Las vallas no le sentaron bien al Atl¨¦tico
La Liga de cualquier temporada, cuando entra en su ¨²ltimo tercio, se juega tanto en el partido que se ve en directo como en los que se oyen por la radio. El domingo en el Manzanares, donde adem¨¢s hab¨ªa una novedad absoluta con relaci¨®n a campa?as pasadas, las flamantes vallas bajo la lluvia, los transistores parec¨ªan obligados. Entre ellos y el marcador simult¨¢neo se completaba el ambiente de un partido con l¨ªder flamante en el terreno de juego y un enemigo siempre temible enfrente, el Espa?ol, al que la posible prima barcelonista pod¨ªa empujar a¨²n m¨¢s.Sea como fuere, los comienzos atl¨¦ticos no pudieron resultar mejores. Tras unos pocos minutos de tanteo un remate de cabeza de Rub¨¦n Cano a saque de falta de Leal, sali¨® junto al poste derecho de Pern¨¢ndez. Poco despu¨¦s del cuarto de hora de partido la clase de Pereira -por algo era el domingo de carnaval- culmin¨® en gol irremisiblemente. El Espa?ol jugaba con precauciones, pero dejaba maniobrar al contrario. Al menos a un Atl¨¦tico de Madrid con ideas y rapidez, ¨¦n el que s¨®lo desentonaba Heredia, sustituto a ¨²ltima hora de Robi y que pareci¨® en todo momento la pieza floja del engranaje. Robi, en el esquema rojiblanco s¨ª sabe ya qu¨¦ hacer y Heredia, como esos profesionales que no se preparan para seguir al d¨ªa en su. trabajo, es ya un hombre desbordado para el equipo pese a sus cualidades.
El cuadro de Luis actual ha llegado a tener peso espec¨ªfico en todas sus l¨ªneas simplemente porque ha encontrado sus hombres-claye Naturalmente descontamos al portero, , pues Reina, afianzado en los ¨²ltimos partidos, tuvo en Pacheco el sustituto de los malos d¨ªas El de la ¨²nica ocasi¨®n decisiva v fallada.
Casi huelga decir que Pereira e el Atl¨¦tico de hoy como un soporte fundamental e imprescindible a un edificio. Al margen de sus exhibiciones particulares da una tranquilidad tener a un jugador as¨ª de hombre libre, que cualquiera puede dedicarse a jugar a partir de la defensa sin problemas de entidad En el medio campo, el perseverante Alberto, un jugador muchas veces olvidado y casi a punto de ser traspasado, se ha convertido en eje importante de la maquinaria atl¨¦tica. Junto a ¨¦l, no ser¨ªa justo olvidarlo, la labor de Leal alcanza tambi¨¦n muchos enteros. Y delante, aunque Rub¨¦n Cano se ha adaptado y la sorpresa Bermejo se concreta partido a partido, aparece un Ayala plet¨®rico de fuerzas y velocidad, que se ha convertido sin ninguna duda en una de las mejores inversiones ?extranjeras? hechas por el f¨²tbol espa?ol en la ¨²ltima hornada. Aunque el domingo fall¨® en demas¨ªa al final, con lo que quiz¨¢ ech¨® a perder por precipitaci¨®n las posibilidades de un triunf¨®, es justo reconocer que resulta imprescindible. Para marcarle, es una idea, hace falta ser un Haro... con sprint, que ya es decir.
Pues bien, aunque parezca mentira y el Atl¨¦tico tuviese once ocasiones con grandes posibilidades de gol por s¨®lo tres del Espa?ol, incluidas en las primeras dos remates de cabeza al poite de Ayala y Rub¨¦n Cano, el equipo de Santamar¨ªa se llev¨® un valioso punto del Manzanares. ?Por qu¨¦? Ya ha quedado dicho que dej¨® maniobrar al Atl¨¦tico, pero porque as! maniobra ¨¦l. Con esa delantera y centro de campo flotantes, en las que se integran Mara?¨®n y Jerem¨ªas por un lado y Cuesta con Solsona y Osorio por el otro, siempre supo buscar la ocasi¨®n pues ofreci¨® bastante m¨¢s peligro que el aparente a primera vista, Cuando todo el mundo estaba contento con el juego atl¨¦tico y adem¨¢s los dos goles bilba¨ªnos en Barcelona pon¨ªan la tarde redonda, lleg¨® el rapid¨ªsimo izquierdazo de Mara?¨®n. Continuaba as¨ª su racha de goles providenciales y se lo recordaba tambi¨¦n a Kubala para que la pr¨®xima vez se acuerde de ¨¦l no s¨®lo en el banquillo.
Es curioso, pero en el partido del domingo, al Atl¨¦tico se le debe censurar algo que cuenta tambi¨¦n a la hora de aspirar a un t¨ªtulo: el tratar de ganar con concesiones a la galer¨ªa. El equipo rojiblarico gan¨® ampliamente por puntos al Espa?ol. Pero en f¨²tbol s¨®lo cuentan los KO de los goles y los blanquiazules, que demostraron con creces el buen puesto que ocupan en la tabla por bastantes detalles de calidad supieron golpear, esquivar y encajar lo justo para un combate nulo ante un enemigo superior, pero m¨¢s preciosista que pr¨¢ctico. Ese parece ser el Atl¨¦tico de casa. El de fuera, no tanto. Ah¨ª precisamente deber¨¢ estar su esperanza el s¨¢bado pr¨®ximo ante el Barcelona.
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