La retirada de submarinos de Rota puede crear dificultades con los Estados Unidos

En la ma?ana de ayer regres¨® a Madrid, procedente de Estados Unidos, el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, quien pronunci¨® sendos discursos ante la XXXI Asamblea General de las Naciones Unidas y ante el Consejo de Relaciones Interiores; constituy¨®, junto con el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, el Consejo Hispano-Norteamericano; firm¨® los pactos de derechos civiles y politicos y de derechos econ¨®micos, sociales y culturales; se entrevist¨® con una decena de colegas, especialmente europeos y latinoamericanos, y visit¨® al presidente y al secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos. Pocas horas despu¨¦s de su llegada a Madrid, el se?or Oreja fue recibido por el Rey.

Una de las cl¨¢usulas del TrataJo de Amistad y Cooperaci¨®n entie Espa?a y los Estados Unidos puede crear ciertas dificultades con Norteam¨¦rica, debido.a las consecue,iicias negativas que su cumplimiento pleno podr¨ªa producir. Se trata de la cl¨¢usula que determin¨¢. que Para el 1 de julio de 1979'.el escuadr¨®n de submarinos nucleares basado en Rota habr¨¢ sido retirado enteramente.. Hay motivos para pensar que los planes norteamericanos que iban a hacer posible que esa retirada se hiciese sin da?o alguno al equilibrio estrat¨¦gico no est¨¦n. plenamente desarrollados para. ?esa feodr¨ªan

cha. En ese caso,. se p > . producir presiones sobre Espa?a para prolongar la presencia de lossubmarinos nucleares, hasta el momento en que los planes estuviesen completados.

Todo el. problema gira en torno

al programa de los nuevos submarinos Trident, armados con cohetes bal¨ªsticos capaces de llegar a 4.000 millas de distancia. Este radio de acci¨®n (el doble que el que ahora tienen los cohetes armados en los submarinos Poseidon), permitir¨¢ a los submarinos norteamericanos operar desde aguas pr¨®ximas a las costas de los Estados Unidos, con todas las ventajas que ello representa para el uso m¨¢s intenso del equipo, el sostenimiento de las tripulaciones, la econom¨ªa de sistemas de apoyo y la seguridad que brinda la lejan¨ªa del enemigo potencial. Bases avanzadas como la de Holy Loch, Rota y Hawaii ya no ser¨ªan necesarias y ser¨ªan sustitu¨ªdas, las dos primeras, por una nueva base situada en la costa este de los Estados Unidos, y la ¨²ltima, por otra situada en,la costa oeste.

'El problema es que la base del Pac¨ªfico, en la costa oeste, est¨¢ progresando a buen ritmo, en Bangor, en el estado de Washington, enun puerto natural de aguas muy profundas que permiten la entrada y salida de los submarinos sin posibilidad de observaci¨®n exterior. Pero no se ha tomado decisi¨®n alguna sobre la base Trident del Atl¨¢ntico, aunque existen diversos puertos con cualidades comparables a las de Bangor. En toda esta cuesti¨®n juegan un papel fundamental los problemas del medio ambiente. La resistencia pol¨ªtica de los gobernantes de los estados hu¨¦spedes de una base es comprensible. El senador Jackson, de Washington, se opuso a la construcci¨®n de la base hasta.que se convenci¨® de dos cosas: que era vital para los intereses norteamericanos y que la seguridad de la. naturaleza y de la poblaci¨®n estaba garantizada. La ultimaci¨®n de la base de Bangor habr¨¢ durado en total cuatro a?os; las consideraciones ambientales no han hecho m¨¢s que prolongar los plazos.

Pero en la costa este el medio ambiente es un tema mucho m¨¢s fuerte, debido a la mayor densidad de poblaci¨®n. Y por ¨¦sta y otras razones, la selecci¨®n del lugar no ha pasado de la etapa de la mera consideraci¨®n. Si la nueva base de los Trident no est¨¢ disponible para julio de 1979 (es decir, antes de tres a?os), es l¨®gico prever una petici¨®n al Gobierno espa?ol para la continuaci¨®n de las facilidades a los submarinos Poseidon.

Medios navales del Pent¨¢gonodicen que no es posible hoy en d¨ªa predecir el impacto del programa Trident en la base de Rota. La funci¨®n de la base de Rota, de acuerdo con el tratado, se prolongar¨¢ m¨¢s all¨¢ de 1979, porque seguir¨¢ siendo base de visita y suministro de una de las dos fuerzas navales que los Estados Unidos tienen en el Mediterr¨¢neo, con los portaaviones at¨®micos de gran porte como n¨²cleo central.

En su residencia del palacio de La Zarzuela, don Juan Carlos recibi¨® ayer tarde en despacho al ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, seg¨²n informan fuentes oficiales.

No ha sido dado a conocer el contenido ni la duraci¨®n del despacho. Medios pol¨ªticos consultados por Europa Press creen que el se?or Oreja ha acudido al palacio de La Zarzuela para dar cuenta al Monarca del resultado de su estancia de una semana en Estados Unidos, de donde regres¨® a primeras horas de la ma?ana de hoy.