Un tri¨¢ngulo aburrido

Vladimir Nabokov es un escritor de gran categor¨ªa al que el gran p¨²blico recuerda, sobre todo, por el esc¨¢ndalo farisaico que acompa?¨® a una de sus novelas m¨¢s famosas, Lolita, espl¨¦ndidamente trasladada al cine por Stanley Kubrick, aunque con excesivas cautelas expresivas, justificables hace quince a?os. pero no ahora. El resto de sus escritos. algunos de in cre¨ªble calidad, han sido llevados tambi¨¦n, al cine, pero con peor fortuna, y entre ellos habr¨ªa que citar a Rev, reina, alfil, dirigida por Jerzy Skolimovski.Tony Richardson, uno de los sobrevivientes del extinto Free Cinema -movimiento que intent¨® revitalizar el cine brit¨¢nico a finales de los cincuenta, sin excesivo ¨¦xito- adapt¨® Risa en la oscuridad, otra novela de este ruso blanco exiliado, amante de la entomolog¨ªa y de las mujeres, en 1969 y siete a?os despu¨¦s, nuestros queridos censo res de toda la vida nos permiten contemplarla, sin duda porque hemos madurado intelectualmente durante tan larga espera.

Risa en la oscuridad es una obra muy t¨ªpica de Nabokov, fiel a la f¨®rmula central de su trayectoria: un hombre mayor -en este caso un arist¨®crata brit¨¢nico- se enamora perdidamente de una mujer mucho m¨¢s joven, y acaba siendo traicionado y burlado, de una manera s¨¢dica y cruel, por ella y su antiguo amante. El. tri¨¢ngulo es la clave para entender las creaciones de Nabokov, que de ninguna forma critica la moral burguesa causante de estas situaciones afectivas an¨®malas, sino que se complace en su disecaci¨®n superficial. con gran capacidad descriptiva pero en una ¨®ptica complaciente y discutible.

Richardson -conocido del p¨²blico, sobre todo, por una discutible adaptaci¨®n del Tom Jones de Fielding- no sabe muy bien c¨®mo contar esta enrevesada historia, cuyas sutilezas -bien patentes en el original literario- quedan confusas y poco coherentes en su traslaci¨®n f¨ªlmica. El itinerario masoquista del pobre lord, estafado y saqueado por la pareja de desaprensivos, adquiere, casi involuntariamente, caracteres grandgui?olescos, sin profundizar jam¨¢s en la obsesi¨®n sexual como tal, sino en sus aspectos marginales.

Richardson ha sido siempre un cineasta muy irregular, con baches profundos y logros discutibles, entre los que habr¨ªa que citar a Los seres queridos. La soledad del corredor definido y El animador. El fondo cr¨ªtico y revulsivo que presidi¨® su presentaci¨®n en Mirando hacia atr¨¢s contra manifiesto de la escuela a que perteneci¨®, dio paso, gradualmente, a un vago sentido social, m¨¢l propio de un artesano que cumple su trabajo sin demasiado entusiasmo que de un creador vivo y lleno de inventiva. Risa en la oscuridad es una pel¨ªcula reiterativa y plana, sin especial inter¨¦s, caracterizada por una falta de comprensi¨®n hacia las posibilidades dram¨¢ticas subyacentes en el texto original. El erotismo, una de las bases indispensables de la novela, da paso en la pantalla a una serie de escenas. desangeladas, que no llegan a penetrar siquiera en el humor negro latente de la historia. En conjunto, podr¨ªa hablarse de una experiencia fallida que descuida, incluso, la dimensi¨®n comercial del proyecto.