Pedagog¨ªa y pol¨ªtica en Gramsci

Antonio Gramsci (1891-1937) es, sin duda, un agudo y original pensador marxista cuya actividad como es bien sabido, se vio notablemente reducida por haber pasado largos a?os en una c¨¢rcel v¨ªctima del fascismo italiano. Como es tambi¨¦n sabido, la mayor parte de sus escritos son fragmentos (y cartas) redactados en la c¨¢rcel, en dificil¨ªsimas condiciones y sin haber podido consultar las referencias necesarias. Esto hace todav¨ªa mucho m¨¢s valiosos sus sugestivos an¨¢lisis de los fen¨®menos culturales, sociales y pol¨ªticos.En sus largas reflexiones, Gramsci advirti¨® la conexi¨®n entre pedagog¨ªa y pol¨ªtica y se ocup¨® de cuestiones pedag¨®gicas bajo el empuje de dos intereses convergentes: ?el inter¨¦s personal de la paternidad impedida en su realizaci¨®n? (no pudo convivir con sus dos hijos y al segundo ni siquiera lleg¨® a conocerlo) ?y el m¨¢s general de la investigaci¨®n te¨®rico-pr¨¢ctica?, como nos dice en otro lugar Mario Manacorda, que ha seleccionado en este volumen los textos de Gramsci relevantes, a su juicio, para la pedagog¨ªa. Manacorda, que es autor de un libro sobre la pedagog¨ªa gramsciana y otro sobre la pedagog¨ªa de Marx (Marx y la pedagog¨ªa moderna, traducci¨®n castellana, Barcelona, Oikos Tau, 1969) en el que tambi¨¦n se ocupa extensamente de Gramsci, nos presenta en una amplia introducci¨®n el itinerario pedag¨®gico de nuestro autor sus temas principales. Estos son los que aparecen recogidos en los textos del libro agrupados bajo los siguientes ep¨ªgrafes: I) Pedagog¨ªa y pol¨ªtica. II) Las estructuras educativas. III) El principio educativo. IV) Industrialismo y formaci¨®n del hombre, y V) El ?nuevo? intelectualismo. Cada cap¨ªtulo, y cada apartado dentro de ¨¦l lleva a su vez una peque?a presentaci¨®n de Manacorda.

La pedagog¨ªa es, evidentemente, una disciplina muy amplia y una buena parte de las relaciones sociales son relaciones pedag¨®gicas, adem¨¢s los hombres aprenden continuamente y al margen de todo tipo de instituciones. Los textos de Gramsci en la selecci¨®n que ha realizado Manacorda se sit¨²an dentro de esta concepci¨®n amplia le la pedagog¨ªa y muchos de ellos hubieran podido figurar, quiz¨¢ con m¨¢s justicia, en m¨²ltiples antolog¨ªas sobre otros temas, como, por ejemplo, los textos del cap¨ªtulo IV sobre el industrialismo que guardan una relaci¨®n escasa con lo que com¨²nmente se entiende por pedagog¨ªa. Los cap¨ªtulos algo m¨¢s relacionados con los problemas pedag¨®gicos, son el II y el III, pero incluso ah¨ª muchos de los textos son irrelevantes.

Escaso valor

Lo que resulta m¨¢s frustrante para el lector es que el material m¨¢s directamente pedag¨®gico es de escaso valor. La mayor parte de sus consideraciones sobre la escuela son enormemente generales, por no decir triviales; la necesidad de que la escuela sea unitaria, el que ha de ser activa y creativa, son hoy moneda corriente, si no en Ia pr¨¢ctica, s¨ª en las propuestas de los pedagogos, pero tambi¨¦n lo eran hacia 1930, cuando Gramsci escrib¨ªa. Poco pueden hoy aportan sus an¨¢lisis a alguien preocupado por los problemas pedag¨®gicos. En algunos casos sus opiniones rayar en lo incorrecto, como cuando atribuye virtudes a la ense?anza de la gram¨¢tica normativa para mejorar el uso del lenguaje, o cuando sostiene que la l¨®gica se asemeja a la gram¨¢tica m¨¢s que a las matem¨¢ticas, debido a que s¨®lo conoce la l¨®gica escol¨¢stica, etc¨¦tera.Podr¨ªa pensarse que el libro tiene sobre todo un inter¨¦s hist¨®rico. Quiz¨¢; pero en ese caso hubiera sido conveniente a?adir notas que aclararan el significado y las circunstancias en que fueron escritos los textos y se explicaran qui¨¦nes son los personajes, muchos de ellos hoy desconocidos, con los que Gramsci polemiza o a los que comenta.

Al margen de su inter¨¦s, la edici¨®n hubiera podido mejorarse mucho, no s¨®lo con esas notas sino cuidando otros aspectos. Por ejemplo, resulta dif¨ªcil averiguar de d¨®nde provienen los fragmentos seleccionados, pues las referencias a los textos originales de las Opere di Antonio Gramsci se hacen mediante siglas que no se explican en ninguna parte. ?Tiene el lector que saber que M alude a las Notas sobre Maquiavelo o LVN a Literatura y vida nacional? Por otra parte, en el ¨ªndice no se indican los t¨ªtulos de los fragmentos, como suele hacerse en los libros de Gramsci, lo que hace m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa localizar un texto concreto ni se indica la fecha de composici¨®n.

Hay que se?alar, por ¨²ltimo, que el t¨ªtulo que ha puesto el compilador al libro, pese a sus protestas, no responde al contenido, pues no se ofrece realmente ninguna alternativa.