El derecho al trabajo

Soy obrero metal¨²rgico riojano. El d¨ªa 1 de diciembre, despu¨¦s de realizar unas pruebas y someterme a un examen sicol¨®gico, fui admitido por comunicaci¨®n escrila para entrar en la plantilla de la factoria que en Fuenmayor (Logro?o) ha instalado la empresa Ib¨¦rica de Electrodom¨¦sticos, SA (Ibelsa-Zanussi). En vista de la admisi¨®n, y previo acuerdo con sus directivos, aplac¨¦ mi incorporaci¨®n al trabajo durante quince d¨ªas con objeto de dar a la empresa para la que ven¨ªa trabajando desde hace diez a?os el preaviso reglamentario. As¨ª lo hice el d¨ªa 2 de diciembre y el d¨ªa 15 ces¨¦ en el trabajo para poder incorporarme a Ibelsa.Sin embargo, esto no ha sido posible. El d¨ªa 16, cuando me person¨¦ en la empresa Ibelsa para formalizar mi integraci¨®n en su plantilla, se me deneg¨® la admisi¨®n por razones socio-pol¨ªticas, que no son otras que la de mi pertenencia a la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT) y al Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE).

Con la conducta de Ibelsa me he quedado sin el puesto de trabajo para el que me hab¨ªan admitido y sin el anterior que desempe?aba en la otra empresa de la que me desped¨ª a causa del contrato con Ibelsa. Jur¨ªdicamente estoy indefenso. No cabe que prospere una acci¨®n por despido.

Sirva esta carta para dejar constancia p¨²blica de mi situaci¨®n, del grave problema que se me ha planteado y de lo que es una actitud que no debiera producirse, por constituir un grave atentado a la libertad sindical.