Cine y televisi¨®n: nuevos intercambios

Cine y televisi¨®n han acabado por encontrarse y establecer una fruct¨ªfera colaboraci¨®n -cuando los profetas agoreros preconizaban hace todav¨ªa pocos a?os una lucha a muerte entre ambos medios-, y basta analizar las listas de cualquier emisora para advertir una gran proporci¨®n de programas filmados en relaci¨®n con los emitidos en directo o grabados en video, sin hablar de los largometrajes, cuya carrera comercial ha terminado y son adquiridos para su pase en televisi¨®n.Los productores han dado un paso adelante y ruedan directamente pel¨ªculas para la peque?a pantalla, aunque podr¨ªan ser vistas tambi¨¦n en salas de no mediar contratos que lo impiden, porque la diferencia entre ¨¦stas y los filmes habituales no radica en el soporte, sino en la forma de dis-

No es raro que las im¨¢genes se compongan teniendo en cuenta, tambi¨¦n, las exigencias de su pase posterior por televisi¨®n, ya que los formatos respectivos son muy diferentes.

La gama de intercambios mutuos entre estos medios multitudinarios se ha visto enriquecida, ¨²ltimamente, por nuevos ?hallazgos?. Por un lado, encontramos la oferta de la CBS a los productores de El padrino para refundir las dos partes estrenadas hasta ahora con el material desechado en el montaje, en un serial de nueve horas de duraci¨®n, que se llamar¨ªa La historia de la familia Corleone. No s¨¦ si el encargo ha sido aceptado, pero, si se lleva a cabo, ser¨ªa muy interesante compararlo con los filmes originales para apreciar las posibilidades derivadas de un aprovechamiento integral del material f¨ªlmico, dentro de unos m¨¢rgenes durativos impensables en el espect¨¢culo cinematogr¨¢fico normal. Si el procedimiento se extiende a otros t¨ªtulos triunfadores -en vez de limitarse a la simple reposici¨®n televisiva-, podemos esperar una remodelaci¨®n completa de las bases narrativas del cine con una capacidad temporal m¨¢s extensa que la actual.

El otro ?invento? al que me refer¨ªa es el rodaje simult¨¢neo para ambos medios, con una selecci¨®n reducida del metraje total para la pel¨ªcula cinematogr¨¢fica y un empleo m¨¢s generoso y amplio para su pase en televisi¨®n fraccionado en varios episodios. Un buen ejemplo es La isla misteriosa, dirigida por Juan Antonio Bardem y Henri Colpi -?en qu¨¦ proporciones?- seg¨²n el c¨¦lebre relato de Julio Verne. El filme fue estrenado en nuestro pa¨ªs, con una duraci¨®n normal, pero los cinco cap¨ªtulos contemplados en TVE pueden totalizar algunas horas. Si estos sistemas mixtos se institucionalizan, en lugar de ser ocasionales, se llegar¨¢ a un enriquecimiento expresivo, siempre que no se haga a costa de los profesionales interesados. Multiplicar las obras y los mercados obliga, simult¨¢neamente, a subir los sueldos y a vigilar con gran escrupulosidad los derechos y deberes de todos los implicados en estos complejos procesos.