El "caso Dassault" se convierte en asunto de Estado

El asunto Dassault parece que definitivamente se ha convertido en un asunto de Estado. El Gobierno, la Administraci¨®n, los partidos pol¨ªticos, desde ayer, entraron de lleno en este juego que, como se recordar¨¢, reposa en las acusaciones del jefe de la contabilidad, Vathaire, del c¨¦lebre industrial aerona¨²tico franc¨¦s, Marcel Dassault, de las que la primera y m¨¢s importanie consiste en el fraude fiscal: durante los ¨²ltimos a?os, las industrias Dassault parece que evitaron el pago de m¨¢s de 22.000 millones de pesetas al fisco. La divulgaci¨®n de las revelaciones de Vathaire (contra su voluntad, afirma el interesado), por medio de la prensa, han dado lugar a que el Gobierno se interese por un asunto sobre el que manten¨ªa un silencio que preocupaba a la opini¨®n. Al mismo tiempo, la justicia, ayer, tambi¨¦n se interes¨® por el se?or Dassault, a quien convoc¨®, como testigo, para declarar en la investigaci¨®n que se abri¨® desde que fue detenido, en agosto ¨²ltimo, su jefe de contabilidad.Ayer, en la Asamblea Nacional, el Partido Socialista pidi¨® la formaci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria para que realizase una encuesta sobre el asunto. El grupo gaullista UDR, al que pertenece Dassault, como diputado del departamento de L'Oise, acto seguido, se uni¨® a la iniciativa socialista, de igual manera que el Partido Radical.

El Ministerio de Finanzas, por su parte, hizo p¨²blica una declaraci¨®n, afirmando que las cuentas de las industrias Dassault hab¨ªan sido revisadas regularmente y que ordenaba otra investigaci¨®n. Paralelamente, autoriz¨® a los dos funcionarios acusados de complicidad con Dassault, para que presentaran una denuncia por difamaci¨®n.

Todo parec¨ªa indicar, ayer, que la formaci¨®n de una comisi¨®n para clarificar el esc¨¢ndalo se llevar¨¢ a cabo. La dimensi¨®n inquietante del asunto, a estas alturas, despu¨¦s de tantas declaraciones y no menos silencios, consiste, a juicio de muchos, en que, probablemente, Dassault sea inocente. Es decir, que el fraude de sus empresas no sea m¨¢s que el resultado de haber sabido jugar todas las posibilidades que permite el sistema fiscal franc¨¦s.