Comprender el pasado
Costa Gavras es un famoso director, de origen griego, que ha hecho toda su carrera en el cine franc¨¦s, y del que los espa?oles s¨®lo hemos podido ver, hasta ahora, su primera obra, Compartiment tueurs, de 1965, y la ¨²ltima. En medio, una trayectoria mod¨¦lica, en la que destac¨¢n algunos rotundos ¨¦xitos, como Z y La confesi¨®n, que, es de esperar, se irriporten a gran velocidad, ya que no s¨®lo de pornograf¨ªa vive el hombre, y unas cuantas reflexiones f¨ªlmicas podr¨ªan contribuir a hacernos m¨¢s llevadero este tr¨¢nsito de la predemocracia hasta la normalidad.Mientras la mayor parte de los profesionales del cine, en cualquier pa¨ªs, se ven obligados a aceptar encargos para sobrevivir y son muy pocos los que pueden permitirse el lujo de exigir -al cabo de bastantes a?os de ¨¦xito y con todas las circunstancias favorables- unas cuantas condiciones, e incluso imponer sus deseos personales, saltando de un g¨¦nero a otro a comp¨¢s de los caprichos.de la producci¨®n, Costa Gavras, a partir de Z, ha obtenido la independencia suficiente para realizar sus propios proyectos, siempre dentro de lo que llamar¨ªamos cine pol¨ªtico.
Section sp¨¦ciale
Gui¨®n escrito por Jorge Sempr¨²n y Costa Gavras, seg¨²n la obra del mismo t¨ªtulo de Herv¨¦ Vill¨¨re. Direcci¨®n: Costa Gavras, Int¨¦rpretes: Jacques Perrin, Michael Lonsdale, Jacques Spisse. Estreno, en V. O., Palace.
Esta etiqueta es, sobre todo, una denominaci¨®n simplificadora que utilizamos por su comodidad, y para entendernos, pero ser¨ªa muy simple reducir el cine de este autor a esta coletilla ¨²nica. La reflexi¨®n pol¨ªtica en sus pel¨ªculas s e mueve a niveles muy distintos: desde la minuciosa cr¨®nica period¨ªstica sobre los terrorismos fascistas a la aplicaci¨®n cient¨ªfica de la represi¨®n en el curso del comunismo internacional -fen¨®meno bautizado para siempre como estalinismo- pasando por la indagaci¨®n en el pasado hist¨®rico pr¨®ximo, como en Secci¨®n especial.
El com¨²n denominador de esta trayectoria es, efectivarnente, el examen de problemas, actitudes e ideolog¨ªas netamente pol¨ªticas, pero no un cine militante o partidista. Costa Gavras puede ser considerado un hombre de izquierdas que esamina en sus pel¨ªculas diversos problemas, considerados en su entorno sociopol¨ªtico general. El Ebro de Herv¨¦ Vill¨¨re, de gran ¨¦xito en Francia, es una investigaci¨®n minuciosa sobre un c¨¦lebre hecho jur¨ªdico: la creaci¨®n de una secci¨®n especial en el Tribunal Supremo franc¨¦s, para condenar a muerte a unos miembros de la resistencia, seg¨²n las ¨®rdenes del ej¨¦rcito nazi de ocupaci¨®n, como represalia por la ejecuc¨ª¨®n o asesinato -depende del punto de vista- de un oficial alem¨¢n por j¨®venes comunistas.
Costas Gavras y Sempr¨²n han adaptado con bastante fidelidad el libro, de acuerdo con una intenci¨®n b¨¢sica: mostrar la complicidad y bajeza del r¨¦gimen de Vichy ante las imposiciones de las tropas de Hitler, y la absoluta dependencia del Gobierno de entonces que le llev¨® hasta el extremo de inventar se una jurisdicci¨®n especial -con magistrados complacientes y colaboradores- capaces de dar una apariencia de dignidad jur¨ªdica a lo que era, sin lugar a dudas, un chantaje pol¨ªtico. La historia f¨ªlmica es laboriosa y densa -discutible a niveles puramente expresivos-, pero posee la fuerza que emana de los hechos hist¨®ricos aut¨¦nticos. El cine puede servir para divertir y tambi¨¦n, como en este caso, para despertar las memorias dormidas y volver a comprender el pasado en sus dimensiones exactas. Secci¨®n especial no es una obra maestra, pero s¨ª un filme serio, responsable y valioso.
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