Luis Bu?uel, estrella de las jornadas

Ayer comenz¨® en Huelva la II Semana de Cine Iberoamericano. un certamen modesto en presupuesto, pr¨¢cticamente nulo en fanfarrias y boatos y que se apunta ya como uno de los festivales m¨¢s atractivos de cuantos se desarrollan en Espa?a.La II Semana de Cine Iberoamericano. dirigida por Jos¨¦ Luis Ruiz, parte condicionada por unos presupuestos econ¨®micos escasos, lo que conlleva el prescindir de todo fasto extracinematogr¨¢fico. La participaci¨®n popular onubense es evidente. Las autoridades que asisten al certamen son escasas, s¨ªntoma indudable del rigor del mismo, y los miembros del jurado se?alan un profesionalismo y conocimiento del medio infrecuente en cert¨¢menes similares. En esta ocasi¨®n el jurado lo forman: Antonio Gala, como presidente, Basilio Mart¨ªn Patino, director de cine, Marilina Ross, actriz argentina, Jos¨¦ Luis G¨®mez, director y actor teatral. Rom¨¢n Gubern, cr¨ªtico y especialista en los mass-media. Vitoriano Rosa, portugu¨¦s, editor y redactor jefe del cinema 15, Carlos Garc¨ªa, miembro del cine-club de Huelva, elegido por votaci¨®n entre los socios del mencionado cine-club y que aporta la presencia de un aficionado al cine. lo que tampoco suele ser usual en los jurados de los otros cert¨¢menes.

La aut¨¦ntica estrella de las jornadas es. en esta ocasi¨®n, una duda: Luis Bu?uel. Los organizadores proyectar¨¢n La edad de oro, Sim¨®n del desierto y La V¨ªa L¨¢ctea. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles se. inaugurar¨¢ una exposici¨®n-homenaje al realizador. aragon¨¦s. Se tiene la casi completa seguridad de que asistir¨¢n a una mesa, redonda sobre ¨¦l, su productor, Silberman, su guionista Juan Claude Carriere, Fernando Rey y Jeanne Moreau. La duda es si lo har¨¢ el propio realizador y con ¨¦l su pel¨ªcula m¨¢s resonante y espectacular, Viridiana. Al parecer el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo ha dado ya el, visto bueno para que se proyecte en la semana. Sin embargo, todo depende de que se arreglen los tr¨¢mites burocr¨¢ticos pendientes para dilucidar qui¨¦nes son los propietarios de la pel¨ªcula, que si en un principio fue la desaparecida Uninci, pas¨® posteriormente a ser propiedad de un productor mexicano quien vendi¨® los derechos de distribuci¨®n en Espa?a.