Keusching en vez de Pesko

Por intervenci¨®n quir¨²rgica del anunciado Zoltan Pesko, se encarg¨® del programa -muy vien¨¦s, por otra parte,- el maestro Peter Keuschnig, bien conocido de la filarmon¨ªa mundial por su trabajo al frente del conjunto Kontrpunkte, de la capital austriaca. Obra de m¨¢ximo inter¨¦s: la audici¨®n de Erwartung, el monodrama de Sch?nberg sobre textos de Marie Pappenheim. El texto expresionista. cuya mediocridad se?ala Pierre Boulez, tiene el inter¨¦s de recoger algo que, por las fechas de su escritura y hasta las de su puesta en pentagramas por Sch?nberg, estaba en el ambiente: el ?sicoan¨¢lisis? y la, interpretaci¨®n de los sue?os, obra de Freud fechada en 1900. Entre 190.5 y 1909 se publican los Casos cl¨ªnicos (Krankengeschichten), que tal apunta Rognoni la Pappenheim deb¨ªa conocer bien en su calidad de doctora y sic¨®loga primaria a la de literata y poetisa.A trav¨¦s de un fluir no interrumpido en el que est¨¢ ausente el concepto de tema y presente una melodicidad distendida, producto directo de la palabra, Sch?nberg, todav¨ªa sin ruptura, se interna en la plenitud del teatro expresionista desde una dial¨¦ctica de la soledad que, para Adorno, adquiere dimensiones de universalidad. Para Paul Bekker, Erwartung (La espera, siempre que le a?adamos una significaci¨®n de inquieta expectaci¨®n) es ?un ensayo cr¨ªtico escrito no con palabras y conceptos, sino con sonidos?, de extraordinaria penetraci¨®n. Si, se quiere, estamos en el ¨²ltimo cap¨ªtulo del romanticismo, on¨ªricamente introspectivo, como lo estamos al considerar que, de alg¨²n modo, Sch?nber recoge la herencia wagneriana. De ah¨ª que, en tanto Eisler pudo motejar al compositor de ?reaccionario? cuando la obra se estrena, Boulez encuentre en este Sch?nberg, creador y reformador sin gran ruptura, mayor nervio que en el de la etapa serial.

Colette Lorand, la protag¨®nista en esta ocasi¨®n, posee tanto estatura art¨ªstica como. f¨ªsica. La be lleza de su timbre y la riqueza de su expresi¨®n p¨²sieron los Pentagramas de Sch¨®n,berg a un rojo, tan, vivo como el de su vestido. Keuschnig llev¨® la part¨ªtura: con el dominio que proporciona el conocimiento profundo. Los resultados fueron hermosos, y la reacci¨®n del auditorio, entusiasta.

Despu¨¦s de una traducci¨®n muy a la vienesa -clara, mesurada, graciosa- de la Sinfon¨ªa Linz, el pianista canario Guillermo Gonz¨¢lez (Tenerife 1945) expuso el noveno concierto del mismo Mozatt con dominio y claridad que le valieron largas ovaciones, as¨ª como a la orquesta y a su director invitado.