Locales "pop": otras voces y otros ¨¢mbitos
Cualquier tiempo pasado fue casi igual en la m¨²sica ligera, sobre todo cuando se comienza a hablar de fen¨®menos populares cuidadosamente lanzados al gran p¨²blico y ya alejados del instante y el c¨ªrculo que los crearon. El rock, el pop, el underground..., todos fueron sistem¨¢ticamente pasados por el tamiz de la industria, y convertidos en florecientes negocios en los que la m¨²sica pasaba a ocupar un lugar secundario.Lo que est¨¢ pasando ahora es sin duda la disco music. Nada m¨¢s f¨¢cil de definir: ?la m¨²sica que se escucha en los locales llamados disco?. Estos locales, llamados disco, son sencillamente discotecas, o, m¨¢s sofisticadamente, discoth¨¨que, inventados en Par¨ªs en los a?os sesenta reci¨¦n comenzados.
Desde el nacimiento del rock, los negociantes volanderos a su alrededor intentaron prolongar el fen¨®meno discogr¨¢fico que supuso la espectacular salida de Elvis Presley. Evidentemente, el rock en aquella ¨¦poca no ten¨ªa salida en los escenarios de Las Vegas o en los elegantes clubs de Londres y Par¨ªs. Aquellas pistas relucientes no eran el sitio ideal para bailar el rock. Dos hombres ofrecieron soluciones: uno fue el disc-jockey y creador de la palabra rock. Alan Freed, y el otro el presentador de televisi¨®n, Dick Clark. El primero propugn¨® las grandes reuniones al aire libre o en estadios de f¨²tbol, que acog¨ªan a las multitudes de j¨®venes. A pesar de que el rock ya era una locura, las giras eran terribles porque la organizaci¨®n no era adecuada y se contrataban actuaciones en ciudades demasiado alejadas, con el consiguiente riesgo y cansancio. Ambos diezmaron las huestes del rock de aquellos tiempos. Varios de los m¨¢s famosos murieron y otros quedaron inutilizados f¨ªsicamente o demasiado impresionados ps¨ªquicamente para continuar manteniendo un estrellato. La siguiente f¨®rmula, la de Dick Clark se basaba en la popularidad arrasadora que da la televisi¨®n, y, aunque manten¨ªa los mismos lugares de actuaci¨®n, estadios y locales al aire libre, cambiaba la f¨®rmula de organizaci¨®n. La gran caravana de la m¨²sica se desplazaba en c¨®modos autobuses y llegaba pueblo a pueblo, cercanas distancias, complaciendo al ya absolutamente mayoritario p¨²blico del rock y el pop.
Evasi¨®n
Esta evasi¨®n de los grandes centros de poblaci¨®n por parte de las estrellas del p¨²blico juvenil hizo surgir la reacci¨®n. All¨¢ donde no se pod¨ªa presentar una gran figura, cara al p¨²blico, o donde los desconocidos no llenaban en local, comenzaron a pensar en nuevas formas de distraer y atraer al p¨²blico. La f¨®rmula fue descubierta en Francia y tom¨® el nombre de discoth¨¨que. El artista se presentaba en mil lugares al d¨ªa, gracias al disco; sobre todo gracias a la perfecci¨®n de los equipos de reproducci¨®n sonora, que ya alcanzaban unos grados de perfecci¨®n extraordinarios. Nueva York acogi¨® inmediatamente la f¨®rmula francesa y su primer local de este tipo, all¨¢ por el a?o 1961 fue el local titulado, homenaje o referencia, Le Club. En aquellos instantes, la locura del twist convocaba ya, en el famoso Peppermint Lounge, a toda la nueva aristocracia del beautiful people (Tennessee Williams, los duques de Bedford, Elsa Maxwell, Margot Fontenyn, etc¨¦tera). Los intelectuales y oficialmente famosos se acercaban, por vez primera, al mundo de lo pop m¨¢s suave y menos agresivo que el violento rock and roll.La discoteca era c¨ªrculo de elegidos y gente bien, pero que con la vista del buen negociante se iba ampliando con vertiginosa aceleraci¨®n a todas las capas sociales. Hoy d¨ªa en Espa?a, pueblos que no tienen su farmacia o su cine, no echan en falta su discoteca. En Estados Unidos en 1964 hab¨ªa ya m¨¢s de 5.000 discotecas, de las que las m¨¢s famosas fueron Cheetah, Electric Circus, Arthur... En Londres ten¨ªan tir¨®n el Speakeasy y Scene. Por su parte los parisienses inventores, frecuentaban Chez Regine, Castell, Le Billboquect, etc¨¦tera. A Espa?a lleg¨® algo m¨¢s tarde la invasi¨®n, pero fue perfectamente orquestada, y, unida al movimiento tur¨ªstico, se convirti¨® en uno de los lugares del mundo donde la discoteca alcanz¨® niveles de mayor ¨¦xito popular y de mayor alcance ornamental. En Madrid, Piccadilly y J. J. cubrieron los a?os 67 al 71 en olor de multitud, mientras ocurr¨ªa lo mismo en Barcelona con el 2.000 y el Boccaccio. En la costa se mov¨ªan la serie de Barbarellas, y sobre todo, en Benidorm el Cap 3.000 era la discoteca m¨¢s espectacular de Europa.
Muerte
La propia ansia de expansi¨®n y crecimiento mat¨® a la discoteca, haci¨¦ndola olvidar su f¨®rmula ideal: p¨²blico exclusivo, y m¨²sica pretendidamente sofisticada. Ya en las discotecas cab¨ªan 3.000 personas, el trato era socializado y el af¨¢n de grandeza y de ganancias de los propietarios les llevaba a solicitar de nuevo la presencia de grupos que actuaran en directo. El negocio ha continuado, porque queda mucho p¨²blico por pisar el lugar donde hace a?os estaban sus ¨ªdolos, pero la sensaci¨®n, la inquietante actualidad fue desapareciendo. Y hab¨ªa que inventar nuevas f¨®rmulas.Pero eso no es nada f¨¢cil y, como dec¨ªamos, cualquier tiempo pasado fue casi igual en la m¨²sica ligera, as¨ª que se decidieron a repetir el hallazgo de principios de los sesenta, volviendo a las fuentes, eliminando las impurezas que ellos mismos hab¨ªan a?adido al descubrimiento, y simplemente cambiando el nombre de los locales. Pero tampoco hab¨ªa que cambiar mucho. Bast¨® con reducir su longitud, lo cual eliminaba tambi¨¦n la dificultad de su pronunciaci¨®n, sin perder la ra¨ªz francesa y su esnobismo. En resumen, a los viejos locales con caras nuevas les llaman disco (pronunciado en franc¨¦s, con acento en la o). El sonido Filadelfia, entonces en boga, fue usado como slogan musical, algo as¨ª como el twist en los viejos tiempos. La semana pr¨®xima nos ocuparemos de esta nueva f¨®rmula y de su repercusi¨®n actual en el mundo de la m¨²sica ligera y el espect¨¢culo. S¨®lo querr¨ªa, antes, recordar una cifra: s¨®lo en Estados Unidos las disco mueven una cantidad aproximada de 250.000 millones de pesetas.
Babelia
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