Ayala y la conciencia espa?ola
?La producci¨®n sociol¨®gica, como la novel¨ªstica, destaca en sociedades que atraviesan por per¨ªodos cr¨ªticos de conflicto y expansi¨®n en todos los sentidos... Bien se merece un estudio particular el caso de Francisco Ayala, que de catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa ha devenido en patriarca de la novela.? Con estas palabras de no hace a¨²n mucho tiempo. centraba con acierto Amando de Miguel una interesante cuesti¨®n que tiene pendiente la cr¨ªtica filol¨®gica. Se ha se?alado, en efecto, la (necesaria) coherencia que debe existir entre las distintas facetas d¨¦ una personalidad corno la de Ayala, pero hasta ahora nadie parece haberse puesto a probarlo. Quiz¨¢ porque para entender un hecho ha que contar una historia, y las novelas sean historia, sociolog¨ªa y novel¨ªstica, converjan coincidentemente.Pero vengamos ya a la noticia de esta edici¨®n. Francisco Ayala acaba de ser incluido en la n¨®mina de autores hisp¨¢n-icos modernos cuyos escritos acoge Labor. Junto a Blanco Wil¨ªte (B¨¦cquer) o los krausistas. Ocupa as¨ª plaza de entidad en la serie literaria espa?ola.
El rapto
Fragancia de jazmines. Di¨¢logo entre el amor y un viejo, de Francisco Ayala. Edici¨®n de E. Irizarhy. Barcelona. Labor.
Por qu¨¦ entonces no haber esco,ido muestra suya mas sign¨ªficativa que la de los textos editados? Esta ser¨ªa, quiz¨¢, la innegable desaz¨®n que el volumen primeramente suscita.
Ayala recuerda en algo -me parece- a Azor¨ªn. Si las letras de ¨¦ste fueron consideradas primores de lo vulgar, las maneras est¨¦tico-literarias de Ayala representan primores de construcci¨®n en sus formas elocutivas y en los aspectos inventivos. Ambig¨¹edades, iron¨ªas, connotaciones, polarizaciones l¨¦xicas..., lo prueban. Pero quiz¨¢ en este sentido a¨²n haya de estudi¨¢rsele. la cr¨ªtica habla un¨¢nimemente de todo tipo de complejidades en su obra, pero la verdad es que a¨²n no poseemos an¨¢lisis formales detenidos de ella. El autor, adem¨¢s, y de modo expl¨ªcito, confiesa haber intentado sacar el partido posible a la natural ambig¨¹edad del habla, y dejar que el uso idiom¨¢tico de cada persona je delate los interiores de sus situaciones ideol¨®gicas. Un recurso constructivo es coherente con estos designios. En opini¨®n de la editora de los textos, ?el empleo de tantas escenas retrospectivas. m¨¢s que obedecer a un alarde de ingenio tecnico, sirve para mostrar que una experiencia es siempre plurilateral y no es igual para todos?. Composici¨®n literaria -pues- al sercicio de la visi¨®n del mundo transmitida.
?Cu¨¢l es la tem¨¢tica de nuestro autor? Estelle Irizarhy encuentra en estas narraciones la de la frustraci¨®n amorosa, dentro del global sentido problem¨¢tico de la existencia. Pero una y otra vez. al correr de las p¨¢ginas, reaparecen las viejas heridas de la conciencia espa?ola a las que el soci¨®logo Ayala es particularmente sensible: una sociedad primitiva. pre-moderna. es el teatro de nuestra existencia colectiva. Superstici¨®n rural. m¨®ral del honor. la guerra civil, usurpaci¨®n de la libertad ajena, no parecen haber dado paso, ya con el crecimiento (?desarrollo?) econ¨®mico, a actitudes m¨¢s tolerantes y de sentido comunitario y c¨ªvico.
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