Aprobada la pol¨ªtica de autonom¨ªa parlamentaria para Escocia y Gales
El acuerdo mayoritario logrado por el gobierno brit¨¢nico en la conferencia laborista de Blackpool sobre la cuesti¨®n regional no puede tranquilizar a la administraci¨®n. Como ya se ha informado, la asamblea laborista ha aprobado una resoluci¨®n del ejecutivo del partido seg¨²n la cual se apoya la pol¨ªtica devolucionista planteada por el gabinete de Callaghan y se rechaza la idea de un refer¨¦ndum previo para decidir si tal devoluci¨®n debe o no debe hacerse.
El debate no ha terminado porque hay fuerzas laboristas que quiz¨¢ no consigan el apoyo de una asamblea de delegados pero que si pueden conducir a una gran campa?a-nacional que trate de establecer los problemas regionales dentro de una perspectiva m¨¢s amplia.
Curiosamente, las posiciones de esas fuerzas, que en principio se oponen a la devoluci¨®n de poderes parlamentarios, se asemeja a primera vista a las que mantienen conservadores moderados y extremistas, aunque las bases de ambas posturas son muy distintas.
Los conservadores ven en el ?tratado devolucionista? que se les intenta conceder a Escocia y a Gales un peligro inmediato de divisi¨®n total de dos partes vitales del Reino Unido.
Los nacionalistas escoceses, sobre todo, tambi¨¦n lo ven as¨ª, pero para ellos la perspectiva no tiene ning¨²n matiz peyorativo, por supuesto. Los conservadores, de nuevo, ofrecen como alternativa una t¨ªmida devoluci¨®n que conduzca a una cierta autonom¨ªa regional.
Ultimamente, dos pol¨ªticos conservadores con mucha influencia todav¨ªa en el pa¨ªs y en la estrategia de su partido, Edward Heath y lord Home, ambos ex jefes de gobierno, han planteado la posibilidad de convocar un refer¨¦ndum en virtud del cual los escoceses -en este punto, nadie se acuerda de los galeses- den a conocer su opini¨®n sobre la necesidad de mantener o no la unidad de Gran Breta?a.
Posiciones contradictorias
No conviene confundir esa postura con la que adoptan grupos de laboristas opuestos a las proyectadas leyes de devoluci¨®n parlamentaria. Estos laboristas, que ahora han sido derrotados en asamblea, estiman que Gran Breta?a no debe atacar el tema regional tan parcialmente en un momento en que la econom¨ªa total del pa¨ªs est¨¢ en peligro. En todo caso, el gobierno deb¨ªa plantearse una devoluci¨®n sistem¨¢tica de poderes ejecutivos y de planificaci¨®n a las distintas zonas del Reino Unido, y sobre todo a las ¨¢reas deprimidas de Inglaterra. La autonom¨ªa m¨¢s o menos fortalecida de dos regiones determinadas conducir¨ªa, seg¨²n dijo en la conferencia laborista Neil Kinnock, un parlamentario de Gales que milita en la izquierda del partido, a comparaciones y a divisiones dentro del pa¨ªs, que se dirigir¨ªan finalmente contra los responsables del laborismo La situaci¨®n es compleja. Sin duda, el debate regional que ya se ha iniciado no va a ser ¨²nicamente el tema de esta conferencia laborista ni siquiera el de la inmediata sesi¨®n parlamentaria. Va a ser la principal cuesti¨®n a la que se tenga que enfrentar Gran Breta?a en la d¨¦cada pr¨®xima. De esta discusi¨®n podr¨¢ resultar una nueva definici¨®n del pa¨ªs y acaso una nueva geograf¨ªa pol¨ªtica del Reino Unido.
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