"Nixon y Watergate no son m¨¢s que s¨ªmbolos de la inmoralidad de un Pa¨ªs''
Despu¨¦s de casi cuatro a?os sin conceder ninguna entrevista personal, Robert Redford, el nuevo astro del cine americano, desmitificador de otros tipos de hombre diametralmente opuestos al suyo, ha abierto la veda. Y lo ha hecho con ocasi¨®n de la presentaci¨®n mundial de su nueva pel¨ªcula, Todos los hombres del presidente, realizada en Par¨ªs la semana pasada. All¨ª estuvo EL PA¨ªS y estas son las declaraciones que de ¨¦l pudo obtener.
?Nixon no es m¨¢s que un s¨ªmbolo de la inmoralidad de un pa¨ªs, que lo mismo puede servir para Am¨¦rica que para cualquier otro?, declar¨® a EL PA?S Robert Redford, productor y principal protagonista de la pel¨ªcula All the President's men, que se estrenar¨¢ en Espa?a a finales del mes de octubre, bajo el t¨ªtulo, traducido literariamente, de Todos los hombres del presidente, basada en el primero de los libros escritos sobre la historia del esc¨¢ndalo Watergate por Bob Woodward y Carl Berstein, los dos periodistas del Washington Post que lograron descubrir las implicaciones de altos funcionarios de la Casa Blanca -llegando hasta el mismo presidente Nixon- en la administraci¨®n de los fondos destinados a la campa?a de reelecci¨®n del presidente, en el a?o 1972.:?Watergate, dice, es ya para muchos americanos y para mucha gente de todo el mundo, la lucha por sobrevivir, por quien detenta el poder, con la misma desesperaci¨®n que pudiera haber en Dunkerque o en la batalla de Waterloo. Pero, a partir de ah¨ª, se ha convertido ya en un s¨ªmbolo de lo que mi pa¨ªs es ahora mismo. Es un punto, tal vez el m¨¢s bajo de toda la historia de los Estados Unidos, demostrativo de la moralidad americana. ?
-?Trata, entonces, la pel¨ªcula de juzgar el sistema de gobierno o las leyes americanas?
-No. Esa, si acaso, ser¨ªa la consecuencia que el espectador pueda sacar de la pel¨ªcula. Nosotros hemos tratado de hacer una pel¨ªcula en la que se cuente la historia de dos periodistas en busca de la noticia, es decir, cuenta la historia de un tipo de periodismo. Todo lo que pasa en la sala de redacci¨®n del Washington Post es claro, di¨¢fano y lo hemos reflejado por medio de una gran cantidad de luz. Sin embargo, todo lo que pasa fuera de esa redacci¨®n no est¨¢ ya tan claro: todo son sombras y contraluces que nada aclaran y que ,Woodward y Berstein tienen que ir desentramando, bajo el tel¨®n de fondo de los grandes edificios del Gobierno, como el departamento del Tesoro, el FBI, el Capitolio, etc¨¦tera. Todos ellos siguen siendo s¨ªmbolos y nada m¨¢s que eso, en los que ocurren cosas oscuras, corrompidas.
Corrupci¨®n
En el curso de la pel¨ªcula los seguidores del Partido Republicano de los Estados Unidos no salen precisamente bien parados: pueden suponer la imagen perfecta de la corrupci¨®n.-?Qu¨¦ es Robert Redford: republicano o dem¨®crata?
-No soy nada. No es que me pueda considerar apol¨ªtico, pero no creo en el sistema de partidos que ahora est¨¢ institucionalizado. Tal vez donde mejor se me pueda incluir sea en el terreno liberal. Sin embargo, con respecto a republicanos y dem¨®cratas, estoy convencido de que hay algunos buenos republicanos y muchos malos dem¨®cratas; pero tambi¨¦n creo que hay algunos buenos dem¨®crata y muchos malos republicanos. Al republicano, por lo general, le mueve el dinero, en tanto que el dem¨®crata se siente atra¨ªdo por el sexo.
En nuestra conversaci¨®n volvemos a tratar del tema Nixon, figura principal de la pel¨ªcula, aunque tan s¨®lo aparezca en ella por medio de secuencias sueltas de la televisi¨®n americana.
-Yo creo que Nixon era el tipo de persona ideal para llegar a ser presidente. Le conoc¨ª cuando ten¨ªa yo catorce a?os, durante una competici¨®n deportiva. Es algo tan vac¨ªo, tan sin propia personalidad que resulta perfecto para tomar como suyo toda la serie de elementos que componen la sociedad. Como hombre no era nada: ni inteligente, ni popular, ni simp¨¢tico, ni moral, ni nada. Era, por tanto, un hombre hecho por el ¨¦xito. Era perfecto.
La historia que cuenta All the President's men es la propia de Watergate pero vista desde la ¨®ptica de los dos periodistas, de su forma de trabajar y de sus logros. Sin embargo, hay un punto que tal vez cinematogr¨¢ficamente sea v¨¢lido, pero que no coincide plenamente con la realidad. Se trata de unas ciertas amenazas de muerte recibidas por los dos periodistas.
Seguir¨¢n
-?No directamente, dice Redford. Las amenazas no se llegaron a producir como tales. Pero, antes de hacer la pel¨ªcula, estuvimos hablando con Woodward y Berstein, para preparar el trabajo a desarrollar. Al preguntarles sobre si, en alguna ocasi¨®n, hab¨ªan tenido miedo nos respondieron que, fundamentalmente, en el momento en que Ronco, el personaje que les va guiando en sus investigaciones, les dice que la vida de todos est¨¢ en peligro. No es que fuera una amenaza real, pero existi¨® en la verdadera historia de Watergate.?-?Cree que seguir¨¢n existiendo esc¨¢ndalos del estilo Watergale?
-Siempre que el poder est¨¦ en manos de una sola persona, s¨ª. Y seguir¨¢n pasando por el simple hecho de que el poder absoluto corrompe todo, es como una especie de borrachera. Pero, aun dentro de esto, estoy convencido de que caminamos hacia una ¨¦poca de mayor normalidad. Creo que Carter ganar¨¢ las elecciones de noviembre porque el pa¨ªs necesita urgentemente de un hombre que sea, cuando menos, m¨¢s moral que sus predecesores.
Sobre el cine se han hecho multitud de especulaciones. ?Es un arte o una industria? ?Qu¨¦ es m¨¢s?
-En el caso de All the Presidents men me gustar¨ªa pensar que se han conjugado las dos cosas. Pero yo creo que el artista, el verdadero artista debe ser el perfecto traductor de la sociedad en la que vive. Es ¨¦l, precisamente, el que puede hacerla mejor. Sin embargo, desde hace unos diez a?os, han llegado al cine americano una serie de personas que se han cre¨ªdo que pod¨ªa enfocarse el tema cinematogr¨¢fico exclusivamente desde el punto de vista de la industria, como una simple forma de hacer dinero. Pero esta intentona no les ha salido bien, por el simple hecho de que, para llevar adelante una industria, se necesita tambi¨¦n de una gran parte del ingrediente ¨¢rt¨ªstico.
-?Qu¨¦ es la prensa para Robert Redford? .
-Un arma de doble filo. Yo mismo he sido, a veces, v¨ªctima de la prensa, bien fuera por sublimaci¨®n, o bien por detracci¨®n. A m¨ª, particularmente, me gusta que cualquiera me pregunte acerca de lo que pienso sobre una cosa. Pero cuando se meten en mi vida privada... Muchas veces se distorsiona lo que uno dice. Pero tambi¨¦n he de estar, sin lugar a dudas, agradecido a la prensa por todo lo que me ha ayudado en ciertos momentos.
-?Cu¨¢nto dinero tiene ahora Robert Redford?
-S¨®lo puedo decir que tengo m¨¢s del que necesito, pero mucho menos del que la gente piensa.
-?Cu¨¢l ser¨ªa la vida perfecta para usted?
-No tengo un concepto absolutamente definido. La vida perfecta es algo as¨ª como la felicidad: creo que no es posible lograrlo totalmente y no se puede planificar. Es algo mucho m¨¢s espont¨¢neo.
-?Cu¨¢l ser¨ªa, pues, su muerte perfecta?
-En esas cosas no se me ocurre ni pensar.
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