se sintetizan, seg¨²n explic¨®, en el paso del enfrentamiento a la colonizaci¨®n espa?ola al de la lucha contra Marruecos y Mauritania, beneficiarios del acuerdo tripartito de Madrid, de noviembre de 1975.
El F. Polisario se propone rehacer a lo largo de este III Congreso, que durar¨¢ probablemente hasta el lunes, toda su estrategia futura. El acuerdo tripartito de Madrid les cogi¨® totalmente por sorpresa. De la expectativa de una lucha pol¨ªtica, tuvieron que pasar a improvisar rapidamente una lucha armada. En las circunstancias presentes, s¨®lo se puede llegar a la liberaci¨®n del territorio con la guerra contra Marruecos y Mauritania.
El F. Polisario tiene tambi¨¦n otros graves problemas, en particular los que le plantean los refugiados saharauis y las caracter¨ªsticas propias del terreno. Los refugiados, que algunos ya estiman hoy en m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n del Sahara, est¨¢n sometidos a una doble amenaza: la que representa las condiciones infrahumanas -en que viven -ocho de cada diez ni?os reci¨¦n nacidos mueren- y a la posibilidad, que el F. Polisario no descarta, de un ataque marroqu¨ª contra los campamentos. Esta emigraci¨®n, por otra parte, priva al Polisario del apoyo local imprescindible para toda guerrilla que aspira a firmarse geogr¨¢ficamente.
En los pocos d¨ªas que hemos pasado con los saharauis, en pleno desierto, hemos podido comprobar que el resurgir de este pueblo se inscribe definitivamente en la emergencia del mundo que ya hemos clasificado en cuarto lugar. Entre ellos, como entre los otros pa¨ªses de ese, s¨²per subdesarrollo, se perfila una evocaci¨®n del futuro con formas igualitarias de convivencia.
O¨ªr de boca de estos hombres, surgidos de la arena, cuyo lujo mayor es un trago de agua prolongado, predecir la ca¨ªda del Occidente colonial, las multinacionales y los imperios, en medio de un desierto en donde sobrevivir diariamente es una aut¨¦ntica aventura, puede parecer totalmente irreal.
Junto a los delegados del Congreso nacional popular saharaui (antigua Yema¨¢), delegados del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n del Sahara, y las Uniones de Mujeres, obreras y estudiantes saharauis, se han sentado, sin embargo, en esa sesi¨®n inaugural unas 50 delegaciones, entre ellas la de la Comisi¨®n Internacional de los Derechos Humanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.