Entre Christo y Venecia
Entre el b¨²lgaro Chr¨ªsto y la Bienal de Venecia, entre el embalaje monumental de,l monumento a Col¨®n y la generosa propuesta, sin dificultad material realizable y sin duda altamente enriquecedora, de que todo lo espa?ol de Venecia se venga pronto a Barcelona, prop¨®sito que de momento encuentra aqu¨ª il¨®gica e insospechada oposici¨®n, la Ciudad Condal perfila la primera etapa de su temporada art¨ªstica 1976-1977.Cerrado va definitivamente el largo par¨¦ntesis veraniego, a nivel expositivo de inusitada actividad en diversas poblaciones del est¨ªo catal¨¢n. queda lejano ya, aunque pr¨®ximo, un curso anterior de? que cabr¨ªa significar, por lo realizado y por sus potencias de futuro, la inauguraci¨®n oficial de la Fundaci¨® Mir¨®, acompa?ada entre otros actos por la exhibici¨®n de casi medio millar de dibujos propios guardados por el m¨¢s internacional de nuestros artistas vivos en su colecci¨®n particular.
Del pasado a?o nos queda iGualmente la ilusi¨®n, frustrada, de poder contemplar el Guernica. Fue deleite imposible, como es bien sabido. Quiz¨¢ en Par¨ªs, con ocasi¨®n de la casi inmediata apertura del Centre National d'Art et de Creation Georges Pompidou, tengan la suerte que aqu¨ª nos fue vedada.
Animados con mejor prop¨®sito que medios y con insistido acento en una did¨¢ctica encarada al mundo escolar, los museos barceloneses, municipales, dieron a conocer parte de sus programas.. Las experiencias previas sirven como aval. Se pretende aunar la teor¨ªa con la contemplaci¨®n directa y razonada de las materias tratadas; se propicia la participaci¨®n directa y, dentro de lo posible; qui¨¦rese que los museos dejen de ser panteones de sabidur¨ªa.
Cuentan tambi¨¦n, dentro del mismo cap¨ªtulo museos sendos proyectos piloto de exhibici¨®n de piezas y se?alizaci¨®n de espacios, el primero referido a la serie Las Meninas, del Museo Picasso, y el restante a la disposici¨®n del Museo de Arte de Catalunya. Sometidos a la consideraci¨®n p¨²blica desde hace tiempo, en fecha pr¨®xima ambos proyectos ser¨¢n sometidos a debate con intervenci¨®n de sus autores. Uniendo estimas y afanes bien compartidos, el mencionado Museo de Arte de Catalunya, al fin, dar¨¢ base a una amplia asociaci¨®n de Amics de l'Arl Romanic.
En la actualidad, con sendas antol¨®gicas en Saint Pau! de Vence Ni Tokio, Antoni T¨¢pies volver¨¢ a su Barcelona con un muy dilatado resumen de su profundo hacer. Se ver¨¢ tambi¨¦n al maestro Torres-Garc¨ªa, una gran muestra de R¨ªcard Canals, compa?ero y amigo que fuera de Nonell y de Pidasso, y una exposici¨®n consa-grada a valiosas piezas del rom¨¢nico y el g¨®tico, recientemente restauradas., adscritas a diferentes fondos p¨²blicos. Los cat¨¢logos se anuncian meticulosamente trabajados.
Una din¨¢mica galer¨ªa comercial, nacida el pasado a?o para lo nuevo, re¨²ne en su cuadra a buen n¨²mero de los mejores experimentalistas del momento. Despu¨¦s de exhibir su producci¨®n, la mostrar¨¢ igualmente por salas extranjeras. En los pagos hispanos el hecho debe ofrecerse comno desacostumbrado.
Una vertiente social del arte, la que acota su comercio, se har¨¢ actualidad barcelonesa a trav¨¦s de ArtExpo-76, certamen ferial al que. entre el 6 y el 14 de noviembre, concurrir¨¢n los m¨¢s destacados galeristas del Estado espa?ol. Y abonando un provincialismo propio de todas las latitudes, obvian los ejemplos al respecto, se supone que no pocas galer¨ªas. como siempre en todas partes, reincidir¨¢n en retrocesos e inutilidades ante la din¨¢mica del hecho art¨ªstico.
Entre el empaquetado del monumento a Col¨®n ideado por Christo y la ofrecida, esperada y necesaria venida de nuestra delegaci¨®n pl¨¢stica en la Bienal de Venecia. Barcelona alz¨® el tel¨®n de la temporada. En programa abierto, tres manifestaciones de arte politizado: Ia dedicada al intelectual gerundense Caries Rahola, fustiado cuando la Guerra civil hab¨ªa terminado, la consagrada al poeta Rafael Albert¨ª y la que tiene por t¨ªtulo Els drets humans, l'amnistia i l'art. Con su oficio, una nutrid¨ªsima relaci¨®n de artistas reivindican la democracia.
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