El "Ballet de Marta Graham" en la Zarzuela

Desde su presentaci¨®n en 1926, Marta Graham, ha contribuido notablemente a la formaci¨®n del ?ballet? contempor¨¢neo, a la creaci¨®n de una conciencia que ha desembocado en lo que hoy se llama, con uso y abuso, ?expresi¨®n corporal?. Las reglas cl¨¢sicas de la danza se rompen en la mentalidad de la Graham de quien vienen a declararse disc¨ªpulos algunos protagonistas de la coreograf¨ªa actual.Sucede, incluso, que a partir de las ideas de Marta Graham -sin olvidar con las que desarrollaban simult¨¢neamente en Europa otras personalidades como Mary Wigmann- la danza de nuestro tiempo ha experimentado un tan formidable desarrollo que contemplar una de sus m¨¢s importantes ?fuentes? constituye una lecci¨®n adem¨¢s de un placer est¨¦tico, bien lo hemos podido comprobar en una pieza como ?The Palain of Prayer?, sobre una muy fea m¨²sica de Lester o en ?Errand into the Maze? sobre partitura no menos fea de Gian-Carlo Menotti. Lo m¨¢s bello, desde el punto de vista musical, ha sido la sentimental y ?demod¨¦? m¨²sica de Norman Dello Joio, sobre la que se danza ?Diversion of Angels?. Ha de advertirse que para Marta Graham, en su entronizaci¨®n totalizadora del ?cuerpo? y el ?gesto? -?los gestos nunca mienten?, afirmaba el padre de la Graham, un conocido psiquiatra-, la m¨²sica funciona muy en segundo plano y el espectador puede incluso olvidarse de ellas si es que autores como los dos primeros citados no se empe?an en que advirtamos su presencia a trav¨¦s de la mortificaci¨®n.

Esta compa?¨ªa de la veterana bailarina y core¨®grafa (nacida en 1893) constituye una de las m¨¢s antiguas formaciones de ?ballet? y es fiel reflejo del talento de su directora. Lo que hizo la pareja protagonista de ?The Palain of Prayer? -Peggi Lyman y Peter Sparling- fue excelente, por armon¨ªa y continuidad del movimiento, por vitalidad siempre dominada y estructurada por una geometr¨ªa m¨¢s amiga de las curvas que de los ¨¢ngulos, por estricto c¨¢lculo de toda combinaci¨®n -incluidos los colores del vestuario- fue de todo punto excelente. Otro tanto podr¨ªa repetirse de Elisa Monte y Tim Wengerd, protagonistas del -?ballet? de Graham-Menotti, en el que como contraste a Ia serenidad casi religiosa del argumento tibetano de la primera pieza, se nos da una visi¨®n m¨¢gica de lo oscuro Y maligno: el hombre en lucha con las fuerzas de la oscuridad. Un festival de luces, juventud, organizaci¨®n coreogr¨¢fica, juego de parejas y conjuntos, expresividad sentimental y sensual: esto es ?Diversi¨®n of Angels?, en cuyo reparto rivalizaron la Lyman, Maloney, Honsey, Newton, Hart y Wengerd.

En conjunto, un espect¨¢culo de alta categor¨ªa y un aut¨¦ntico documento vivo: el de una manera de entender la danza que ha dado lugar a varias y diversificadas corrientes.