La Federaci¨®n Social Independiente
Una de las consecuencias del estado predemocr¨¢tico y fluido en que se encuentra la pol¨ªtica espa?ola y el pa¨ªs en general es la libertad de prensa y de los periodistas.Me apresuro a decir que esta libertad de prensa es algo absolutamente necesario y requisito previo sine qua non a la democracia, pero la prensa, como todos los dem¨¢s grupos y estamentos del pa¨ªs, est¨¢ intentando encontrar su camino, su equilibrio, su real influencia en la nueva situaci¨®n.
Dicho esto, hay que hacer constar una propensi¨®n, y no s¨®lo por parte de los periodistas, a interpretar ciertas cosas no como exactamente son, sino como uno se figura que deben o pueden ser. Naturalmente se est¨¢ en su derecho, pero las amables p¨¢ginas de la prensa pueden y deben, a su vez, recoger las oportunas puntualizaciones clarificadoras.
Viene todo ello a cuento porque una de las grandes inc¨®gnitas de los ¨²ltimos meses es la intervenci¨®n o no del Gobierno en las ya cercanas batallas electorales con la creaci¨®n de un partido o un grupo de partidos, o bien el apoyo discreto a alguna combinaci¨®n pol¨ªtica.
Hace unos d¨ªas se habl¨® de la creaci¨®n de un partido institucional en donde entrar¨ªa pr¨¢cticamente todo el espectro pol¨ªtico que va desde la Alianza Popular, hasta el PSOE. Las condiciones de las personalidades e ideolog¨ªas que se quer¨ªa amalgamar no parec¨ªan obst¨¢culo mayor para los observadores que lanzaban el rumor.
En las ¨²ltimas 48 horas, y no como rumor, sino como realidad, ha aparecido esta ?Federaci¨®n Social Independiente?, que por boca de su portavoz se ha definido como ?no ser un partido de la oposici¨®n, ni tampoco del Gobierno?.
La aparici¨®n de este grupo ha suscitado los comentarios m¨¢s contrarios y las interpretaciones m¨¢s caprichosas.
Desde quien piensa que se trata de un partido del Gobierno y que el Gobierno tiene el derecho y el deber de crear su propio partido, hasta los que opinan que se trata de un ?raro invento?, ?astro, sat¨¦lite o nebulosa?, se extiende la amplia gama de las interpretaciones y de las informaciones. La realidad, como casi siempre pasa en estos casos, es mucho m¨¢s sencilla: una serie de personas, ciudadanos espa?oles mayores de edad y con tanto derecho como cualquier otro grupo de los infinitos creadores de partidos, se reunieron el d¨ªa 2 de marzo en un hotel madrile?o y acordaron crear la ?Federaci¨®n Social Independiente?, se lleg¨® a un acuerdo, se aprobaron los estatutos e incluso se perfil¨® un programa, formando una Junta Provisional de Gobierno.
Al d¨ªa siguiente, 3 de marzo, en el Palacio de Exposiciones y Congresos, el Grupo Parlamentario Independiente, en una larga reuni¨®n, acord¨® que esta ?Federaci¨®n Social Independiente? era .el resultado de las propias ideas del GPI y suscribi¨® los documentos base de la misma FSI.
Sobre la significaci¨®n de los creadores de esta nueva organizaci¨®n mucho se ha especulado con excesivamente imaginativas versiones.
1.? No se trata de un partido del Gobierno porque, entre otras cosas, en el Gobierno hay elementos ligados a otros grupos pol¨ªticos, como UDE y Partido Popular.
2.? Sus creadores se autodefinen como de centro izquierda.
Creo que en un pa¨ªs donde la mayor y mejor parte de las energ¨ªas se gastan en zaherir y descalificar a los concurrentes, m¨¢s que en autodefinirse y propugnar programas constructivos; en donde, de momento, debemos creernos todos a todos bajo palabra de honor; en donde se ha pasado de una etapa no democr¨¢tica a otra democr¨¢tica, sin que la inmensa mayor¨ªa tengamos experiencia del ejercicio de las libertades y sin que se sepa lo que cada cual pueda dar de s¨ª por sus hechos; en donde hay que admitir que Falange. Espa?ola, Alianza Popular, el Partido Popular, el PSOE o el PCE, por s¨®lo citar unos cuantos partidos ya existentes, quieren la democracia en Espa?a y respetan las libertades, las elecciones y las minor¨ªas, los or ganizadores de la ?Federaci¨®n Social Independiente? esperan que, por lo menos, se les abra el mismo cr¨¦dito que ellos abren a los dem¨¢s partidos y personali dades pol¨ªticas espa?olas.
3.? Quiz¨¢s la novedad m¨¢s importante que aporta esta Federaci¨®n Social Independiente en el com¨²n de las declaraciones pol¨ªticas espa?olas es la de no declaraci¨®n de partido de la oposici¨®n. En efecto, si como la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos espa?oles parece estar de acuerdo, y de hecho demostr¨® con su ?s¨ª? masivo al refer¨¦ndum y con el prestigio de que goza el presidente Su¨¢rez, el Gobierno de ¨¦ste lo est¨¢ haciendo bien, el Gobierno Su¨¢rez est¨¢ llevando con buen pulso el pa¨ªs hacia la democracia y pacta y negocia con los partidos de la derecha y la izquierda, creemos que tambi¨¦n tiene derecho a que determinadas fuerzas pol¨ªticas le declaren su apoyo y acepten su l¨ªnea general procurando impulsarlo en la v¨ªa de la futura y pr¨®xima democracia espa?ola.
4.? El partido que se crea no tiene especial vinculaci¨®n a grupos como los del se?or Garc¨ªa L¨®pez y los socialistas del se?or Murillo.
Si se autodefine como de centro izquierda o socialdem¨®crata, es evidente que no puede encontrarse muy distante de la ideolog¨ªa de los dos partidos antes citados, pero tampoco de los capitaneados por los se?ores Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Cantarero o Lasuen.
Podr¨¢ pactar con todos o algunos de estos grupos o con ninguno de ellos, o con los centro-dem¨®cratas, pero la FSI nace realmente independiente de compromisos con todos los grupos socialdem¨®cratas.
5.? S¨ª es cierto que la Federaci¨®n naciente entiende que la dial¨¦ctica franquismo-antifranquismo est¨¢ superada. Esto por razones obvias. La dial¨¦ctica actual ser¨ªa, en todo caso, la de dem¨®cratas y antidem¨®cratas, y el grupo que nace se declara absolutamente respetuoso y partidario de la democracia en Espa?a.
6.? El grupo que nace cree que con una infraestructura ideol¨®gica liberal, con un respeto a la democracia y con un deseo de transformaci¨®n igualitaria de la realidad social a trav¨¦s de los instrumentos que tiene el Poder, se hace en Europa Occidental lo que com¨²nmente se llama social-democracia, y por ello no se encuentra distante de la filosof¨ªa inspiradora de la social-democracia sueca o del SPD, por citar alg¨²n ejemplo.
7.? No creemos en una ?democracia controlada? y nos espeluzna el experimento pol¨ªtico del profesor Caetano.
8.? En ning¨²n caso queremos disgregar, sino unir, y, desde luego, no pensamos dar ni pedir patente democr¨¢tica, por la sencilla raz¨®n de que no creemos que haya una divinidad tutelar de las Espa?a provista del sello infalible que determine qui¨¦nes son democr¨¢ticos y qui¨¦nes no. Eso, las elecciones, la realidad y la pr¨¢ctica lo determinar¨¢n.
9.? Simplemente, una serie de ciudadanos espa?oles firmemente convencidos de que hay otros muchos espa?oles en este pa¨ªs que no se encuentran en ninguna de las siglas pol¨ªticas en uso, constituyen esta Federaci¨®n, que, atendiendo especialmente a las provincias, en donde en la pr¨¢ctica se decidir¨¢ el futuro Parlamento y la futura Constituci¨®n, quieren apelar a estos espa?oles de ideas comunes a intervenir en la vida pol¨ªtica espa?ola.
Con toda honestidad e independientemente de que el Gobierno les bendiga o el Gobierno juegue su papel pol¨ªtico como le parezca oportuno.
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