La deportaci¨®n de Agee y Hosenball divide al laborismo brit¨¢nico
La deportaci¨®n de los norteamericanos Agee y Hosenball ha extra?ado a los laboristas y ha enfrentado a una parte considerable del Parlamento con el Gobierno de James Callaghan. La principal cr¨ªtica que se le hace al ministro del Interior Merlyn Rees, que ha ratificado las ¨®rdenes de expulsi¨®n, es que con su acci¨®n ha pasado por encima de las pr¨¢cticas normales de la justicia brit¨¢nica, que tiene elementos suficientes como para decidir si una persona es o no un peligro para la seguridad p¨²blica.
Para expulsar a los dos norteamericanos, el Gobierno laborista ha usado una legislaci¨®n promulgada por los conservadores en 1971. En virtud de esa norma, la Administraci¨®n no tiene que recurrir a los tribunales para ordenar que un extranjero abandone este pa¨ªs.
Agee, ex agente de la CIA, y Hosenball, periodista, van a ser expulsados del Reino Unido despu¨¦s de las reuniones de un comit¨¦ independiente. cuyas deliberaciones son secretas. Lo que tanto Hosenball y Agee como los diputados laboristas que ayer firmaron una moci¨®n de censura contra el Gobierno sobre este asunto quer¨ªan, era que la causa contra ambos norteamericanos se hubiera llevado adelante en un juzgado, de manera abierta.
Para el Gobierno la situaci¨®n es grave porque los ochenta diputados laboristas que quieren ver aprobada una moci¨®n de censura contra quien ha firmado la doble deportaci¨®n amenazan con enfrentarse a la Administraci¨®n en el futuro si no se aclara lo que el Gobierno teme de Agee y Hosenball.
Formalmente, los dos est¨¢n acusados de atentar contra la seguridad del Estado y de poner en peligro la vida de quienes sirven a ese Estado. Si el asunto es tan grave, estiman los laboristas que firman la moci¨®n, no hab¨ªa raz¨®n alguna para mantener en secreto las responsabilidades de ambos deportados.
Incluso un portavoz cl¨¢sico del pensamiento conservador, el Daily Telegraph, ha llamado la atenci¨®n sobre el procedimiento secreto seguido para expulsar a los norteamericanos. En un editorial, el peri¨®dico previene a los diputados ?tories? contra su aceptaci¨®n t¨¢cita de lo que ha decidido el Gobierno. En general, la impresi¨®n que se recoge en la prensa inglesa es que los instrumentos legales que existen en el pa¨ªs son m¨¢s convincentes que los usados por el Gobierno laborista para alejara Agee y Hosenball del Reino Unido.
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