Oriola

Tres pintores y un ceramista (y urbanista y arquitecto y profesor de arquitectura) es el t¨ªtulo que mejor cuadra al conjunto de esta exposici¨®n. Se trata, en efecto, de los muy conocidos Ponc, Guinovart y Cuixart, y del menos recordado Oriola. Y digo menos recordado, porque su dedicaci¨®n a la cer¨¢mica (y a la pintura) data de los a?os cincuenta, y desde entonces se ha venido produciendo sin pausa, y sin la debida divulgaci¨®n.Me creo que la firma Oriola responde al tercer o cuarto apellido del conocido arquitecto y urbanista Fernando Ram¨®n. Fue ¨¦l, Oriola, uno de los primeros en abrir el fuego del abstraccionismo, cuando a¨²n era estudiante de arquitectura (antes, incluso, de la fundaci¨®n de El Paso). Altern¨® por alg¨²n tiempo la pintura con la cer¨¢mica, para ceder paulatinamente aqu¨¦lla a las exigencias de ¨¦sta.

Arquitectura y urbanismo le llevaron a Londres, sin que aquello entra?ase mengua u obst¨¢culo a sus buenos oficios de ceramista. Perfeccion¨® all¨ª la t¨¦cnica, comenz¨® a trabajar a elevad¨ªsimas ,temperaturas, pr¨¢cticamente inusuales en el campo de la cer¨¢mica, y de all¨ª se trajo el horno en que cuece y cristaliza (duras y brillantes son como el carbunclo) las obras que ahora ofrece a nuestra contemplaci¨®n.

Duras, densas, abocadas a ocupar el espacio y definir el legar como aut¨¦nticas esculturas. Si pocos son los ceramistas capaces de trabajar a las altas temperaturas de que Oriola se vale, menos, los que del barro y el fuego logren extraer estas tan contundentes formas en que la solidez de su volumen respectivo y la morosidad de m¨¢s insignificante de los pormenores las hacen sorpendentes al ojo, amables al tacto y harto afines a la recta noci¨®n de escultura.

Aleccionadora exposici¨®n para los expertos y regalo imprevisto para la mirada del profano, siendo lo curioso del caso que los tres famosos pintores catalanes (reclamo, tal vez, de las atenciones del visitante) se limitan a componer el marco (sin duda que lujoso) en que las cer¨¢micas-esculturales del menos recordado Oriola, brillan, duras y plenas, con destello propio.