D¨ªez del Corral: "Velazquez debe volver al palacio del Retiro"
Entrevista con el nuevo acad¨¦mico de Bellas Artes
?Como las ideas pol¨ªticas tienen tanto que ver con la creaci¨®n art¨ªstica, siempre, al estudiar distintos momentos hist¨®ricos de distintas sociedades y culturas, me las he tenido que explicar contando con el arte respectivo. No se puede entender la Grecia cl¨¢sica como forma de vida sin pensar en la Acr¨®polis, en el Parten¨®n... No se pueden comprender las monarqu¨ªas absolutas sin sus pintores y arquitectos. Por eso, por el inter¨¦s que tengo en estudiar la interrelaci¨®n entre arte y pol¨ªtica, todas las interferencias entre el mundo est¨¦tico y el pol¨ªtico, es por lo que me propusieron, y luego me eligieron, acad¨¦mico de la de Bellas Artes de San Fernando?, declar¨® a EL PAIS el profesor D¨ªez del Corral.Luis D¨ªez del Corral es catedr¨¢tico de Historia de las Ideas Pol¨ªticas, en la facultad de Ciencias Pol¨ªticas de Madrid, y acad¨¦mico de las de la Historia, Morales y Pol¨ªticas. ?Lo cierto es que estoy m¨¢s encajado en estas otras academias de que procedo. Sin embargo, he publicado unos Ensayos sobre Arte y Sociedad, y en todos mis libros sobre el tema de Europa me ha interesado siempre temas como la receptividad de la cultura europea y la contemplaci¨®n y utilizaci¨®n, por todos los pueblos del mundo, de nuestros productos art¨ªsticos y, t¨¦cnicos, del cine y el arte abstracto, porejemplo.?
Sobre su discurso de entrada en la Academia, el se?or D¨ªez del Corral dijo a EL PAIS: ?Me pareci¨® que lo m¨¢s decente era abordar un tema general, en vez de dedicarme a cualquier personaje o artista, dada mi trayectoria en este terreno. Por eso estudi¨¦ un tema fundamental, como es Vel¨¢zquez, desde el trasfondo pol¨ªtico de su ¨¦poca. Y dado que Vel¨¢zquez era no s¨®lo pintor de Corte sino amigo del rey... Hay en mi discurso un a?adirme a la corriente que reivindica a Felipe IV, un rey desprestigiado por inter¨¦s de los Borbones, seguramente. Pienso con,D¨®rn¨ªnauez Ortiz y Alcal¨¢ Zamora y Queipo de Llano, que estuvo m¨¢s ocupado de los negocios p¨²blicos de lo que se piensa, aparte de su trabajo cultural.?
?Por otra parte, es imposible eritender la pintura de Vel¨¢zqu,ez sin enmarcarlo en esa fant¨¢stica colecci¨®n de pintura de Felipe IV, en su amistad con Rubens, en sus viajes a Italia. La formaci¨®n de Vel¨¢zquez no tiene nada de castiza: est¨¢ en el coraz¨®n de Europa, que es donde est¨¢, en ese momento, la corona de Espa?a.? ,
?Y por fin, tampoco pueden entenderse sus pinturas sin conocer la manera de ser de la corona espapola, mucho menos sacralizada que las europeas, que impide las pinturas t¨ªpicamente regias, cargadas de insignias y sefiales, de los conjuntos franceses, Por ejemplo. ? ?Vel¨¢zquez tambi¨¦n pint¨® conjuntos, en los que cada cuadro ten¨ªa una lectura distinta dentro de ese texto pict¨®rico amplio, que ahora est¨¢ roto por su exhibici¨®n en el Prado. Por eso pienso que ser¨ªa un acierto que los cuadros volvieran a la luz, a la ordenaci¨®n, al lugar para el que estaban pensados. Part¨ªcularmente, los de la familia de Felipe IV, y toda su cr¨®nica ¨¦pica, deber¨ªan estar en el Sal¨®n de Reinos del palacio del Retiro, que all¨ª sigue, forma ndo parte de uno de los pocos conjuntos arquitect¨®nicos que siguen vivos en Madrid. La lectura global que se podr¨ªa hacer en el lugar para el que fueron pintados, pondr¨ªa de manifiesto, precisamente, su contenido pol¨ªtico, y hasta elementos t¨¦cnicos, como determinad¨¢s deformaciones de perspectiva, perfecta para el enclave pensado -por ejemplo, esa visi¨®n del caballo del pr¨ªncipe Baltasar Carlos, hecho para ver desde abajo.?
?En suma, tengo que decir que en mi discurso inaugural he aplicado al arte las conclusiones que se expresan en mi ¨²ltimo libro, La monarqu¨ªa hisp¨¢nica en el pensamiento pol¨ªtico europeo. De Maquiavelo a Humboldt publicado por Revista de Occidente.
Europa, una cultura abierta
-?Cu¨¢l es, a su juicio, el fen¨®meno art¨ªstico m¨¢s importante de los tiempos modernos? -Creo que la comprensi¨®n por el europeo de todas las artes no europeas, esa universalizaci¨®n del arte, la consecuci¨®n del museo planetario, de la comprensi¨®n, y disfrute del arte de todos los tiempos y todas las culturas. Y m¨¢s: esa manera de hacer frente a la manera de el arte precolombino, del arte negro, el trasvase a otras culturas de la manera de hacer y del sentimientode disfrute europeo.-
?Desde cu¨¢ndo, este fen¨®meno?
-Pienso que Europa, desde que puede hablarse de Europa, siempre ha sido una cultura abierta y receptiva, en un doble juego de asimilaci¨®n de lo oriental y de afirmaci¨®n de su propio modo de ser. De ah¨ª, de ese juego, ha sacado siempre sus mejores potencias creativas. Y Espa?a, una provincia marginada punto de cruce en esta Europa m¨²ltiple, que tiene que tender a desbordar sus fronteras y cumplir un papel unitario y universal.
Espa?a debe servir a los europeos para tender un puente con los otros. Este problem¨¢tico pa¨ªs puede crearles una conciencia mas abierta hacia lo exterior y mas profunda hacia lo interior.
Respecto al futtiro de Europa, el se?or D¨ªez del Corral dijo a EL PAIS: ?Desgraciadamente, ahora carece de la cohesi¨®n necesaria para ser protagonista planetaria. Vivimos de nuestra herencia y de esa inercia cultural. Hay que romper con las a?oranzas, y seguir en el af¨¢n de estar creando cultura.. Falta una conciencia de unidad europea, que incluso el presidente Mao predicaba a los propios europeos, y que desde Oriente -all¨ª donde se hace abstracci¨®n de las difer encias nacionales- nos ven como una unidad. Y ellos est¨¢n profundamente interesados en que la cultura europea siga viva.?
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.