Las arbitrariedades de RTVE

No s¨¦ si ser¨¢ preferible adoptar una actitud de desde?osa indiferencia ante los ataques que, de vez en cuando, RTVE infringe a los televidentes bajo la forma de una absoluta falta de respeto o si por el contrario ser¨¢ mejor optar por la v¨ªa de la indignaci¨®n.Recuerdo que hace tres a?os los medios de difusi¨®n recogieron, criticaron y satirizaron la peregrina noticia de que Beethoven hab¨ªa sido prohibido en la Rep¨²blica Popular de China, pues las autoridades hab¨ªan considerado que el contenido de su m¨²sica ten¨ªa elementos de ?burguesa decadencia?. Bien. Considero justificado cualquier tipo de choteo o chascarrillo que se lleve a cabo sobre aseveraciones de esta ¨ªndole.

Hace d¨ªas, RTVE nos priv¨® de la voz y la presencia de Soledad Bravo. La explicaci¨®n que se nos dio fue la de que ?dado el contenido improcedente de las canciones ... ?, etc¨¦tera. Es obvio: se trata de un nuevo atentado a la cultura, al arte, al elemental derecho de poder expresarse.

Espa?a est¨¢ en plena evoluci¨®n, en pleno cambio hacia un sistema socioecon¨®mico y cultural, y pol¨ªtico m¨¢s justo y equitativo. Sospecho -y aqu¨ª personalizo m¨¢s la cuesti¨®n-, que, dado el innegable proceso evolutivo de nuestro pa¨ªs, hoy me hubiera sido posible publicar cierta, entrevista que mantuve hace exactamente un a?o con Crist¨®bal Halffter. Por aquel entonces se me plantearon serias objeciones. Finalmente, dicho trabajo qued¨® in¨¦dito y resolv¨ª abandonar mi secci¨®n de cr¨ªtica musical en aquella recalcitrante publicaci¨®n.

Hoy lo que me mueve a escribir esta carta es formalmente distinto de lo que hace un a?o me oblig¨® a plantearme serios problemas. No obstante, creo que existe una clara relaci¨®n que se deslinda en dos aspectos b¨¢sicos: en primer lugar, la ausencia de una verdadera libertad de expresi¨®n (ausencia que afecta a buen n¨²mero de manifestaciones art¨ªsticas y culturales) y, en segundo lugar, la flagrante falta de respeto profesional por parte de ciertos medios de difusi¨®n.