Los yanquis

Los yanquis han iniciado una ofensiva moral sobre el mundo, una campa?a de moralidad patrocinada por Carter. S¨¢lvese quien pueda Los ni?os y las mujeres primero. Cuando a los yanquis les entra la furia moral, la ira santa, la c¨®lera de Dios, se inventan la silla el¨¦ctrica, la caza de brujas, la bomba de napalm, la doctrina Monroe, la guerra de Corea o una central nuclear. No es por nada, pero yo a los yanquis los prefiero en plan multinacional. Cuando se ponen a evangelizar el mundo, siempre hay que lamentar desgracias personales.Para empezar por sus enemigos ¨ªntimos, los yanquis han reflido, usi poco a Flibochet- y a Vi

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q¨¹¨¦-inv¨®n.taron eflos, como la luz el¨¦ctrica,,. el Circo-A M-ericano y el chicle. A los espa?olo.iinos-han-dadeun cinco en libertad. 0 sea que,, s,eg¨²n el citado y cult¨² informe, somosun pa¨ªs casi Iffire. El casi supone que cuando tengamos-m¨¢s centrales nucleares, m¨¢s bases, m¨¢s multinacionales y m¨¢s Almusafes, ya seremos libres del todo.

-A los americanos, les g"ta que los pa¨ªses,

': los, amencanos-, dice el

sean libres a pesar de abrecoches, que estos d¨ªas lee a Bergam¨ªn y se le nota.Los americanos, ya digo, siempre est¨¢n inventando cosas. Todo lo han ¨ªnventado,¨¦llos, realmente, desde el- pararrayos hasta el pre.;_ dente K-ennedy y una vez inventaron la liberta& y ahora se han- sacado, una ofensiva moral, que eso ya puede ser de irse a vivir al refu0o antiat¨®mico. Claro que al mismo tiempo que la ofensiva moral, los yanquis se han sacado el swinging, que ei-el -cruce de parejas matrimonial, al adulterio doble y a la viceversa, una cosa entre cachonda y matem¨¢tica que explica muy bien Joseph Sorrentino, un juego de sociedad que han patrocinado muy delicadamente- las, grandes revistasiMSA.. '

Me lo dijo Henry Miller cuando estuvimos pasando unos d¨ªas tranquilos en Clicy:-?Usted es lo que se dice un swinger?Me qued¨¦ consternado y quieto ante el maestro., No, yo m¨¢s bien no soy lo que se dice un swinger, yo no acostumbro a cruzar a mi se?ora con ejemplares de mejor raza, como si fuese un San Bernardo. Se lo dec¨ªa un americano a, otro americano, en un pub de la Costa Fleming, despu¨¦s que se hab¨ªan intercambiado las espo.sas, con motivo de un vago cumplea?os:-Y pensar que hemos pasado tanto tiempo intercambi¨¢ndonos solamente regalos...

,-Castillo-Puche, cuando viv¨ªa el ruido y la furia del Paralelo 40, escribi¨® buenas cosas sobre todo esto. Ahora'dicen los eternos descontentos que Estados Unidos, en ~iena furia moral, ha decidido que lo que a Espa?a le conviene esSu¨¢rez o Fraga. De ninguna manera dejar el Gobierno en las manos plebeyas de don P¨ªo Cabanillas, ni siquiera en la *S aristocr¨¢ticas manos de Areilza.

-?Y la Oposici¨®n?- dice el parado.

-Nunca m¨¢s se supo.Claro que es una opini¨®n, s¨®lo una opini¨®n, nada m¨¢s,que- iina opini¨®n. Estados Unidos se han permitido opinar que lo bueno ser¨ªa Su¨¢rez o Fraga. L o contrario. supondr¨ªa la desestabilizaci¨®n del Mediterr¨¢neo, la guerra de la pepsi, la chispa de la vida, y una ofensiva moral que puede dejarnos a todos fritos en napalin, cual ni?os vietnamitas.

Ya digo digo que yo con los americanos, en plan multinacional, o sea la export-import, lo. que quieran. A buenas lo que quieran. Pero como les d¨¦ el pronto, o sea la ofensiva morai, aqu¨ª muere hasta el pianista,^como en el saloon, Y encima nos perdemos el swinging, que es una gozada.'