"La seguridad absoluta para una naci¨®n es la inseguridad para todas las dem¨¢s"
P. Usted ha sido acusado de muchas cosas, y pensamos que debe d¨¢rsele oportunidad de defenderse de ellas. La primera acusaci¨®n contra usted es que ha intentado hacerse el gracioso.R. En el cargo que he ocupad0 hay, solamente una alternativa: o se resulta gracioso sin Intentarlo. o se es deliberadamente.
P. ?C¨®mo resume su labor? ?Qu¨¦ legado ha de - lado detr¨¢s?
R. No creo que en mi ¨²ltimo d¨ªa como secretario de Estado pueda hacer una evaluaci¨®n v¨¢lida... hace unas horas escrib¨ª un art¨ªculo en el cual dije que el mundo es bipolar militarmente. multipolar pol¨ªticamente Y fragmentado econ¨®micamente. Cuando hoy, d¨ªa se habla de un orden mundial. hay que tener en cuenta cada uno de estos hechos reales. y tambi¨¦n que esto pasar¨¢ a la historia como una revoluci¨®n filos¨®fica.
Yo he intentado tener esto en cuenta. Dada la naturaleza de mi labor. no s¨®lo no pudo ser finalizada. incluso aunque no hubiera existido el Watergate. sino que, si mi teor¨ªa es correcta. nunca ,era finalizada. Creo que de un modo u otro las relaciones entre China la Uni¨®n Sovi¨¦tica, las democracias industriales, Estados Unidos y los pa¨ªses en desarrollo ser¨¢n los grandes tenias del futuro. Creo que nuestra relaci¨®n con las democracias industriales se ha logrado casi por completo. Hoy se ha conseguido que las democracias industriales no planteen solamente su seguridad militar. sino tambi¨¦n su futuro pol¨ªtico militar.
Nosotros y, las democracias industriales transferimos el 90% de nuestros medios reales al mundo en desarrollo. De esta manera. si logramos un planteamiento com¨²n nosotros y, solamente nosotros podemos contribuir de una manera significativa al desarrollo. En cuanto al di¨¢logo Este-Oeste. me niego a dejarme sugestionar por el poder¨ªo sovi¨¦tico. Lo tienen. pero tambi¨¦n tienen puntos d¨¦biles y en mi opini¨®n puede lograrse equilibrio con una combinaci¨®n de diplomacia. fuerza y negociaciones.
Futuro y pasado
P. Cuando reflexiona acerca del pasado ?lo recuerda con orgullo con tristeza con ira o con qu¨¦?
R. Con toda certeza sin ira. Miro atr¨¢s con algo de orgullo. Si se compara el Informe Mundial hecho en 1969 en 1970. con lo que hemos hecho desde entonces. puede verse que hemos avanzado en el logro de nuestros prop¨®sitos. Tambi¨¦n siento algo de tristeza cuando pienso en la angustia por la que ha pasado el pa¨ªs. en la amargura que provoc¨® la guerra de Vietnam en la desintegraci¨®n de autoridad que trajo consigo el Watergate en la destrucci¨®n de algunas personas amigas. en la sensaci¨®n de que muchas cosas que hubiera querido hacer no pude lograrlas.
P. En concreto. qu¨¦
R. Me hubiera gustado firmar los acuerdos SALT.
P. ?Por qu¨¦ no se terminaron?
R. En mi opini¨®n, la culpa puede atribuirse en algo a la otra parte. tambi¨¦n a las elecciones y a disputas internas entre la Administraci¨®n v consejeros presidenciales.
P. ?Qu¨¦ opina sobre el futuro de la civilizaci¨®n occidental?
R. Creo que Occidente cuenta con los medios para solucionar sus problemas y para emprender un di¨¢liogo Norte-Sur. Tambi¨¦n tiene capacidad militar para prevenir una agresi¨®n y habilidad suficiente pira hacer una diplomacia efectiva.
La pesadilla nuclear
P. ?Cu¨¢les han sido sus pesadillas durante este per¨ªodo?
R. La primera, que estoy seguro tambi¨¦n tendr¨¢n mis sucesores, es que una de las muchas crisis no termine en un enfrentamiento nuclear y que Inconscientemente estemos contribuyendo a una conflagraci¨®n masiva. La segunda fue que la guerra en Vietnam, hubiera llegado a dividir a nuestro pa¨ªs, de tal manera que fuera una reconciIiaci¨®n. A continuaci¨®n mi mayor preocupaci¨®n fue prevenir que cuando se derrumbara nuestro poder ejecutivo, fu¨¦ramos desafiados por alg¨²n pa¨ªs y tambi¨¦n que la crisis de autoridad pudiera repercutir en contra de una soluci¨®n a la crisis de Oriente Medio. Durante el ¨²ltimo per¨ªodo, mi pesadilla era que Norteam¨¦rica llegara a estar tan absorbida por sus problemas internos, a ser tan cr¨ªtica consigo misma que llegara a olvidarse que era un elemento clave para la libertad, seguridad y progreso mundial.
P. ?Cu¨¢l es la agenda para 1977?
R. Creo que las perspectivas para 1977 son muy positivas. En 1977 puede lograrse un acuerdo SALT. En Oriente Medio, las condiciones para lograr progresar son las mejores desde la creaci¨®n de Israel como naci¨®n.
P. Anteriormente mencion¨® la colaboraci¨®n con las democracias industriales..., pero, ?y las fuentes de energ¨ªa? Concretamente... ?C¨®mo van a ser las relaciones con el mundo ¨¢rabe?
R. Acerca del problema energ¨¦tico hemos creado la Agencia Internacional de Energ¨ªa, instituci¨®n que creo de gran utilidad. Hemos operado en un ¨¢mbito com¨²n para evitar embargos selectivos y para obligar a las democracias industriales a apoyarse unas en otras. En mi mana, ,crea una situaci¨®n conflictiva?
R. Este ha sido uno de mis objetivos. Y deber¨ªa continuar si¨¦ndolo de mis sucesores. Los americanos deben aceptar el hecho de que no pueden continuar viviendo con unos standars que no son los del resto del mundo. Si no se consigue elevar el nivel del resto de la poblaci¨®n mundial, los americanos pronto se encontrar¨¢n en situaciones conflictivas internacionales, presiones opini¨®n, el ¨²nico fallo es la negativa de Estados Unidos a aumentar este programa con vistas al futuro en cuanto a alternativas energ¨¦ticas y medios de conservaci¨®n. Consumimos el 40 % de energ¨ªa de todas las democracias industriales y podemos imponer el programa que queramos, pero si no se aumenta no ser¨¢ efectivo. Tenemos que evitar una situaci¨®n en la que nuestro futuro econ¨®mico dependa de un grupo de pa¨ªses cuyos intereses no sean comunes a los nuestros.
Norteam¨¦rica... y les dem¨¢s
P. El contraste entre las excesivas pretensiones de: los americanos de alcanzar un alto nivel de vida y la pobreza en la que -vive una gran mayor¨ªa de la raza huecon¨®micas, militares... Nuestros l¨ªderes tienen parte de la responsabilidad. No creo que los sacrificios que tengamos que hacer sean demasiado duros. En realidad se trata de una especie de seguro para el futuro.
P. ?C¨®mo califica el argumento de que su actuaci¨®n es esencialmente brillante en cuanto a las negociaciones, muy buena t¨¢cticamente pero muy d¨¦bil estrat¨¦gicamente?
R. Aunque no soy el m¨¢s indicado para hacer un juicio, el mundo que dejo es un mundo pac¨ªfico, mucho m¨¢s pac¨ªfico que el de cualquier otro per¨ªodo de transici¨®n. Hay una soluci¨®n a la vista para todos los problemas planteados. Estados Unidos tiene en su mano la mayor Parte de las iniciativas.
P. En lo referente a las relaciones estrat¨¦gicas entro China y Rusia... ?Opina usted que volver¨¢n a aliarse? ?Hay, algo a lo que tengamos que temer?
R. Nosotros no hemos creado sus problemas, ni los hemos explotado; nosotros solamente podemos basar nuestra pol¨ªtica en el hecho de que China no nos est¨¢ haciendo ning¨²n favor, pues su oposici¨®n a los sovi¨¦ticos no es para ayudarnos. Es importante que China tenga en consideraci¨®n que nuestra postura no tiene otro inter¨¦s que la de conservar el equilibrio mundial. Si pensaran que no ten¨ªamos inter¨¦s en conservar ¨¦ste, o en comprender las tendencias de ambos pa¨ªses, podr¨ªan buscar otros medios de protecci¨®n; por ejemplo organizar al Tercer Mundo contra nosotros.
Considero que la Uni¨®n Sovi¨¦tica es una superpotencia que tiene capacidad para amenaza nuestra propia existencia. Pero creo que la Uni¨®n Sovi¨¦tica como sistema tiene numerosos fallos.
No existe en el mundo un solo estado comunista que haya logrado un apoyo espont¨¢neo de la poblaci¨®n. Los estados del Este de Europa tienen que justificarse mediante una especie de nacionalismo burgu¨¦s para mantener una m¨ªnima legitimidad. Pensar que estas naciones, que, por muchos logros que hayan conseguido en el terreno t¨¦cnico y militar no han conseguido resolver los m¨¢s elementales problemas de distribuci¨®n o simple administraci¨®n, puedan lanzarse a conquistar el mundo, me parece poco real. Es cierto que tenemos que mantener la suficiente capacidad militar como para resistirles, pero creo que hay que medir muy bien qu¨¦ fuerzas son las importantes. Opino que conseguir una superioridad militar en el campo de la estrategia nuclear no es muy f¨¢cil,y s¨ª lo es, sin embargo, que ellos tampoco lo logren.
La obsesi¨®n en este campo nos impide atender conflictos regionales que me parecen mucho m¨¢s probables. Estoy pr¨¢cticamente seguro que si se produjera un conflicto entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y nosotros, no ser¨ªa tanto como resultado de un ataque sovi¨¦tico deliberado a intereses vitales de Estados Unidos, sino como resultado de un conflicto espec¨ªfico, que quiz¨¢ no pudiera ser apreciado en toda su dimensi¨®n y en el que ambos nos hubi¨¦ramos visto implicados como resultado de sucesivas maniobras.
Resumiendo esto: la primera guerra mundial es para nosotros un mejor ejemplo del peligro que corremos que la segunda.
P. ?Es posible que nuestro pueblo consiga la seguridad que le gustar¨ªa tener sin tener que crear una especie de inseguridad para nuestros adversarios y asi ser un peligro para el resto del mundo)
No hay seguridad absoluta
R. Creo que la base de las nuevas circunstancias a las que antes he aludido de que ninguna naci¨®n puede conseguir la seguridad absoluta. La seguridad absoluta para una naci¨®n quiere decir la inseguridad absoluta para todas las naciones. Debemos estar satisfechos ahora con la seguridad relativa. con una seguridad que no amenace a nuestros intereses fundamentales. pero tambi¨¦n un,? que no sea totalmente predominante en el mundo.
P. Mirando hacia atr¨¢s. ?Piensa usted que tendr¨ªamos que haher hecho transacciones econ¨®micas de gran escala con los rusos
R. Lo curioso es que cuando tomamos posesi¨®n de nuestros cargos, en 1969. desarrollamos la teor¨ªa del enlace, no exactamente como ha sido descrito en algunos, peri¨®dicos. La teor¨ªa del enlace era que la Uni¨®n Sovi¨¦tica recibir¨ªa concesiones econ¨®micas El cambio de estabilidad pol¨ªtica.
P. La seguridad absoluta de Una naci¨®n supone la inseguridad absoluta para la dem¨¢s. ? Emplear¨ªa usted esta m¨¢xima en el Oriente Medio como la emplea para las relaciones estrat¨¦gicas?
R. Yo dir¨ªa que el problema en el Oriente Medio consiste en equilibrar la seguridad f¨ªsica y la legitimidad. No cabe duda que la Seguridad f¨ªsica de Israel estar¨¢ m¨¢s protegida con la extensi¨®n de sus fronteras v en ning¨²n otro punto tiene tanta seguridad f¨ªsica como en el punto m¨¢ximo de su extensi¨®n. Sin embargo, la legitimidad puede en alg¨²n momento causar mayor seguridad militar.
P. Perm¨ªtame preguntarle, y entro en el terreno personal. porque esto no son divagaciones. Con usted. f¨ªsicamente, el qu¨¦ se marcha. -,Puede decirme que le ha supuesto esta experiencia?
R. Va a ser un verdadero espect¨¢culo cuando me saquen de aqu¨ª a la fuerza el d¨ªa 20 al mediod¨ªa. Si no irte sacan por malas va a ser muy dif¨ªcil que me vaya.
P. Hablando en serio. ?De qu¨¦ ha servido esta experiericia para usted?
R. Siento gran simpat¨ªa por mis sucesores. No creo que pueda alejar este cargo siempre me quedar¨¢ algo. Aunque evitar¨¦ dar consejos a mis Stices Ores: sinceramente creo que el pa¨ªs necesita un per¨ªodo de tranquilidad y los que hemos pasado por este proceso tenemos la obligaci¨®n moral de contribuir a ello.
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