Laboristas y conservadores, de acuerdo sobre la situaci¨®n en el Ulster
El Gobierno laborista y la oposici¨®n conservadora se reunieron ayer para estudiar conjuntamente la situaci¨®n de Irlanda del Norte, sobre la que ambas facciones mantienen posiciones b¨¢sicamente parecidas.Por el Gobierno intervino Roy Mason, el nuevo secretario de Estado para el Ulster. Por la oposici¨®n particip¨® Eric Neave, que es el portavoz conservador para asuntos de aquella provincia. Lo que divide a conservadores y laboristas en este tema es la actitud que el Gobierno actual adopta con respecto a los representantes pol¨ªticos del IRA militante y del UDA, la contrapartida armada del movimiento unionista. Al parecer, miembros del departamento de Irlanda del Norte han venido sosteniendo contactos con portavoces de ambos grupos terroristas, aunque desde febrero tales contactos con el IRA fueron suspendidos. Los conservadores estiman que el Gobierno debe cesar esas conversaciones y concentrar sus esfuerzos en convencer a los pol¨ªticos oficiales para que logren un acuerdo de base, a partir del cual el Ulster pueda retornar a la normalidad. Por lo dem¨¢s, los conservadores estiman que la pol¨ªtica que se viene siguiendo en Irlanda del Norte es la ¨²nica que se puede aplicar all¨ª.
Cuando ellos tomaron el poder, en 1970 mantuvieron el ej¨¦rcito en el territorio. Cuando los laboristas volvieron al Gobierno, en 1974, continuaron apoyando la presencia de los soldados en las calles de Belfast, Londonderry y otros lugares conflictivos del Ulster. Ambas administraciones, por otra parte, se han opuesto a la devoluci¨®n de poderes parlamentarios para el territorio. Ahora el Ulster se rige desde Londres. Hasta que no cese la violencia, opinan conservadores y laboristas, la posibilidad de un gobierno directo de la provincia es muy remota. La petici¨®n conservadora para que el Gobierno cese en sus contactos con el IRA provisinal viene en un momento muy delicado, cuando los cat¨®licos militantes han lanzado un ultim¨¢tum en el que explican que si Gran Breta?a no reinicia negociaciones con ellos, los activistas volver¨¢n a actuar sobre territorio ingl¨¦s, poniendo en pr¨¢ctica una campa?a cuyos detalles parece que ya est¨¢n dise?ados.
El IRA amenaza
El IRA, adem¨¢s, ha lanzado estos d¨ªas otras amenazas hasta ahora hab¨ªa concentrado sus ataques directamente contra miembros de las fuerzas de seguridad que operan en el Ulster. Desde este momento la organizaci¨®n militante republicana anuncia que atentar¨¢ tambi¨¦n contra la vida de los que colaboran de una forma u otra con el ej¨¦rcito y con la polic¨ªa.El gobierno cree que IRA disminuir¨ªa su beligerancia si se retiran paulatinamente las tropas del territorio. En efecto, los provisionales esperan esa retirada, pero no declarar¨¢n el alto el fuego hasta que Londres exprese claramente su compromiso de abandonar en un plazo fijo la presencia militar en el Ulster. En este punto, el Partido Conservador tambi¨¦n se muestra contrario a las intenciones del Gobierno. Para los conservadores, ni es momento de retirar al ej¨¦rcito ni es tiempo de coneder nada a los provisionales.
Por otra parle, la Rep¨²blica del Eire aguarda, mientras el Gobierno laborista parece hallarse entre dos fuegos, uno real y otro dial¨¦ctico. El presidente de Irlanda, O'Dalaigh est¨¢ considerando la constitucionalidad de las leyes antiterroristas propuestas por el Gabinete para combatir al IRA y aprobadas por ambas C¨¢maras parlamentarias.
Hoy se re¨²ne el Consejo de Estado para aconsejar al presidente de la Rep¨²blica sobre la materia. Despu¨¦s de escuchar ese consejo, O'Dalaigh puede pedir el dictamen de la corte suprema de Justicia. En el proceso pueden gastarse algunas semanas. El procedimiento ha sido seguido por el presidente de la Rep¨²blica en otras ocasiones. Por ejemplo, cuando el parlamento aprob¨® una legislaci¨®n que permite a los juzgados del Eire tratar casos, relacionados con incidentes ocurridos en Irlanda del Norte. Esa ley fue finalmente declarada constitucional y firmada por el presidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.