La URSS negocia, por primera vez, con el Mercado Com¨²n en bloque

Por vez primera en la historia, Mosc¨² acepta negociar, a nivel ministerial, con dirigentes de las Comunidades Europeas. Los problemas pesqueros, surgidos a ra¨ªz de la ampliaci¨®n de las aguas de pesca comunitarias a doscientas millas, dan pie a un primer encuentro URSS-CEE, que puede tener implicaciones positivas para las futuras negociaciones comerciales entre los dos bloques econ¨®micos europeos: el Mercado Com¨²n y el Comecon.

Los sovi¨¦ticos hacen prueba de realismo pol¨ªtico y, presionados por asuntos econ¨®micos, en este caso la pesca, vienen a Bruselas a discutir con la CEE.Mosc¨² se?ala que la negociaci¨®n pesquera se celebra con los representates del pa¨ªs que ejerce actualmente la presidencia de la CEE, pero a nadie escapa que, a nivel de expertos, los sovi¨¦ticos deber¨¢n tratar con miembros de la comisi¨®n de las Comunidades Europeas. Reconocer o no el valor jur¨ªdico de la comisi¨®n europea ha sido, hasta el presente, la piedra angular que ha frenado las posibilidades de un acuerdo comercial CEE-Comecon.

Se sabe que Finn Olav Gundelanch, vicepresidente de la comisi¨®n europea, estar¨¢ presente en las conversaciones pesqueras, que delimitar¨¢n el n¨²mero de barcos sovi¨¦ticos autorizados a faenar en aguas comunitarias de las doscientas millas. Los sovi¨¦ticos estar¨¢n representados por su ministro de Pesca, Ichkov, y la CEE, por David Owen, ministro del Foreign Office para asuntos europeos y presidente en funciones del Consejo de la CEE.

Si sovi¨¦ticos y comunitarios logran un compromiso en el sector de la pesca, el clima facilitar¨¢ las negociaciones comerciales entre la CEE y los pa¨ªses del Comecon. Las diferencias actuales en tal punto radican en que Mosc¨² no acepta que la comisi¨®n europea pueda negociar, en nombre de los nueve de la CEE, con cada uno de los pa¨ªses del Este.

Las negociaciones se convocaron como respuesta a las demandas presentadas por la Comunidad Europea ante las autoridades sovi¨¦ticas en el sentido de llegar a un acuerdo para que los buques pesqueros de ambas partes pudiesen faenar dentro de las doscientas millas de cada zona de pesca. De todas formas, un acuerdo a la larga no tiene relaci¨®n con la propuesta varias veces repetida por las Comunidades de permitir a un n¨²mero limitado de barcos sovi¨¦ticos pescar en su zona durante los dos pr¨®ximos meses.