Algo m¨¢s que un pan y un mel¨®n

Los subalternos tuvieron ayer una asamblea que fue ejemplar sobre todo por la uni¨®n que demostraron. Otros estamentos del toreo, principalmente el que forman los matadores de toros, debieran aprender de esa uni¨®n. Hubo esp¨ªritu de clase, s¨ª, lo que no es malo, porque clase constituyen y los primeros en record¨¢rselo son aquellos que presumen de superiores niveles y como tales ejercen.Estaban los subalternos de acuerdo en que el conflicto que plantearon debi¨® suponerles me jores resultados. ?Simplemente nos han dado un pan y un mel¨®n? -coment¨® Curro Alvarez- Un pan y un mel¨®n: casi como nada. Pero lo importante est¨¢ -ya lo dec¨ªamos d¨ªas atr¨¢s- en la experiencia vivida, en la gimnasia de una negociaci¨®n dura, e hist¨®rica, porque es la primera que todo un estamento profesional en bloque plantea desde los tiempos del C¨²chares y a¨²n m¨¢s all¨¢.

Al pesimismo y cierta amargura que sigui¨® al acuerdo, por lo que aqu¨¦l pudo suponer de frustraci¨®n les ha sucedido el optimismo que procura la fuerza; fuerza que da la unidad. ?Saben una cosa los subalternos? Ansiamos cambiar el tema volver a la esencia misma de nuestra funci¨®n, que es la cr¨ªtica, y hablar de toros, toreros y toreo, por lo que en la plaza ocurra; y poder dedicar no unas frases sino cr¨®nicas enteras a la brega a una mano, a la colocaci¨®n impecable en el ruedo, a los pares de banderillas de poder a poder, al quiebro, por los terrenos de dentro, al cesgo, seg¨²n la inspiraci¨®n del torero dicte y las condiciones que el toro exija.

Ser¨¢ extraordinario que al esp¨ªritu de clase, demostrado, unan los subalternos la calidad torera, en ciertos casos a¨²n por demostrar. Merecer¨¢n entonces, m¨¢s que nunca, la multiplicaci¨®n de los panes y los melones.