Los taurinos evolucionan por donde no deben
El gran error de los taurinos de esta ¨¦poca y de anteriores ¨¦pocas, sobre todo de cuarenta a?os ac¨¢, es que han evolucionado al rev¨¦s o, para hablar con propiedad, han evolucionado por donde no deb¨ªan.
La fiesta tiene una disecci¨®n clara: de un lado, su faceta t¨¦cnica y art¨ªstica o lo que es puramente lidia. de otro la estructura en todo cuanto no concierne al toreo.La faceta t¨¦cnica y art¨ªstica es intocable. Enti¨¦ndase: admite evoluciones -y efectivamente se han producido- pero ¨¦stas no han de ser impuestas tienen que llegar por consecuencia l¨®gica de lo que es el toreo: dominio sobre la fiera. Unos ejemplos sin necesidad de estrujarse el cerebro: el volapi¨¦ como complemento de la suerte de recibir. para estoquear con gallard¨ªa a los toros tardos o el temple, para mejor someter al funo, fueron pasos importantes en el desarrollo de la t¨¦cnica de la lidia. Pero nadie podr¨ªa inventar un nuevo toreo.
Sin embargo la otra faceta la estructural esa s¨ª que es cambiante. No ya intocable sino que exige toque y resobo, lo que haga falta, para que continuamente est¨¦ al d¨ªa. En su entramado hay soportes econ¨®micos y sociales que no pueden quedarse rezagados en la din¨¢mica de los tiempos. Y aqu¨ª est¨¢ el error de los taurinos: que mientras han pretendido inventar un nuevo toreo, derivarlo hasta la degeneraci¨®n con la excusa de que era necesario acoplarlo a las nuevas corrientes no se sabe de qu¨¦, la estructura socioecon¨®mica de la fiesta la dejan tal cual era en su prehistoria. por el pintoresco razonamiento de que siempre fue as¨ª.
Pero viene esto a cuento, aparte de que conviene decirlo de vez en cuando, porque en el comentario que public¨¢bamos el pasado viernes acerca de la mejora de retribuciones de los subalternos, nos refer¨ªamos a la necesidad de que se adopten determinadas medidas para que haya en la fiesta justicia social y si me apuran -dec¨ªamos- tambi¨¦n toreo. A algunos lectores les gustar¨ªa saber. seg¨²n nos comunican, qu¨¦ tiene que ver una cosa con otra. Y me explico: el toreo aunque intemporal como se ha demostrado hasta la saciedad y m¨¢s arriba queda apuntado, no sobrevivir¨¢ a ning¨²n montaje que no sea de nuestra hora. M¨¢s a¨²n hoy en que el toreo es el que es pero no lo que era: perdi¨® garra pues lo desnaturalizaron y con tales trazas adem¨¢s le queda raz¨®n de ser.
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