Carta abierta de Peter Weiss
Fue en diciembre, de 1965 cuando por primera vez tom¨¦ posici¨®n contra el trato de que hab¨ªa sido objeto Wolf Biermann. Lo hice en una carta abierta al peri¨®dico Neues Deutschland. Sin embargo la carta jam¨¢s se public¨® en dicho diario, sino que tuvo que esperar a ver la luz hasta 1971, a?o en que fue publicada en mi libro Informes (Editorial Cavefors). Han pasado ya once a?os cuando me veo obligado a ocuparme de nuevo del tema de esa carta, carta basada en conversaciones que yo hab¨ªa tenido con Wilhelm Girnus, editor de la revista Sinn und Form, y con otros altos funcionarios de la cultura en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. En el diario Neues Deutschland del 17 de noviembre de 1976 se presentan las razones que motivaron la privaci¨®n de su ciudadan¨ªa a Wolf Biermann y el porqu¨¦ ?las puertas de la RDA le estar¨¢n vedadas en el futuro?. Se sacan a la luz algunas expresiones, fuera de su contexto, que el pronunci¨® durante una actuaci¨®n de m¨¢s de cuatro horas que tuvo en el Palacio de los Deportes de Colonia. Expresiones (entre otras) como: ?Estoy dispuesto a cometer cualquier acto infame? y ?Los obreros roban en sus lugares de trabajo?, que han utilizado como una demostraci¨®n palmaria de que el cantante ha motado una posici¨®n que lo priva de todo derecho a gozar de la ciudadan¨ªa de la RDA. De esa manera no se toma en consideraci¨®n la mayor parte de su actuaci¨®n que fue una ardiente defensa de la RDA y del comunismo.Tengo que volver una vez m¨¢s a ocuparme del car¨¢cter de este poeta y cantante. Durante m¨¢s de un decenio se le ha privado de toda posibilidad de actuaci¨®n p¨²blica. El aislamiento en su propia patria se ha ido convirtiendo, cada vez con mayor fuerza, en su norma de vida. Cantaba ¨²nicamente para sus m¨¢s ¨ªntimos amigos. Nunca pudo medir el efecto de sus canciones en disco. Pero este aislamiento no lo sumi¨® en el silencio, sino, todo lo contrario, fue exacerbando su rebeld¨ªa, su necesidad de expresi¨®n.
De vez en cuando nos pareci¨® vislumbrar alguna se?al de que su caso iba a encontrar una soluci¨®n en su patria.
Por fin ¨¦l, con su propia personal¨ªdad, obtuvo permiso, con derecho al regreso para dar una serie de recitales en la Rep¨²blica Federal Alemana.
Sale de su peque?a habitaci¨®n de Chauseestrasse y se ve de pronto ante un inmenso p¨²blico. Una confrontaci¨®n de ese calibre tuvo que representar para ¨¦l -que ¨²nicamente ten¨ªa la intenci¨®n de probar la fuerza de su arte en una c¨¢mara de resonancia de verdad y volver despu¨¦s al pa¨ªs al que se, siente pertenecer una tremenda presi¨®n ps¨ªquica y una inmensa exaltaci¨®n.
?No es entonces comprensible que ¨¦l, un artista que se entrega totalmente en sus actuaciones, en el calor de la lucha haya pronunciado alguna expresi¨®n que sacada de su contexto pueda parecer poco ortodoxa? Por lo que puedo juzgar no dijo otra cosa, bajo los efectos de la emoci¨®n, que lo que ya hab¨ªa dicho antes y lo que tambi¨¦n tratan sus camaradas escritores de la RDA, aunque de una manera m¨¢s prudente.
Separado de la colectividad
Hace once a?os escrib¨ª: ?Un Biermann no tiene por qu¨¦ verse separado de la colectividad, si se considera que una colectividad viva debe admitir en su seno a los diferentes, a los violentos, a los escandalosos y tambi¨¦n a los que infunden espanto?.
Biermann procede de la tradici¨®n de Villon. En Suecia lo podemos comparar con el poeta y cantante Bellman. Su idioma surge de los sentimientos. Ah¨ª radica su espontaneidad, su agresividad, su insolencia. ?Qu¨¦ hubiese sido de Villon si se hubiese pasado la vida pregunt¨¢ndose si lo que escrib¨ªa estaba permitido? ?Qu¨¦ hubiese sido de Villon, Bellman o Rimbaud si hubiesen tomado el camino trillado del conformismo?
Nosotros que nos consideramos amigos de la RDA, nosotros que a pesar de las desavenencias que han surgido entre nosotros y la RDA, nosotros que deseamos que contin¨²e el valioso intercambio cultural con dicho pa¨ªs, no tenemos m¨¢s remedio que se?alar una vez m¨¢s la importancia que tiene para la vitalidad de una cultura el que sus lenguas m¨¢s cr¨ªticas y viperinas gocen de libertad de expresi¨®n. La RDA es lo suficientemente fuerte como para poder tolerar a su cr¨ªtico m¨¢s violento y m¨¢s expresionista.
Ahora Biermann ha sacado a la luz una batalla ahogada desde hace mucho tiempo. Hubiese sido mucho mejor que ¨¦l hubiese podido librar esa batalla entre los suyos. Pero ahora se encuentra fuera, en la otra Alemania, en la Alemania que ¨¦l no tiene por la mejor.
Me dirijo a las autoridades de la RDA con este ruego: ?anulen la medida de privar a Wolf Biermann de su ciudadan¨ªa!
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