La tercera v¨ªa
La tercera v¨ªa del cine espa?ol consist¨ªa en el gl¨²teo de Mar¨ªa Luisa San Jos¨¦, pero a lo metaf¨ªsico. O sea un gl¨²teo con contenido. Era una cosa entre Dibildos y el g¨¦nero de los calzoncillos blancos. La tercera v¨ªa de la pol¨ªtica espa?ola que ahora se insin¨²a entre la izquierda y la derecha, tentadora como un gl¨²teo y hortera como un calzoncillo blanco, es la que no lleva a ninguna parte o lleva directamente a la derecha.Me lo dijo Jean-Paul Sartre cuando estuve en Francia trabajando en la cosa de la vendimia:
-Mon petit, se abandona la izquierda, se camina un trecho a oscuras y de pronto se encuentra uno en la derecha.
Bueno, pues la tercera v¨ªa corresponde a ese trecho a oscuras. En la tercera v¨ªa pueden caer todos los muertos dispuestos a arrojarse de la tumba como un bombero se arroja de la cama. En la tercera v¨ªa pueden caber los grandes ricos del franquismo, algunos articulistas de tercera p¨¢gina, los viudos pol¨ªticos de se?oras que tomaron mucho t¨¦ en El Pardo, ex tenientes de alcalde a favor de la demolici¨®n del Viaducto, ingenieros que dejaron el Opus por la ingenier¨ªa, democristianos sin carnet de Ruiz-Gim¨¦nez ni chapa de Gil-Robles, subdirectores subgerenciales de multinacionales y el se?or Stampa.
Pues cada vez toma m¨¢s cuerpo la tercera v¨ªa dice el parado. Nada. Floraciones vanas del oto?o c¨¢lido. Luego las cosas vuelven a su ser, como Torcuato Luca de Tena -dicen- va a volver a la direcci¨®n de ABC, que es lo suyo.
-Ahora le dan a usted mucho por Radio Espa?a Independiente- me informa luego el parado.
Ya he advertido aqu¨ª de los vicios y ma?as en que dan los parados. Al parado de mi barrio le da ahora por o¨ªr Radio Espa?a Independiente con interferencias, y dice que meten alguna de estas cr¨®nicas hasta dos voces.
-Se coge muy bien con la galena, don Francisco.
Los rojos espa?oles se han pasado la vida con la galena puesta.
-?Y qu¨¦ dicen en Radio Espa?a Independiente de la tercera v¨ªa?
Les tiene que parecer una gozada, claro. Porque ya de natura se es de izquierdas o de derechas, que lo da la cuna, y las terceras v¨ªas, pasando por el gl¨²teo trascendentede Mar¨ªa Luisa San Jos¨¦, el lienzo moreno de Landa, el bigote de Dibildos y el carril s¨®lo bus de Pinochet, los r¨ªos que van a dar en la mar inmensa y procelosa de las derechas, que es el morir.
-?Y cu¨¢l es el programa de la v¨ªa esa?-quiere saber el quiosquero.
Imagino que el viejo programa del se?or Poujade, pero pasado por la estabilizaci¨®n de Ullastres y traducido del franc¨¦s, en horas libres, por alg¨²n traductor de la Biblioteca de Autores Cristianos.
El se?or Apost¨²a
-Qu¨¦ va. Lo que quiere es que no me envisque yo contra sus t¨¢citos.
Tercera v¨ªa pol¨ªtica espa?ola: ahorro, trabajo, orden, virtudes dom¨¦sticas y resignaci¨®n. Al final siempre se premia la modestia y la mediocridad, ¨¢urea o no. Las terceras v¨ªas pol¨ªticas son un microb¨²s que lleva a la extrema derecha dando un rodeo por las afueras, con billete de ida y vuelta y pasando por el monumento a Fof¨® y la nueva jirafa del zoo. Un viejo sue?o dominical de gentes vulgarmente felices.
-No parece que crea usted mucho en la tercera v¨ªa.
No he de creer. Est¨¢ en todas partes, y no s¨®lo entre los grupos pol¨ªticos que la patrocinan. La tercera v¨ªa est¨¢ en los antincios que modelan la familia ideal y es una especie de interflora pol¨ªtica que env¨ªa felicidad a domicilio y contra reembolso. Es un liberalismo peque?ito que est¨¢ a la derecha del doctor Mara?¨®n y a la izquierda del doctor Mart¨ªnez-Bordi¨².
-?Un conformismo?
-Eso.
As¨ª como la tercera v¨ªa cinematogr¨¢fica qued¨® pronto desbordada por El desencanto, El hombre que supo amar. Canciones para despu¨¦s de una guerra y Las largas vacaciones del 36, la tercera v¨ªa pol¨ªtica est¨¢ ya desbordada por el desencanto del personal, por otro hombre que supo amar (Camacho), por las canciones para despu¨¦s de una dictadura y por las largas huellas del 76. La tercera v¨ªa, un cachondeo.
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