USA no retrasa su ayuda econ¨®mica a Portugal

A pesar de las reticencias con que la Administraci¨®n saliente norteamericana encar¨® hasta hace unos d¨ªas la cuesti¨®n de la ayuda econ¨®mica a Portugal, el presidente Ford y los republicanos parecen decididos ahora a hacer efectivo el pr¨¦stamo de trescientos millones de d¨®lares al Gobierno de Soares sin esperar a que el se?or Carter se instale en la Casa Blanca. El 31 de diciembre, Washington anunci¨® oficialmente que el pr¨¦stamo se concretar¨¢ en las pr¨®ximas semanas -no se ha determinado a¨²n la fecha exacta-, y que adem¨¢s el Gobierno pedir¨¢ al Congreso que apruebe la participaci¨®n de Estados Unidos en un consorcio internacional, que proporcionar¨¢ a Lisboa 1.500 millones de d¨®lares m¨¢s, dentro de un programa de asistencia a largo plazo.La decisi¨®n ha sido recibida en Lisboa como un verdadero regalo de a?o nuevo. Seg¨²n los propios expertos norteamericanos, si la concesi¨®n formal del empr¨¦stito se hubiera demorado hasta fines de febrero, el se?or Soares se habr¨ªa visto obligado a imponer el racionamiento. Portugal ha llegado ya al extremo de sus posibilidades econ¨®micas, que era, aparentemente, lo que esperaban los asesores de Ford -sobre todo Kissinger- para ?analizar con m¨¢s claridad? (as¨ª lo manifest¨® en noviembre el propio secretario de Estado), el asunto de la ayuda. Probablemente, la ?claridad? se hizo en Washington cuando empez¨® a consumarse la reestructuraci¨®n del Consejo de la Revoluci¨®n, tras la designaci¨®n del general Lemos Ferreira para el cargo de comandante en jefe del Estado Mayor de la Fuerza A¨¦rea, y la p¨¦rdida de influencia del grupo de Melo Antunes. El ¨¢rea de luz se habr¨ªa ampliado tambi¨¦n en Washington al confirmarse las noticias sobre el respaldo que el Gobierno de Soares, ?expurgado? ya de la presencia de Lopes Cardoso, le est¨¢ dando a un numeroso grupo de agricultores independientes que recientemente se han instalado en las proximidades del Alentejo, muy cerca, precisamente, del n¨²cleo de cooperativas agr¨ªcolas comunistas que all¨ª funcionan. (O que, para mayor precisi¨®n, no funcionan en absoluto.) No sorprende as¨ª que los Estados Unidos se muestren no s¨®lo dispuestos a darle al Gabinete socialista aliento econ¨®mico, sino tambi¨¦n t¨¦cnico. A partir del pasado 25 de diciembre, los integrantes del llamado ?Plan de Auxilio de Estados Unidos a Portugal? empezaron a reunirse, despu¨¦s de varias semanas de inactividad, con sus colegas portugueses. Las conversaciones tuvieron lugar en Punta Delgada, en las islas Azores, y se centraron, justamente, en los problemas de saneamiento b¨¢sico de la zona. Por el momento, se trata de cuestiones ecol¨®gicas y de ?equipamiento social?, pero no cabe duda de que las islas constituyen un puntal fuerte del esquema estrat¨¦gico norteamericano en el Atl¨¢ntico y en el Mediterr¨¢neo, particularmente de cara a Oriente Medio. Por lo dem¨¢s, se cree que la colaboraci¨®n en el ?equipamiento social? portugu¨¦s por parte de Washington se ha hecho ya efectivo en el caso de los agricultores independientes del Alentejo. La ?claridad? portuguesa puede convertirse dentro de poco en la Casa Blanca, en una verdadera luminosidad.