Marxismo y cristianismo no son incompatibles
??Se puede seguir siendo cristiano hoy?? y ?Moral marxista y cristianismo? son dos de los temas que se tratar¨¢n en la serie de cursos monogr¨¢ficos organizados por el Instituto Universitario de Teolog¨ªa (IUT) que se inici¨® la semana pasada en Madrid con un ciclo de charlas de D¨ªez-Alegr¨ªa. ,Dichos cursos ser¨¢n desarrollados por G¨®mez Caffarena y Enrique Miret Magdalena, respectivamente.Por ser la pol¨¦mica en torno a la compatibilidad o discrepancias entre cristianismo y marxismo una de las m¨¢s controvertidas en la actualidad hemos solicitado de Enrique Miret -experto en esta candente cuesti¨®n- un avance de las ponencias que dedicar¨¢ al an¨¢lisis de la moral marxista y cristianismo.
?A lo largo de este curso intentar¨¢ expresar, de la manera m¨¢s objetiva posible, en qu¨¦ consiste la moral marxista y c¨®mo ha influido en el ambiente social de la URSS. Las deformaciones que han sufrido el concepto de moral marxista hace necesario un estudio imparcial para comprender los ¨¦xitos educacionales conseguidos en los pa¨ªses donde rige esta moral.
Est¨¢ comprobado que el nivel moral del ciudadano de estos pa¨ªses es, por t¨¦rmino medio, superior al nivel moral de los ciudadanos de los pa¨ªses occidentales.?
?Quiere esto decir que su opini¨®n coincide con la de los cuatro sacerdotes que han manifestado recientemente en un documento p¨²blico que el cristianismo y el marxismo son incompatibles?
-S¨ª. Estoy totalmente de acuerdo con esa opini¨®n. Y la raz¨®n es que el cristianismo no tiene moral espec¨ªfica, acepta cualquier modelo ¨¦tico que favorezca el desarrollo del ser humano como tal, y es evidente que la moral marxista contribuye a ese desarrollo. Por otra parte, el fundamento de la moral marxista es el conocimiento cient¨ªfico de la realidad y sus leyes. En consecuencia un cristianismo aut¨¦ntico que pretenda ser realista debiera aceptar la moral marxista.?
?Qu¨¦ piensa Miret Magdalena de las acusaciones de oportunista lanzadas contra la moral marxista?
En principio creo que, como en todo, los hombres no responden a los principios que predican, pero creo asimismo que la moral marxista pretende ser sobre todo una moral de la eficacia, alcanzando los medios apropiados para realizar su fin. Si el fin es moral, los medios para que sean coherentes con el fin, tambi¨¦n ?deber¨¢n serlo?.
?Cree usted entonces que existe un campo de convergencia para el cristianismo evang¨¦lico y la moral marxista en el fin ¨²ltimo que ambos persiguen?
-Evidentemente. El ideal ut¨®pico de una sociedad sin antagonismos es la finalidad ¨²ltima de ambos pensamientos. El cristianismo no propone una evasi¨®n evang¨¦lica sin relaci¨®n con la realidad social. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se habla de nuevos cielos y nuevas tierras como metas del cristianismo.
?Ser¨¢ posible, pues, que el cristianismo llegue a asimilar la moral marxista?
-Mi opini¨®n es que el porvenir de la ¨¦tica es convertirse en est¨¦tica. Para ello habr¨¢ que buscar una plena armon¨ªa del individuo y de sus relaciones sociales, y el camino de esa b¨²squeda regresa hasta las propias fuentes del cristianismo. Podr¨ªamos entonces ser capaces de concebir la convivencia con los que son ajenos a nuestras convicciones. Esto es, al fin y al cabo, lo m¨¢s importante.
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