Breznev se fortalece para la "batalla de la producci¨®n"

Coincidiendo con la deserci¨®n del piloto sovi¨¦tico Victor Belenko, que entreg¨® en bandeja a los servicios de espionaje occidentales y al Pent¨¢gono el excelente regalo de un Mig 25, el Soviet Supremo de la URSS firmaba los nombramientos de Andropov y Shchelokov como nuevos generales del Ej¨¦rcito Rojo.Yuri Andropov, jefe del KGB, el equivalente a la CIA norteamericana, sube con su nombramiento de general un escal¨®n m¨¢s en la mete¨®rica carrera pol¨ªtica que, de la mano de Breznev, inici¨® en 1966 al ser nombrado jefe del espionaje sovi¨¦tico, y que se consolid¨® en 1973 con su entrada en el Politbur¨®.

Nicolai Shchelokov inici¨® su ascensi¨®n pol¨ªtica tambi¨¦n en 1966, el a?o de la designaci¨®n de Breznev como secretario general del PCUS, e indiscutible n¨²mero uno de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Por encima de su clientela pol¨ªtica con el secretario general, los dos nuevos oficiales tienen en com¨²n con Breznev su amistad intima, los tres son vecinos en la misma casa, el n¨²mero 24 de Kutuzovski Prospekt, y tanto Andropov como Shchelokov dirigen la seguridad interna del pa¨ªs.

En un reciente discurso pronunciado por el ministro de Defensa, Dimitri Ustinov, se habl¨® de racionalizar el servicio militar sovi¨¦tico, adapt¨¢ndolo al nivel cultural de los nuevos soldados, un nivel cultural que implica la toma de conciencia de los problemas econ¨®micos y sociales que tiene planteados el pa¨ªs. As¨ª, sin confirmaci¨®n oficial sovi¨¦tica, el mot¨ªn del Storojevoi, el 8 de noviembre de 1975, tuvo sus causas en la rebeld¨ªa e indisciplina de los j¨®venes marinos y en la necesidad de plantear a escala internacional el problema de las nacionalidades b¨¢lticas (Estonia, Letonia y Lituania), que ya tuvo un antecedente en el mot¨ªn de un submarino nuclear en la base de Riga en 1969.

El caso Belenko ha influido sin duda en el nombramiento de Andropov como general, lo que no es sino reconocer oficialmente el dominio que desde hace a?os ejerce el KGB sobre el GRU (Direcci¨®n Principal del informe Espionaje del Estado Mayor). La fuga de Belenko es un espectacular y costoso error del espionaje militar, que de ahora en adelante estar¨¢ m¨¢s sometido a la KGB.

Shchelokov, jefe de la polic¨ªa uniformada, es un especialista en mantener el orden p¨²blico, como lo demostr¨® en los a?os que ocup¨® el Ministerio del Orden (1966-69). Una cierta ¨®smosis de la labor civil ejercida por Shchelokov se producir¨¢ en las nuevas funciones militares a que ha sido promovido.

La batalla interior

As¨ª, estos dos hombres de Breznev, uno de ellos t¨ªpico exponente de la mafia del Dnieper (EL PAIS del 4 de septiembre pasado), especialistas en la represi¨®n interior, son de una incalculable ayuda para el secretario general, que consolidado en el poder, se dispone a encarar la batalla interior, la batalla de la productividad, que es sin duda el peor enemigo de los dirigentes sovi¨¦ticos.La URSS se enfrenta en la actualidad a la peor cosecha desde 1964, que entonces le cost¨® el puesto a Kruschev y de momento tan s¨®lo a Polianski, enemigo pol¨ªtico del secretario general.

Breznev sabe que el problema de la agricultura es un reto demasiado fuerte, pero en su discurso en Alma-Ata (Rep¨²blica de Kazajia), el pasado d¨ªa 3, dio una lecci¨®n de realismo pol¨ªtico (?la tarea no es f¨¢cil?), y aprovech¨® una simple reuni¨®n de expertos agr¨ªcolas para pregonar con ayuda de toda la prensa y medios de comunicaci¨®n que la batalla actual del pueblo sovi¨¦tico est¨¢ en el campo.

El reto agr¨ªcola ha sido aceptado por el secretario general, que ha hecho de los logros econ¨®micos en el presente a?o una cuesti¨®n personal.

En Alma-Ata, Breznev habl¨® de suministrar maquinaria adecuada y en n¨²mero suficiente a los kolj¨®s y sovj¨®s, as¨ª como preparar t¨¦cnicamente a los cuadros apropiados. Todo esto lleva tiempo y sobre todo, presupuesto.

Ahora, el Ej¨¦rcito tiene un especial orgullo, obtenido bajo el mando de Breznev, es una potencia nuclear; ¨¦xitos en Africa contrarrestan do la influencia china, y una poderosa Armada que recorre todos los oc¨¦anos alardeando de fuerza y prestigio.

Sin embargo, los ¨¦xitos militares sovi¨¦ticos se deben a un presupuesto de defensa elevado. ?Cu¨¢l ser¨ªa la reacci¨®n de los altos mandos sovi¨¦ticos si ese presupuesto se recortase de cara a fortalecer el panorama econ¨®mico? En previsi¨®n de posibles discrepancias, Breznev, que tiene a sus mejores hombres en el Politbur¨® y el Gobierno, fortalece ahora la posici¨®n de Ustinov en el Ej¨¦rcito con dos especialistas de la seguridad estatal, amigos suyos y colaboradores ¨ªntimos, identificados con el lema de que el partido dirija el fusil.