Paralelismos con Alemania federal y factores de inter¨¦s para Espa?a
Aparentemente nada ha cambiado en el rompecabezas belga tras las elecciones del domingo. El espectro pol¨ªtico del pa¨ªs permanece, al decir de los comentaristas, igual que antes. Como sucedi¨® en Alemania Federal hace algo m¨¢s de una semana, la coalici¨®n gubernamental se mantiene, la pol¨ªtica exterior no variar¨¢ y ciertas reformas que algunos consideraban urgentes quedar¨¢n aplazadas para las elecciones generales, dentro de un a?o y medio.Sin embargo, como sucedi¨® tambi¨¦n en Alemania pueden detectarse ciertos cambios en profundidad que, en el futuro, podr¨ªan a su vez ser significativos.
En primer lugar, fracasaron estrepitosamente quienes pretend¨ªan convertir estas elecciones municipales en una prueba de fuego para el gobierno del se?or Tindemans, es decir, los socialistas. Exactamente igual sucedi¨® en Alemania cuando los democristianos pretend¨ªan tumbar al canciller Schmidt con una votaci¨®n favorable.
Ambos -socialistas en B¨¦lgica y democristianos en Alemania- avanzaron considerablemente en los dos comicios y extremando mucho las cosas podr¨ªa incluso afirmarse que han salido vencedores de la prueba. Pero la coalici¨®n, en los dos pa¨ªses, se mantiene.
Las dos elecciones consagran, pues, el inmovilismo, pero potencian la inestabilidad.
Otro paralelismo que es muy f¨¢cil derivar de ambas elecciones es la extrapolaci¨®n ideol¨®gica y geogr¨¢fica. En Alemania Federal las zonas social-dem¨®cratas y cristiano-dem¨®cratas aparecen ahora claras, el pa¨ªs semeja haber sido dividido en dos mitades, antag¨®nicas, irreconciliables. Semejante fen¨®meno parece haberse dado tambi¨¦n en B¨¦lgica, con todas las reservas que se quiera. Valones y flamencos se presentan claramente definidos por su voto del domingo. Entre los valones, los m¨¢s pobres, los m¨¢s meridionales, debe haberse asentado el socialismo (ya que no la social-democracia). Entre los flamencos la opci¨®n conservadora se ha fortificado. La ¨²nica diferencia con la Rep¨²blica Federal estriba en que el peque?o partido liberal, que tambi¨¦n baj¨® algunos enteros en las elecciones del d¨ªa 3 de octubre, no juega en B¨¦lgica el papel de mediador y componedor amigable. La zona de Bruselas -en donde ganaron los partidos ling¨¹istas y donde perdieron los socialistas- constituye el tercero en discordia, lo que tal vez signifique un hipot¨¦tico nuevo estado federal en caso de que las tesis cantonalistas triunfen dentro de unos meses.
Las diferencias que en Flandes y Valonia se manifiestan tienen para nosotros, espa?oles, una modernidad nada desde?able. La preeminencia del ?voto ling¨¹¨ªstico? sobre el voto ideol¨®gico podr¨ªa imponerse en algunas zonas diferenciadas de nuestro pa¨ªs en el futuro, si es que la proliferaci¨®n de partidos autonomistas no es simple floraci¨®n oto?al.
Hay otro aspecto un tanto desde?ado por los propios comentaristas belgas que, cara a Espa?a, habr¨ªa que destacar, como eje del proceso electoral: la modernizaci¨®n que para la caduca estructura municipal significa reducir a 560 (antes hab¨ªa 2.500) las comunas de todo el pa¨ªs. En un momento en que las necesidades de la poblaci¨®n se multiplican y la administraci¨®n se complica cada d¨ªa m¨¢s. Se han concentrado las antiguas comunas medievales para resolver as¨ª problemas que a t¨ªtulo individual eran irresolubles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.