Tom Pryce, accidentado y muerto

Es en la vuelta veintitr¨¦s, Renzo Zorzi para su Shadow enfrente de los boxes por el exterior de la pista. Se inicia un peque?o fuego en el motor; Zorzi salta del coche y da unos pasos, se para y corre hacia el coche otra vez. De un puesto de comisarios salen corriendo y atraviesan la pista dos. Uno llega al otro lado, el otro no lo consigue por poco y Tom Pryce, que viene lanzado en la recta con el otro Shadow, le golpea, y le lanza por los aires caus¨¢ndole la muerte en el acto.Desde ese momento hasta que Pryce se estrella contra el muro de hormig¨®n que hay al final de la recta, transcurren veinticinco segundos. Si no lo hubi¨¦ramos visto, el relato no podr¨ªa creerse. Todo ocurre justo delante de las grandes tribunas abarrotadas de p¨²blico que est¨¢n delante de los boxes. En la violencia del golpe, el pesado extintor del comisario golpea la cabeza de Pryce arranc¨¢ndole e casco que sale por el aire junto con un mont¨®n de trozos de fibra del carenado del coche: el monoplaza contin¨²a recto, acelerado a fondo, en quinta. Jacques Lafitte, que viene detr¨¢s, lo adelanta, ignorante de lo que est¨¢ ocurriendo. Cuando los dos llegan a la curva del final de recta, a quinientos metros del lugar del accidente, el franc¨¦s reduce y frena en la se?al de cien metros para trazar la curva; el Shadow que se ha mantenido milagrosamente derecho en la pista mientras el pie sin vida de Pryce lo sigue acelerando, embiste por detr¨¢s con fuerza al coche de Lafitte y ambos golpean el muro de hormig¨®n; el Matra de lado, y a menor velocidad, el del infortunado Pryce de frente y acelerando. Estoy en esa curva desde la que se domina la recta. El golpe es seco y terrible. Piezas de los dos coches caen sobre los que estamos all¨ª, a doce metros, que es el ancho del circuito. Lafitte salta del coche ileso; los bomberos y las asistencias no ueden sacar a Tom Pryce. Lo que veo cuando los camilleros cru zan a nuestro lado ofrece pocas dudas. El Gran Premio de Sur¨¢frica se ha llevado para siempre al gentil Tom Pryce.

La carrera

Niki Lauda ha vuelto a recordar sus grandes y aparentemente f¨¢ciles victorias de antes de su grave accidente de N¨¹rburgring. James Hunt, que arranc¨® muy bien y mand¨® en las primeras vueltas, tuvo que ceder, primero ante el recuperado Lauda y despu¨¦s ante Scheckter, que ante su p¨²blico ha hecho una gran carrera con el Wolf-Ford. Faltando menos de un tercio del recorrido, tambi¨¦n Depailler ha pasado a Hunt alz¨¢ndose Tyrrell con el tercer puesto y los primeros cuatro puntos del campeonato. De los veintitr¨¦s coches que tomaron la salida, quince terminaron Ferrari ha obtenido su segunda gran victoria y Sheckter se coloca provisionalmente primero seguido de Lauda en el Campeonato Mundial.