Ferrari impuso su ley en el Gran Premio de Brasil
El equipo Ferrari ha logrado en Interlagos un gran triunfo. Carlos Reutemann se erigi¨® en vencedor y Niki Lauda en tercer clasificado. Segundo fue el brit¨¢nico James Hunt. El Gran Premio de Brasil result¨® accidentado. S¨®lo siete coches, como sucediera en Argentina, acabaron la prueba. A los lados de la pista, finalizada la carrera, se encontraban una docena de monoplazas siniestrados. Jochen Mass, en la decimosegunda vuelta, hace un trompo que origina un accidente. Por fortuna, no se produjeron v¨ªctimas.
La primera parte de este Gran Premio ser¨¢ sin duda considerada como una de las buenas carreras de este a?o. Desde el principio, y con un calor sofocante, el grupo de cabeza ha rodado muy fuerte y la lucha se presentaba re?ida, sin que en esos momentos se pudiera aventurar ning¨²n pron¨®stico. En la arrancada, Carlos Pace olvida el reglamento y parte con ligera ven?aja, coloc¨¢ndose primero. Mantiene la posici¨®n seis vueltas mientras lleva detr¨¢s, en las dos primeras, a Reutemann, y en la tercera, a Hunt, que ha pasado al argentino.Jochem Mass, Mario Andretti y Clay Regazzoni, muy pegados, siguen al grupo de cabeza. Depailler, Lafitte y Sheckter pelean detr¨¢s. Entretanto, Larry Perkins e Ian Sheckter quedan fuera de carrera en la primera vuelta. En la vuelta n¨²mero siete, Hunt toma el mando, Pace colisiona con un grupo, pierde el aler¨®n delantero y Reutemann se convierte en segundo y sombra de Hunt. Mass y Andretti los siguen muy de cerca. En la vuelta n¨²mero once, Sheckter explota su motor y Brambilla rompe el radiado?. En la vuelta n¨²mero doce ocurre un espectacular accidente, que quita en parte emoci¨®n a la carrera. Jochem Mass, que en tercera posici¨®n sigue muy fuerte a Reutemann, llega a la frenada del final de la gran recta, y al entrar en la curva, a m¨¢s de 270 kil¨®metros por hora, pierde el control del coche y hace un trompo en el medio de la pista. Andretti, que viene pegado a ¨¦l, consigue pasar, pero Regazzoni y Peterson, por evitarle, tambi¨¦n pierden el control, form¨¢ndose un l¨ªo tremendo. Quedan todos arrumbados a los lados de la pista, aunque no llegan a tocarse.
Con motivo de estas variaciones, Niki Lauda, que est¨¢ en la vuelta n¨²mero doce en decimosegundo lugar, pasa a ocupar la octava posici¨®n. Mario Andretti se coloca tercero y Lafitte, Toni Price, Watson y Depailler ocupan la cuarta, quinta, sexta y s¨¦ptima posici¨®n, respectivamente. Hasta la vuelta n¨²mero veintid¨®s, James Hunt dirige la orquesta, pero Reutemann va materialmente encima. La elecci¨®n de neum¨¢ticos inadecuada y la excesiva ca¨ªda negativa de la suspensi¨®n han producido en el coche del ingl¨¦s el desgaste prematuro de la goma y puede apreciarse c¨®mo pierde terreno vuelta a vuelta. Al fin Reutemann pasa a Hunt, ¨¦ste da una vuelta m¨¢s y para a cambiar neum¨¢ticos. Reutemann saca mucha ventaja. El Ferrari canta perfectamente cuando queda menos de la mitad de la carrera. En la vuelta decimonovena ha desaparecido Andretti; Depailler, en la vigesimotercera, y Tom Price pasa nueve veces en la segunda posici¨®n. Hunt ha vuelto a la pista como alma que lleva el diablo. En la vuelta vigesimosexta ya va tercero, detr¨¢s de Price.
Lauda ha estado ganando posiciones y adelanta a Watson, que abandonar¨ªa en la vuelta n¨²mero treinta. Faltando siete vueltas se establecen las posiciones definitivas de cabeza. James Hunt, en una remontada impresionante, se coloca segundo, sin posibilidades de dar alcance a Reutemann, muy destacado. Niki Lauda se encuentra con una tercera posici¨®n inesperada, despu¨¦s de hacer una mediocre carrera. Emerson Fittipaldi vuelve a puntuar este a?o con un asombroso cuarto puesto. Cuando se abate la bandera y Reutemann gana el quinto Gran Premio de su vida deportiva, hay en los lados de la pista doce coches siniestrados, tres m¨¢s averiados y, al igual que ocurriera en Argentina, s¨®lo siete han llegado a la meta funcionando. De estos siete s¨®lo tres dieron las cuarenta vueltas.
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