Persiste la frialdad entre Checoslovaquia y Gran Breta?a

La visita que el ministro checo de Asuntos Exteriores ha hecho a su colega brit¨¢nico ha servido para que ambos pol¨ªticos estudien ciertos aspectos del acuerdo de distensi¨®n firmado hace un a?o en Helsinki por Gobiernos del Este y del Oeste. Durante los tres d¨ªas que ha durado esta visita oficial, se ha puesto en evidencia que ni los a?os ni el acuerdo de Helsinki han hecho desaparecer las tradiciones de la guerra fr¨ªa. Por otra parte, en especial los sectores conservadores ingleses, no olvidan que Checoslovaquia es un pa¨ªs del Este que fue invadido en 1968 por las tropas del Pacto de Varsovia, y que el actual Gobierno es el resultado de aquella invasi¨®n.

Crosland, el titular del Foreign Office brit¨¢nico, le ha dicho a Chnoupek, su visitante, que Gran Breta?a estima que Checoslovaquia no cumple algunos puntos del tratado de Helsinki. Por ejemplo, no estimula el intercambio de informaci¨®n entre los Gobiernos implicados en la ?detente? y restringe la libertad de movimientos de los ciudadanos. En este sentido, sigue sin permitir que checos que tienen familiares muy cercanos en Gran Breta?a, vengan a este pa¨ªs a reunirse con sus parientes. Asimismo, Londres protesta porque el Gobierno de Praga no abre sus fronteras a todos los peri¨®dicos ingleses que quisieran introducirse en aquel mercado.Como resumen, Crosland le ha explicado a Chnoupek que el Gobierno de Gran Breta?a est¨¢ ?decepcionado? con respecto a lo que se ha logrado desde que se firm¨® el acuerdo de Helsinki.

El ministro checo de Exteriores se muestra m¨¢s optimista. Cree que de Helsinki ha salido la voluntad de entendimiento que ha hecho posible esta visita, que fue anulada en dos ocasiones anteriores por el Gobierno conservador de Heath.

Adem¨¢s, esa voluntad se refleja en el establecimiento de una convenci¨®n consular que har¨¢ m¨¢s f¨¢ciles y m¨¢s profundos los contactos entre Gran Breta?a y Checoslovaquia. En cuanto a las alegaciones sobre la dificultad con que se encuentran ciudadanos checos para trasladarse al extranjero, Chnoupek ha prometido que Praga estudiar¨¢ todos los casos y les dar¨¢ la soluci¨®n adecuada. Tomar¨¢ en cuenta, especialmente, los casos de familias checo-brit¨¢nicas, separadas por razones pol¨ªticas.

Un ministro entre comillas

En general, la prensa no ha dedicado mucho espacio a la visita de Chnoupek, a pesar de la campa?a que se ha desatado contra este pol¨ªtico checo. Los ¨²nicos peri¨®dicos que han informado de la estancia del ministro de Exteriores han sido el Daily Telegraph, de derechas, y el Morning Star, comunista. Para el Telegraph, Chnoupek es un ?ministro de Asuntos Exteriores? entre comillas, ?porque realmente la pol¨ªtica exterior checa no se hace en Praga, sino en Mosc¨²?.Chnoupek se ha tenido que enfrentar en Londres con otras bienvenidas igualmente hostiles. Aparte de las acusaciones que se han hecho de que Checoslovaquia surte de armas a los provisionales del IRA, un diputado conservador dice que los diplom¨¢ticos checos que viven en Gran Breta?a han usado su embajada como centro de lo que ¨¦l llama ?operaciones polic¨ªacas? contra residentes en este pa¨ªs. Por otra parte, la novelista Margaret Drabble, una de las m¨¢s prestigiosas escritoras inglesas, se neg¨® a acompa?ar a Chnoupek, que la hab¨ªa invitado a la ¨®pera. Seg¨²n ella, ?el actual ministro de Exteriores de Checoslovaquia fue el responsable de la purga de intelectuales que tuvo lugar despu¨¦s de la primavera de 1968, cuando fue depuesto Dubcek?.