Porqu¨¦ no votar¨¦ en el refer¨¦ndum

No vot¨¦. pudiendo hacerlo. en el plebiscito que Franco convoc¨® en 1966, por imperativos ¨¦ticos. Tampoco votar¨¦, pudiendo hacerlo, en el refer¨¦ndum de 1976 y por id¨¦nticos imperativos ¨¦ticos, toda vez que nadie ignora que de todas formas el Gobierno tiene ya el ?s¨ª? en su, bolsillo. La principal diferencia entre el refer¨¦ndum convocado por el dictador, en 1966, y el convocado, ahora, por sus descendientes pol¨ªticos, es que, esta vez, puedo explicar en un diario (aunque no en la televisi¨®n), las razones de mi abstenci¨®n.Sobre el origen del texto legal poco hay que decir. Ha sido elaborado por un Gobierno no representativo, nombrado a dedo, y pactando con unas Cortes franquistas no elegidas democr¨¢ticamente.

No votar¨¦ en el refer¨¦ndum porque se me ofrece un texto cuyo contenido es, por lo menos, equ¨ªvoco, impreciso, incompleto e impugnable. No puedo otorgar mi ?s¨ª?, a una c¨¢mara progatonizada por diputados elegidos por un sistema proporcional ?retocado?, sin saber bien c¨®mo van a ser estos retoques. No puedo aprobar un bicameralismo que no me explique claramente c¨®mo se relacionar¨¢n ambas c¨¢maras y estas a su vez con el Gobierno. Discrepo en conceder al Rey el privilegio de nombrar senadores a dedo y, escribiendo este art¨ªculo desde Catalunya, no veo claro c¨®mo se articular¨¢ la representaci¨®n federal del- Estado plurinacional que para, m¨ª es deseable.

Por ¨²ltimo, no votar¨¦ en un refer¨¦ndum en el que la consulta electoral no se -plantea con limpieza democr¨¢tica, al mantener en la ilegalidad a casi todos los partidos pol¨ªticos y, se?aladamente, a los que van desde el centro a la extrema izqu lerda, con lo que se impiden las condiciones para un amplio debate social sobre la consulta. No votar¨¦ porque el Gobierno sigue sancionando o encarcelando a miembros de esta Oposici¨®n, prohibiendo sus actos p¨²blicos y secuestranda ¨®rganos de opini¨®n que le son contrarios. No votar¨¦ porque el Gobierno s¨®lo permite el acceso a los medios de comunicaci¨®n hegem¨®nicos -radio y televisi¨®n estatal- a los grupos y personas que le convienen, incluyendo al confesadamente totalitario Blas Pi?ar, pero vetando a l¨ªderes y partidos democr¨¢ticos que le estorban. No votar¨¦ -porque el tentacular aparato bur¨®cratico y pol¨ªtico del Movimiento sigue en pie y velando las urnas en todos los rincones de Espa?a.