Dos nuevos esc¨¢ndalos por soborno en el horizonte norteamericano
El antiguo presidente de la compa?¨ªa aeron¨¢utica Grumman manifest¨® ayer ante un subcomite del Senado que, en 1972, habla recibido una proposici¨®n de un alto funcionario de la Casa Blanca para que su compa?¨ªa contribuyera con un mill¨®n de d¨®lares a la campa?a electoral de Richard Nixon, a cambio de lo cual la Administraci¨®n republicana influir¨ªa sobre el Gobierno japon¨¦s para que ¨¦ste comprara aviones militares fabricados por la compa?¨ªa.
Thomas Cheatam, antiguo presidente de la Grumman Intemational Inc., identific¨® en su declaraci¨®n al alto funcionario de la Casa Blanca como Richard V. Allen, y a?adi¨® que ¨¦ste le hab¨ªa hecho la proposici¨®n en abril de 1972, mientras paseaban por los pasillos de una oficina gubernamental. Por su parte, Allen desminti¨® categ¨®ricamente est¨¢s acusaciones y dijo que. nunca hab¨ªa hablado con Cheatam sobre contribuciones econ¨®micas a la campa?a electoral de Nixon.Seg¨²n el directivo de la compa?¨ªa aeron¨¢utica, la compra de aviones de reconocimiento E-2C fue recomendada a altos funcionariosjaponeses durante las conversaciones que mantuvieron en Honolulu, en agosto de 1972, el presidente Nixon y el premier japon¨¦s, Kakuei Tanaka. Sin embargo, la venta nunca lleg¨® a realizarse.
Cheatam declar¨® ante el subcomit¨¦ de empresas multinacionales del Senado que Allen le hab¨ªa dicho textualmente que ?la venta de los E-2C vale mucho m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares?. Cheatam respondi¨®, seg¨²n su versi¨®n, que el tema sobrepasaba sus facultades de decisi¨®n y que deb¨ªa consultar con otros ejecutivos de la compa?¨ªa.
Las revelaciones del ex presidente de la Grumman International se produjeron en una audiencia del subcomit¨¦ de empresas multinacionales, que preside el senador Church, en el que se estudiaron las promociones de ventas efectuadas por la compa?¨ªa, en especial en lo referente a la venta de aviones de combate F-14 a Ir¨¢n. Este mismo subcomit¨¦ fue el que investig¨® en su d¨ªa los sobornos efectuados por la compa?¨ªa Lockheed en diversos pa¨ªses, entre ellos Espa?a.
Un comunicado de prensa de la, Grumman, hecho p¨²blico ayer por la tarde, anunci¨® que la empresa, ?nunca contribuy¨® a la campa?a de Nixon, ni a ninguna otra campa?a pol¨ªtica?. Por su parte, el. se?or Cheatam declar¨® que manten¨ªa sus afirmaciones.
El embajador Marshall Green, a quien Cheatam cit¨® como el hombre que recomend¨® a los funcionanos Japoneses la compra del avi¨®n E-2C durante la cumbre de Honolulu de 1972, declar¨® que no se hab¨ªa tratado el tema durante la reuni¨®n y que no hubo presiones de la Casa Blanca para conseguir la venta de este aparato al Jap¨®n.
El subcomit¨¦ Church continuar¨¢ sus investigaciones sobre este. asunto en los pr¨®ximos d¨ªas, en los, que est¨¢ provisto que se cite a declarar a varios ejecutivos de la compa?¨ªa y que se examinen los documentos oficiales de la cumbre de Honolulu.
?Un soborno sueco?
El ministro de Asuntos Exteriores sueco, Sven Anderson, reconoci¨® ayer, en el diario de Estocolmo Dagens Nyheter que entre 1970 y 1973 se hab¨ªan pagado 450.000 d¨®lares al jefe de inteligencia del Ej¨¦rcito del Aire americano, pero se?al¨® que ese dinero era legal y que supon¨ªa el pago de equipo electr¨®nico suministrado por Estados Unidos a Suecia.
La revista izquierdista sueca Folket i Bild hab¨ªa publicado previamente una informaci¨®n en la que se revelaba la existencia de pagos secretos hechos por el Gobierno sueco a un alto militar norteamericano en los primeros, a?os setenta. El militar fue identificado como el general Triantafellu, actualmente retirado, que ocupaba en esas fechas el puesto de jefe de inteligencia de la Air Force.
Ni el Pent¨¢gono ni el propio general, que vive en Arlington, en las afueras de Washington, rechazaron en principio las afirmaciones del semanario sueco, limit¨¢ndose a responder no comment. La prensa norteamericana apunt¨® la posibilidad de que existieran lazos estrechos entre los servicios de inteligencia norteamericanos y los suecos, y que este dinero que fue entregado al general Triantafellu fuera el pago por alg¨²n ?servicio? suministrado por la inteligencia estadounidense.
El asunto coloca en dif¨ªcil situaci¨®n al Gobierno de Olof Palme, a s¨®lo, cinco d¨ªas de las elecciones parlamentarias, que pueden acabar con cuarenta a?os de administraci¨®n socialdem¨®crata. Suecia no pertenece a la OTAN y ha mantenido una pol¨ªtica antiamericana en muchos aspectos, en especial en lo referente a la guerra de Vietnam. Con estos antecedentes, explicar al electorado la vinculaci¨®n entre las organizaciones de inteligencia suecas y norteamericanas y el pago de ?servicios? ser¨¢ bastante dif¨ªcil para Palme, m¨¢xime cuando se revel¨® hoy aqu¨ª que uno de los pagos, hecho en 1972 por el Gobierno sueco. se produjo unos d¨ªas antes de que Palme acusase p¨²blicamente a Estados Unidos de llevar a cabo una ?guerra ecol¨®gica? en Vietnam.
Al parecer, los pagos se hicieron en met¨¢lico por indicaci¨®n de los norteamericanos y se espaciaron de 1970 a 1973, a raz¨®n de uno por a?o. El general Trintafellu se retir¨® en 1972 y los pagos posteriores se efectuaron a su sucesor en el cargo, seg¨²n la revista izquierdista que descubri¨® el affaire. El semanario Folket i Bild afirma tambi¨¦n en su informaci¨®n que agentes suecos entraron subrepticiamente en, la embajada de Egipto en Estocolmo, y que los servicios de inteligencia suecos participaron, junto a los norteamericanos, en operaciones clandestinas en Finlandia.
Los dos ¨²ltimos debates televisados entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos se celebrar¨¢n, en lugares a¨²n indeterminados, los d¨ªas 6 y 22 de octubre, seg¨²n se anunci¨® ayer oficialmente en Washington.
Todav¨ªa no existe fecha concreta para el ¨²nico debate que mantendr¨¢n los aspirantes a la vicepresidencia, Dole y Mondale, pero se anunci¨® que ser¨¢ en alg¨²n d¨ªa de la semana que comienza el 11 de octubre.
El primer debate entre Ford y Carter se celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 23, en el WaInut Street Theatre, de Filadelfia y ser¨¢ televisado en directo a una audiencia estimada en principio en m¨¢s de 70 millones de personas.
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