"Nunca hasta la fecha se ha dado un di¨¢logo m¨¢s fruct¨ªfero entre la Administraci¨®n Central y las provinciales"

Un redactor de El Correo Espa?ol-El Pueblo Vasco, de Bilbao, Fernando Pescador, mantuvo la ¨²ltima y m¨¢s larga conversaci¨®n con Juan Mar¨ªa de Araluce y Villar. A trav¨¦s de la agencia madrile?a Colpisa hemos recibido la extensa entrevista, que ofrecemos reducida en sus p¨¢rrafos m¨¢s interesantes:?Hay ocasiones en que un periodista se siente materialmente despedazado por la violencia de los acontecimientos en los que ¨¦l mismo se ve inmmerso.

Que me perdone el lector si personalizo, pero la circunstancia que narro a continuaci¨®n no me permite otra alternativa: a las dos y diez de la tarde de ayer, don Juan Mar¨ªa de Araluce Villar y el periodista, acompa?ado por nuestra compa?era gr¨¢fica de este peri¨®dico, Beatriz, finalizaban una extensa entrevista sobre el tema del r¨¦gimen especial. Diez minutos despu¨¦s, don Juan Mar¨ªa de Araluce fallec¨ªa.

Respondiendo a la pregunta ?c¨®mo ha acogido el ministro la petici¨®n cursada por la Mesa, tendente a derogar el decreto de 1937?, el se?or Araluce dijo:

?La verdad es que no s¨¦ c¨®mo va a instrumentar el ministro nuestra petici¨®n, pero lo que s¨ª es cierto es que a nosotros -los miembros de la comisi¨®n- lo que nos preocupa es que realmente se ponga remedio a la situaci¨®n. Que no haya s¨®lo declaraci¨®n de principios, porque de ellos ya estamos bien. Y es que la gente, al final, ya est¨¢ diciendo, oiga aqu¨ª todos estamos de acuerdo, pero, y eso, ?con qu¨¦ se come?"

A la pregunta sobre si deb¨ªa restaurarse el R¨¦gimen Econ¨®mico Concertado, el presidente dijo: "En estos momentos no nos sirve el acuerdo de 1926, porque eso ce?ir¨ªa todo el asunto exclusivamente al aspecto econ¨®mico, motivar¨ªa una revisi¨®n de los conceptos impositivos, los cuales han cambiado, y tendr¨ªa, por ¨²ltimo, que establecerse la participaci¨®n cuantificada entre Estado y provincia. Todos estos temas, que son interesantes sin duda, nos han parecido demasiado cortos en el estudio del r¨¦gimen especial, que hemos incorporado problem¨¢ticas mucho m¨¢s avanzadas, cuales son las referentes a los ¨®rganos de Gobierno, competencias, etc¨¦tera. Es decir: nuestro prop¨®sito es mucho m¨¢s ambicioso que cuantificar al mero concierto econ¨®mico. Pero que conste, y de ello no conviene que nos olvidemos, que el establecimiento de un r¨¦gimen especial de la ¨ªndole que nos est¨¢ ocupando no lo tenemos que negociar con nosotros mismos, o sea, con los vascos. Es un r¨¦gimen que tiene que ser presentado a toda la naci¨®n, para que entre ella y nosotros dilucidemos lo que m¨¢s conviene a ambos.

Puedo decirle que nunca, hasta la fecha, se ha dado una posici¨®n de di¨¢logo mas fruct¨ªfero entre la Administraci¨®n central y las administraciones provinciales de Vizcaya y Guip¨²zcoa que con motivo de la negociaci¨®n de este r¨¦gimen especial."

Y concluye el periodista:

?Cuando nos desped¨ªamos del se?or Araluce, ¨¦ste nos hac¨ªa entrega de una fotocopia que reproduc¨ªa su moci¨®n presentada ante la Comisi¨®n de Gobernaci¨®n de las Cortes espa?olas, con fecha del 1 de julio de 1975. Habla de la derogaci¨®n del decreto.

Lo curioso, lo espeluznante del caso, es que, al entreg¨¢rmela, el se?or Araluce me dijo: "Gu¨¢rdela, quiz¨¢s en el futuro pueda presentarla a sus nietos como un documento hist¨®rico."