Veintid¨®s despedidos en el "Diario de Avisos"

Al cumplirse el tercer d¨ªa de huelga en el Diario de Avisos asciende a veintid¨®s el n¨²mero de trabajadores despedidos. No obstante, el peri¨®dico ha seguido saliendo a la calle con un reducido n¨²mero de p¨¢ginas y baja calidad informativa, ya que solamente el director y el jefe de deportes se mantienen en sus puestos; mientras, la empresa realiza arduas gestiones por contratar nuevos periodistas, aunque hasta ahora sin resultado alguno.Ayer, los trabajadores despedidos publicaron un escrito en los diferentes peri¨®dicos del archipi¨¦lago en el que explicaban a la opini¨®n p¨²blica las razones que hab¨ªan motivado su huelga, a la par que denunciaban el contrato laboral que hab¨ªan sido obligados a firmar hace seis meses -fecha de salida de Diario de Avisos- y las irregularidades existentes en lo que respecta a su situaci¨®n legal en la empresa: contratos a destiempo, n¨®minas sensiblemente inferiores a los salarios reales, colaboradores fijos sin contrato ni Seguridad Social. Entre las exigencias que los huelguistas y despedidos plantean para la finalizaci¨®n del conflicto figuran las de readmisi¨®n de todos los despedidos sin ninguna clase de sanci¨®n y la negaci¨®n de un convenio colectivo.

A ¨²ltima hora de esta tarde estaba prevista la celebraci¨®n de una reuni¨®n de la junta directiva de la Asociaci¨®n de la Prensa con el fin de estudiar esta situaci¨®n y la especial circunstancia de que Diario de Avisos lo est¨¦n haciendo en estos momentos aficionados sin la debida cualificaci¨®n profesional. Por otra parte, tanto los trabajadores de El D¨ªa como de La Tarde y La Provincia han mostrado su solidaridad con los despedidos, y comprometiendo los dos primeros que no prestar¨¢n ninguna clase de ayuda a Diario de Avisos mientras no se normalice la situaci¨®n de los trabajadores expulsados.

El conflicto comenz¨® el martes, al ser despedido el redactor de la secci¨®n nacional, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, al estar dando cuenta a un turno del departamento de fotocomposici¨®n de lo acordado en una asamblea de trabajadores celebrada ese mediod¨ªa. El consejero delegado lo acus¨® de estar conspirando y orden¨® a los compa?eros de redacci¨®n que lo acompa?aban que salieran a la calle a discutir sus problemas. Minutos despu¨¦s, el se?or Mart¨ªnez recibi¨® una carta de despido basada en la terminaci¨®n del contrato que le un¨ªa a Diario de Avisos. Al conocer esta situaci¨®n los redactores se declararon en paro, manifestando que su compa?ero s¨®lo estaba dando cuenta de acuerdos de una asamblea general motivada por la preocupaci¨®n existente ante la finalizaci¨®n de los contratos y el deseo de los trabajadores de negociar un convenio colectivo. Era requisito indispensable para volver al trabajo la anulaci¨®n de este despido, exigencia que no fue aceptada por la empresa, por lo que la huelga fue inevitable. Sucesivamente se han ido comunicando los despidos a todo el personal en huelga.