Lockheed: los ex ministros italianos Gui y Tanassi ser¨¢n procesados
Los ex ministros de, Defensa, el democristiano Luigi Gu¨ª y el socialdem¨®crata Mario Tanassi, ser¨¢n procesados por el Tribunal de Garant¨ªas Constitucionales, acusados de soborno. As¨ª lo decidi¨® ayer el Parlamento italiano.
Votaron por el procesamiento de Gui, 487 parlamentarios, y en contra, 451. En cuanto a Tanassi, los votos fueron 513 y 425, respectivamente. Con Gui y Tanassi ser¨¢n enjuiciados tambi¨¦n nueve funcionarios que han servido de intermediarios en el esc¨¢ndalo Loockheed. De 1969 a 1972, la empresa norteamericana habr¨ªa pagado 1.680.000 d¨®lares para que las fuerzas a¨¦reas italianas compraran catorce aviones H¨¦rcules C-130 de transporte.Para acusar a Gui y Tanassi era necesaria una mayor¨ªa, absoluta de 477 votos, sobre un total de 952 miembros del Parlamento italiano. El sector que ha decidido procesar a los ex ministros de defensa est¨¢ compuesto de 319 parlamentarios comunistas, 88 socialistas, diecinueve republicanos, veintis¨¦is independientes de izquierda, siete liberales, seis demoproletarios, cuatro radicales y veintitr¨¦s del Movimiento Social Italiano: 492 votos en total. Frente a los 513 votos condenatorios para Tanassi, hay que contar, en el case de Gui, con veintis¨¦is votos menos de la Democracia Nacional, partidaria de declararlo inocente.
Vanos han sido los esfuerzos de los dos grandes defensores de los principales acusados, el ex presidente de la Rep¨²blica, Giuseppe Saragat (por Tanassi) y el presidente del Partido Democristiano, Aldo Moro (por Gui). Moro pronunci¨® un discurso duro, defendiendo m¨¢s la moralidad en la funci¨®n pol¨ªtica de su partido que la inocencia y habilidad personales de Gui y Tanassi.
El veredicto parlamentario de ayer tarde tranquiliza a una opini¨®n p¨²blica que pide justicia, pero lacera, sin duda alguna, los precarios equilibrios entre los partidos que sostienen al Gobierno Andreotti. Predomina en los medios pol¨ªticos la tesis de que en las pr¨®ximas semanas se tendr¨¢ que aclarar este embrollo pol¨ªtico, lo que muy bien puede desembocar en una crisis o en elecciones anticipadas. En realidad, Moro ha defendido la funci¨®n, pol¨ªtica de su partido, recordando que es todav¨ªa el partido de mayor¨ªa relativa y que quien quiera exponerlo al p¨²blico ludibrio tiene que contar con la opini¨®n p¨²blica, que todav¨ªa le da su consenso. Moro defendi¨®, sobre todo, la dignidad de la Democracia Cristiana, exigiendo que se reconozca a ¨¦sta el haber sido, durante treinta a?os, el partido que ha defendido la libertad, respetando siempre la de los dem¨¢s.
Las reacciones de la izquierda al discurso de Moro han sido muy duras: a los socialistas les ha irritado, sobre todo, la postura compacta e ¨ªntegra que a la hora de la verdad casi siempre suele asumir la Democracia Cristiana. En cuanto a los comunistas, la postura r¨ªgida de Moro no facilita la estrategia de ?compromiso hist¨®rico? de Berlinguer, dando argumentos a quienes piensan que con la DC no se puede tratar. Quienes de Moro esperaban el tono sordo y somnoliento acostumbrado, han adinerado esta vez su nueva garra y, en especial, seg¨²n los liberales, la defensa que ha hecho de la ?democracia libre?, frente a la creciente presi¨®n del Partido Comunista. Apelando a la opini¨®n p¨²blica, es evidente que Moro, en su discurso, habla impl¨ªcitamente de elecciones anticipadas, pronunciando un no, tanto al ?compromiso hist¨®rico? de Berlinguer, como al ?Gobierno de emergencia? que quieren los socialistas, y al ?acuerdo de programa?, en que insisten, los republicanos. Los radicales insisten, por su parte, en que la comisi¨®n inquisidora parlamentar¨ªa siga indagando sobre la presunta corrupci¨®n del presidente de la Rep¨²blica, Giovanni Leone. Aun que la presidencia haya emitido un comunicado instando a que se efect¨²e la encuesta, ?para garantizar, sobre todo, la dignidad de las instituciones republicanas?, en los medios pol¨ªticos se hace notar que no es tolerable la permanencia de Leone en la suprema magistratura mientras, al mismo tiempo, se indaga sobre su moralidad.
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