Paulino Uzcudun, enfermo
Hace ya tiempo que Paulino ha dejado vacante al borde del ring aquel puesto suyo que parec¨ªa vitalicio. Ha desaparecido de repente como suelen faltar los troncos de las orillas tras la primera crecida de invierno y a ¨¦l tamb¨¦n ha tardado en ech¨¢rsele de menos en raz¨®n de su inmovilidad. En los ¨²ltimos meses era irremediablemente un hombre quieto y silencioso bajo una txapela.Alguien ha dicho: -?Qu¨¦ fue de Paulino? Despu¨¦s se ha sabido que est¨¢ gravemente enfermo.
Seg¨²n muchos cr¨ªticos toda la historia del boxeo es una larga decadencia un ocaso que empez¨® en John L. Sullivan el primer campe¨®n mundial de los pesados. Quiz¨¢, exageren pero es absolutamente cierto que ning¨²n promotor actual ha conseguido superar espect¨¢culos como el Johnson-Willard o el Dempsey-Carpentier. Con toda imparcialidad la mejor ¨¦poca del boxeo fue la menos violenta de este siglo. La Belle Epoque.
A Paulino Uzcudun que emigr¨® a Norteam¨¦rica cuando se le acab¨® Europa iban a verle boxear tah¨²res de pel¨ªcula y reyes del petr¨®leo: casi todos los colegas de El Gran Gatsby. Comparti¨® el estrellato con Valentino, Je¨¢n Harlow, Gardel y otros monstruos, entre los que hab¨ªa quince boxeadores inolvidables, de los que s¨®lo quedan unos cuantos papeles. Lo que el vlento no se llev¨®.
Uzcudun form¨® parte de una trilog¨ªa de p¨²giles europeos con cr¨¦dito en los Estados Unidos, Selimelling, Carnera y Uzcudun: alem¨¢n, italiano y espa?ol. Al primero se le tem¨ªa por su t¨¦cnica y por su procedencia: boxeaba al mil¨ªmetro y hab¨ªa un indefinible presentirniento tras la superioridad racial que se preconizaba en su pa¨ªs. Al segundo se le respetaba por sus dimensiones: med¨ªa m¨¢s de dos rnetros, pesaba m¨¢s de cien kilos y Budd Schulberg a¨²n no hab¨ªa dicho en su novela ?M¨¢s dura ser¨¢ la ca¨ªda? (inspirada en la carrera del gigante) que ?ochenta kilos son todo lo que hace falta para dejar fuera de combate a cualquier hombre?.
Uzcudun, en cambio, fue simplemente un tipo muy duro que talaba ¨¢rboles en sus ratos de ocio. Su t¨¢ctica no ten¨ªa s¨¦cretos: empezaba a atacar cuando los otros se hab¨ªan cansado de pegarle. Primero practicaba la defensa pasiva: luego se convert¨ªa en King-Kong
Casi nadie pudo detener a aquel Paolino de la Edad de Piedra que anunciaban los carteles yanquis. S¨®lo un Joe Louis de veintid¨®s a?os logr¨® derribarle si bien no pudo impedir que escuchara de pie los ¨²ltimos segundos de la cuenta. Los expertos de entonces aseguraron que el derechazo que le aplic¨® El Bombardero de Detroit era el golpe m¨¢s fuerte del que ten¨ªan referencias. Quiere decirse que Uzcudun pas¨® a la historia como pe?a y como vendaval.
Ahora est¨¢ enfermo. Sin embargo, ni se encuentra en peligro de muerte ni su dolencia admite tratamiento.
-?Qu¨¦ es lo que tiene?
-Setenta y siete a?os.
Tiene setenta y siete a?os y se ha visto forzado a emplear su viejo sistema de los primeros rounds.
Perder por puntos, pero resistir.
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