La destrucci¨®n del barrio de Salamanca
El barrio de Salamanca, que fue durante los primeros lustros del siglo XX una de las urbanizaciones mejores del mundo, hoy, desde luego, est¨¢ dejado de la mano de Dios. Las calles no eran anchas, pero eran suficientes cuando sus edificaciones eran palacetes y casas con alturas de cinco o seis pisos como m¨¢ximo. Adem¨¢s, hab¨ªa un parque del Retiro que, si ahora ha quedado peque?o, antes estaba proporcionado con el barrio, pero se contaba con futuras zonas verdes como los solares de Vergara, y los ¨¢rboles hac¨ªan acto de presencia continua en los bulevares de Vel¨¢zquez, General Mola e incluso en la plaza de Salamanca. Ya no queda nada m¨¢s que Juan Bravo. El solar del Parque Vergara fue vendido a una inmobiliaria, que construy¨® en ¨¦l un horrible edificio de diez plantas, lo que ha ocasionado un colapso en la circulaci¨®n. El asunto lleg¨® al Tribunal Supremo. La ambici¨®n de unos pocos triunf¨® una vez m¨¢s y la enorme mole de cemento se termin¨® de construir. El solar contiguo, Maldonado-General Pardi?as, que se'adquiri¨® a precio de zona verd¨¦, va tambi¨¦n a edificarse, si Dios no lo remedia., con alturas de hasta nueve pisos, acentu¨¢ndose la congesti¨®n de esta zona. Ser¨¢ interesante record.ar la sentencia que permiti¨® que continuara en pie el edificio Vergara, antes de consentir en esta nueva edificaci¨®n.El edificio del peri¨®dico Madrid, obra arquitect¨®nica que en cualquier capital eurOPea hubiese sido protegido, se derrib¨® ?controladamente? para edificar otro edificio m¨¢s vulgar y apersonal. Y tantos y tantos ejemplos dentro de esta zona, de las m¨¢s contaminadas en un Madrid sobresaturado de gas y falto de.oxigeno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.