En febrero, el Ministerio tendr¨¢ cinco mil viviendas sociales m¨¢s
El Ministerio de la Vivienda dispondr¨¢ de 5.467 viviendas sociales, que actualmente est¨¢n en fase de construcci¨®n, para hacer entrega de ellas a quien demuestre necesitarla, a partir de los meses de febrero y, marzo del pr¨®ximo a?o, seg¨²n afirm¨® el director general de la Vivienda, Alejandro Rebollo, durante una rueda de prensa que se celebr¨® en la tarde de ayer para abordar el tema de la falta de este tipo de viviendas en Madrid.
Seg¨²n el propio director general en datos que obran en el Ministerio, la demanda actual de la vivienda social en Madrid se debe a cuatro causas fundamentales: din¨¢mica de la poblaci¨®n, ruina precoz de la edificaci¨®n ya existente. hacinamiento encubierto v chabolismo.La poblaci¨®n madrile?a, seg¨²n la estad¨ªstica del Ayuntamiento, crece a un ritmo del 8 por 100 anual. Por ello se calcula que, para el per¨ªodo 1977-79, en Madrid se necesitar¨¢n del orden de las 11.000 viviendas sociales, correspondientes al 30 por 100 del total de las 33.000 viviendas m¨¢s con que habr¨¢ de contar la ciudad en esos a?os.
Catorce mil novecientas cincuenta viviendas ser¨¢n necesarias en cuanto al cap¨ªtulo de ruina precoz de la edificaci¨®n, consider¨¢ndose ¨¦sta cuando se produce antes de que la casa llegue a cumplir los veinte a?os desde su construcci¨®n. Los motivos que, seg¨²n el director general, llevan a esta situaci¨®n, son el empleo de t¨¦cnicas inadecuadas, un proyecto de construcci¨®n mal realizado o el empleo de malos materiales en ella.
El hacinamiento encubierto se produce por la llegada masiva de gran n¨²mero de gentes a, la ciudad sin tener donde poder vivir. De esta forma, en torno a las grandes ciudades se aglomeran gran n¨²mero de casas en !as que, poco a poco, va aumentando el n¨²mero de sus pobladores, en raz¨®n de la llegada de nuevos miembros de la familia que primero lleg¨® a la capital. En este orden, se estima por el del ministerio en un 10 por 100 el n¨²mero de familias que deben pasar a ocupar nueva vivienda, lo que significa un aumento de la demanda en 3.500 viviendas.
Chabolas
Por ¨²ltimo, el Ministerio clasifica las chabolas existentes en la ciudad en raz¨®n de su estado actual. De esta forma tenemos el siguiente cuadro:- Chabolas aceptables 21.938
- Chabolas malas 8.124
- Chabolas p¨¦simas 2.611
TOTAL 32.733 (chabolas en Madrid)
Para el Ministerio de la Vivienda, chabola aceptable es aquella edificaci¨®n que, sin estar incluida dentro del casco de poblaci¨®n ni edificada de acuerdo con las t¨¦cnicas adecuadas, re¨²ne las suficientes condiciones de salubridad e higiene que garanticen su habitabilidad.
?Hemos de dar prioridad, dijo el director general, a la erradicaci¨®n de aquellas viviendas que est¨¢n en peores condiciones, esto esa las que consideramos como chabolas malas y p¨¦simas?.
Esta estimaci¨®n hace que las necesidades por chabolismo en Madrid, de vivienda social, est¨¦n en el orden de las 10.800. A ello, el propio Ministerio a?ade 5.000 viviendas m¨¢s para absorber los realquilados.
Por todo ello, la necesidad calculada por el Ministerio de la Vivienda en cuanto a vivienda social en Madrid se refiere, arroja la cifra de 45.250.
Soluciones
Las soluciones que el Ministerio se propone abordar, en algunos de cuyos casos han comenzado ya, son:-Expropiaci¨®n de viviendas cedidas en venta por el Instituto Nacional de la Vivienda y que, al no dedicarse por sus propietarios a domicilio habitual y permanente, incumplen e fin para el que fueron construidas. A este respecto, est¨¢ pendiente de aprobaci¨®n por las Cortes el proyecto de ley correspondiente.
- Desahucio administrativo, cuando proceda, de las viviendas que, en resumen de alquiler, fueron entregadas a sus beneficiarios sin que en la actualidad las disfruten. En estos dos casos, se trata de que el Ministerio pueda recuperar las viviendas vac¨ªas que actualmente hay, sin que para ello exista causa que lo justifique.
-Por otra parte, est¨¢n en fase de construcci¨®n 5.467 viviendas en Alcal¨¢ de Henares, Torrej¨®n de Ardoz, Canillejas, Aranjuez y Entrev¨ªas.
- En fase de iniciaci¨®n de obras est¨¢n otras 7.596 viviendas en Fontarr¨®n. Palomeras Sureste, Meseta de Orcasitas, Santa Mar¨ªa Reina y Santa Ana.
- Por ¨²ltimo, hay 2.470 viviendas que est¨¢n pendientes de ejecuci¨®n a la posible cesi¨®n de terrenos por parte del Ayuntamiento de Madrid. Estas viviendas estar¨ªan enclavadas en Entrev¨ªas, Carmen, Garc¨ªa Noblejas, Pol¨ªgono X, La Ventilla y barrio del Aeropuerto.
Hortaleza
Con respecto al caso de los desahucios que se han promovido en la Unidad Nacional de Absorci¨®n de Hortaleza, el delegado del Ministerio en Madrid, Rafael S¨¢nchez Castillo, tambi¨¦n presente en la rueda, afirm¨® que ya hay cuatro casos de casas vac¨ªas en esa zona que han sido absolutamente aceptados por los vecinos y que se siguen revisando los casos que a¨²n permanecen pendientes. Referente al malestar existente en esta UVA con el administrador ministerial, sobre todo en este caso, en el que parece que su actuaci¨®n no se ha visto presidida por la escrupulosidad, el director general afirm¨®: ?Habr¨¢ medidas disciplinarias en el momento en que se compruebe el grado de responsabilidad que el administrador haya tenido en la UVA ?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.