"La postura moral de Arrabal es ins¨®lita"
Entrevista con el profesor de teatro Angel Berenguer
Angel Berenguer es especialista en el teatro de Arrabal y, en general, del teatro contempor¨¢neo espa?ol. Sobre Arrabal, no s¨®lo acaba de publicar en Francia -en la prestigiosa colecci¨®n 10-18- un texto absolutamente exhaustivo, sino que, y ya para editoriales espa?olas, dirige la serie Arrabal de Planeta -proyecto de publicaci¨®n de su obra completa-, y tiene a punto, para estos d¨ªasl la edici¨®n cr¨ªtica de varios textos en la Editorial C¨¢tedra.
Profesor de espa?ol en Albany, Nueva York, dio antes clases de literatura en la Sorbona. Hombre de confianza de Fernando Arrabal, pasa estos d¨ªas entre Madrid y Barcelona, entre estreno de Gr¨¹ber-Marsillach y estreno de Corral de Comedias, con conferencias -prohibidas- en la Universidad de Madrid, y seguramente permitidas en Bellaterra. El puede aclarar cosas, sobre todo este esc¨¢ndalo en torno al autor espa?ol m¨¢s conocido en el mundo, que es Arrabal. Por eso, EL PAIS entrevist¨® a Angel Berenguer.-Fernando Arrabal ha tomado una de las pocas posturas morales que se dan en este pa¨ªs. El dijo que mientras quede un preso pol¨ªtico, no volver¨¢. Y aunque tiene muchos intereses aqu¨ª, con dos estrenos, uno de ellos contro vertido, y dem¨¢s, no viene. Las vacilaciones aparentes, incluido el anuncio de su viaje, se deb¨ªan, ¨²nicamente, a que el anuncio de la amnist¨ªa, y los plazos que se pod¨ªan esperar, parec¨ªan hacer posible su vuelta. Pero hasta que todo est¨¦ claro creo poder decir que Arrabal no pondr¨¢ un pie en Espa?a. Aunque a nivel econ¨®mico esta,postura suya pueda perjudicarle, y aunque, indudablemente, Fernando quiere volver.
-Arrabal acaba de hacer unas declaraciones a un diario catal¨¢n, en torno al montaje de El Arquitecto y el Emperador de Asiria, en las que lo desautoriza.
-Creo que tiene raz¨®n. Yo he visto el montaje de El Arquitecto... y tambi¨¦n conozco otros, el de Lavelly, por ejemplo. Creo que lo que han hecho Gr¨¹ber y Marsillach es un buen espect¨¢culo, y que, como tal, funciona. Pero que no tiene nada que ver con la obra de Arrabal. En sus manos, se han perdido, no s¨®lo matices importantes, toda el aura po¨¦tica que contiene el texto, y que ten¨ªa. que estar en la escena. Es que, adem¨¢s, se han obviado muchas dificultades indudables, cortando la obra desmesuradamente y, sobre todo, con ese cambio en la escena final, que da otro sentido al texto. Yo creo que este montaje libre de Gr¨¹ber y Marsillach ha tratado a Arrabal como a un cl¨¢sico, y esto estar¨ªa bien si no se tratara de un autor censurado e in¨¦dito en su propio pa¨ªs. En este caso, la manipulaci¨®n no se puede mantener, aunque, si se dijera que se trata de una versi¨®n de Arrabal, quedar¨ªa m¨¢s ajustado. En cuanto a Fernando, creo que est¨¢ dispuesto a pararla, considera todo esto como un mal sue?o.
-?Y el Cementerio?
-Arrabal conoce y aprueba ese montaje, desde su gestaci¨®n. Claro que eso no garantiza que funcione, pero s¨ª su identidad.
-?Para el especialista que es usted, qui¨¦n es Arrabal?
-Algo muy distinto de lo que El titular cambiado dicen ciertos cr¨ªticos incompetentes. Por ejemplo, no es un irracional: hace un perfecto an¨¢lisis de la destrucci¨®n del ser humano, que puede dinamitar muchas cosas, algunas supuestamente progresistas. Adem¨¢s, su ¨¦xito se debe, precisamente, a su trabajo: yo preguntar¨ªa al se?or Hormig¨®n, por ejemplo, si no es trabajo a los 45 a?os tener en la calle 37 obras teatrales.
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