Agee teme ser procesado en Estados Unidos

El ex agente de la CIA Philip Agee, que va a ser deportado del Reino Unido, teme que el Gobierno de los Estados Unidos lo lleve a los tribunales en cuanto regrese obligatoriamente a su pa¨ªs. De ese modo, Agee tendr¨ªa que suspender sus planes para publicar un nuevo libro, en el que se muestra otra vez cr¨ªtico de la metodolog¨ªa usada por la central americana de inteligencia. El abogado de Agee ha dirigido una carta al fiscal general de los Estados Unidos en la que pide que se declare oficialmente qu¨¦ es lo que se pretende hacer con Agee.Agee cree que una de las razones por las que el Gobierno americano puede haber presionado al brit¨¢nico para lograr su deportaci¨®n ha sido la proximidad de aquel libro, que sigue la l¨ªnea de Diario de la CIA, en el que contaba su experiencia personal con la ?compa?¨ªa?, como ¨¦l mismo llama a la famosa instituci¨®n americana. El libro iba a ser editado por Penguin en Londres. Si Agee regresa a su pa¨ªs y tiene que responder ante los tribunales de las acusaciones que ha hecho contra la CIA en estos tres ¨²ltimos a?os esa publicaci¨®n podr¨ªa detenerse indefinidamente.

La deportaci¨®n de Agee, que se ha unido a la del periodista Mark Hosenball, del Evening Standard ha causado numerosas protestas en Gran Breta?a, donde algunas organizaciones, como el National Council for Civil Liberties, han mostrado preocupaci¨®n por el m¨¦todo seguido para expulsar a los dos escritores norteamericanos. Agee insiste en que el Gobierno norteamericano ha presionado al brit¨¢nico para que efect¨²e ambas expulsiones, pero tanto la embajada norteamericana como el Ministerio del Interior del Reino Unido niegan que tales relaciones hayan tenido lugar.

El ministro del Interior, Merlin Rees, se neg¨® en la C¨¢mara de los Comunes a dar m¨¢s detalles sobre las razones que indujeron al Gobierno brit¨¢nico a ordenar la deportaci¨®n de Agee y Hosenball.

Ante la presi¨®n de diputados laboristas, dirigidos por Judith Hart, de la extrema izquierda del partido, Merlyn Rees se limit¨® a decir que ?la deportaci¨®n hab¨ªa sido acordada en raz¨®n de la seguridad del Estado y para preservar la seguridad personal de sirvientes de la corona?.

Judith Hart urgi¨® al ministro a considerar los ?contactos con elementos de servicios de informaci¨®n extranjeros?, que, seg¨²n el Gobierno, fueron realizados por Agee y Hosenball, como ?contactos period¨ªsticos legales en busca de informaci¨®n?.

El ministro mantuvo su reserva, pero el diputado conservador, sir Winston Churchill, opin¨® que ?los contactos con servicios secretos de Cuba y la Uni¨®n Sovi¨¦tica son siempre peligrosos?.

Agee ha insinuado que la orden de deportaci¨®n que obra contra ¨¦l podr¨ªa haberse dictado como una de las condiciones puestas por Washington para la concesi¨®n del pr¨¦stamo que Gran Breta?a ha pedido al Fondo Monetario Internacional. El ex miembro de la CIA tambi¨¦n indica que es posible que su ¨²ltima visita a Jamaica, donde estuvo en septiembre, podr¨ªa haber acelerado el inter¨¦s norteamericano en conseguir su deportaci¨®n.

En Jamaica, Agee revel¨® que la CIA estaba usando m¨¦todos muy parecidos a los que, seg¨²n ¨¦l, emple¨® en Chile. La Central Intelligence Agency, de acuerdo con la informaci¨®n que Agee dio cuando regres¨® a Londres, ha doblado en Jamaica el n¨²mero de sus agentes