La mayor¨ªa francesa ataca unida a la coalici¨®n de izquierdas

A tres d¨ªas vista de la primera vuelta de las elecciones municipales francesas, las querellas entre las dos tendencias de la mayor¨ªa gubernamental (la chiraquista y la giscardiana), que han dominado la campa?a electoral, parecen menos ¨¢speras. Los portavoces de la mayor¨ªa apuntan ahora contra la oposici¨®n de izquierdas. El ministro del Interior, Michel Poniatowski, afirm¨® anteanoche que si ganase la izquierda el puesto de alcalde de Par¨ªs lo ocupar¨ªa un comunista.El ministro record¨® a los franceses el caso de Roma, ?en donde, los robos, los secuestros y la violencia han aumentado desde que es alcalde un comunista?. El secretario general del PCF, Georges Marchais, le respondi¨® inmediatamente para calificar de ?calumniosos? los prop¨®sitos del ministro del Interior. Contrabando los deseos de la derecha, la radicalizaci¨®n pol¨ªtica de la campa?a ha sido total. El ejemplo de Par¨ªs influy¨® en ello. El hecho de que estas municipales se hayan configurado como un test de las legislativas y el que estas ¨²ltimas ofrezcan alguna posibilidad de victoria a la Uni¨®n de Izquierda, tambi¨¦n determinaron el car¨¢cter pol¨ªtico de la campana.

El elemento inesperado fue la aparici¨®n en tromba de los candidatos ecologistas, a quienes se les apellida verdes. Los 1.200 pretendientes a consejeros municipales, repartidos con preferencia en las grandes urbes, constituyen ?a interrogaci¨®n m¨¢s inquietante para las formaciones pol¨ªticas tradicionales. Muy particularmente en Par¨ªs, y otras ciudades igualmente, los verdes pueden decidir la elecci¨®n de los alcaldes. Su voto, en la segunda vuelta (el 20 del mes en curso), seg¨²n les vaya a los candidatos de la mayor¨ªa, o a los de la oposici¨®n de izquierdas, podr¨¢ trastocar muchos pron¨®sticos. La ecolog¨ªa, coinc¨ªden todos los politic¨®logos, es un nuevo factor electoral que ha sorprendido a los partidos tradicionales, al menos con la fuerza que se ha manifestado en estas municipales. El candidato ecologista a la presidencia de la Rep¨²blica en 1974, Rene Dumont, con sus 300.000 votos y pico solamente, no hab¨ªa prefigurado esta ?marea verde? que, de momento, se pretende ?apol¨ªtica? y, Por ello, irrita y alimenta el desconcierto de los partidos ante el escrutinio. Ayer ya se adelantaron algunas cifras sobre el coste elevado de la campa?a de Par¨ªs, consecuencia, sin duda, del encarnizamiento entre las dos tendencias de la mayor¨ªa gubernamental. El candidato gaullista, Jacques Chirac, y el giscardiano, Michel d'Ornano, devoraron quince millones de francos (m¨¢s de doscientos millones de pesetas). La Uni¨®n de la Izquierda (comunistas, socialistas y radicales de izquierdas), gastaron en Par¨ªs 1.300.000 francos.