Estreno mundial de "Credo", de Luis de Pablo
Termin¨® la serie D¨ªas de M¨²sica Contempor¨¢nea de RNE con la brillant¨ªsima intervenci¨®n del Divertimiento Ensemble, de Mil¨¢n, formado por diez instrumentistas de viento de primera categor¨ªa, conjuntados desde un criterio t¨¦cnico-est¨¦tico tan justo como exigente, por Sandro Gorli.Casi en su totalidad dedicado a compositores de Italia, el programa inclu¨ªa un estreno mundial de Luis de Pablo cuyo Credo se impuso como la obra m¨¢s atractiva y consistente de las escuchadas a los m¨²sicos milaneses. Credo alude a un repertorio de creencias est¨¦ticas sentidas por el m¨²sico espa?ol con extraordinaria flexibilidad y poderosa imaginaci¨®n. Por suerte para ¨¦l, y para todos, los credos de Luis nunca equivalen a dogmas sino, m¨¢s bien, a estilos de pensar. Me importa sobremanera el pensiero de De Pablo en esta amplia y atractiva partitura pues est¨¢ hecho de rigor, poes¨ªa y hasta buen humor, lo que no excluye -ni ten¨ªa por qu¨¦ un talante esencialmente barroco si entendemos el t¨¦rmino desde un punto de vista m¨ªnimamente d'orsiano. Incluso yo dir¨ªa que la indudable raza del Credo le viene dada, sobre todo, por esa sustancialidad barroca a la que el gusto espa?ol suele inclinarse. Basta recordar la Iberia de Alb¨¦niz, incomprensible si no se piensa en barroco espa?ol. En el fondo, por extra?o que a muchos pueda parecer lo que digo, Credo tiene algo que ver, desde otros supuestos y contextos, con el genio albeniciano.
Sala F¨¦nix
Ensemble de Milano. Director: S. Gorli. Obras de Anzaghi, Sciarrino, Gorli, Manzoni, Corghi y De Pablo.
La vivacidad de la textura, la calculada disposici¨®n de las alturas hasta crear aut¨¦nticas perspectivas sonoras, la precisi¨®n de los giros, la ambientaci¨®n de esos ?trinos? insistentemente atacados por acordes, las estupendas sucesiones de estos, la excelencia de un continuo hecho de instantaneidades o estructuras breves, pero perfectamente ensambladas, pues todo nace de lo anterior y prefigura lo siguiente, la imaginaci¨®n color¨ªstica, cuasi pict¨®rica, con que los timbres est¨¢n tratados haciendo uso desenfadado de las largas posibilidades de cada instrumento, grupo de ellos o tutti. La libertad, en suma, de un arte de gran vitalidad comunicativa, capaz de asumir cualquier posibilidad expresiva, hacen de Credo una p¨¢gina fascinante. La versi¨®n del Ensemble de Milano fue tan segura y suelta como pueda serlo un Vivaldi en manos de I Musici, I Virtuosi di Roma o el conjunto de Venencia.
Nos record¨® a las lejanas Cesuras de De Pablo. Alena de Davide Anzaghi en su discurso alternativo de sonidos y silencios; atrajo profundamente desde su sintetismo casi descriptivo Di Zefiro e Pan de Salvatore Sciarrino. Sandro Gorli, director del conjunto, evidenci¨® su sensibilidad y su saber en una Serenata a la manera de un Petrassi m¨¢s sensual y afectivo. Dentro de un juego virtuoso de sonoridades y a trav¨¦s de una muy rica oposici¨®n de contrastes de todo g¨¦nero, se mueve la bien arquitecturada obra de Gia- como Manzoni titulada Percorso a Otto. En fin, Actus I sirve a Azio C¨®rghi, para un discurso muy planificado en que se suceden, claramente diferenciados, diversos episodios. Estructural, el primer trozo; po¨¦tico y extenso en su elemental melodismo, el segundo; de investigaci¨®n t¨ªmbrica, el tercero; vivac¨ªsimo el cuarto; para desembocar en una alternancia de tensiones y relajaciones (ag¨®gicas y din¨¢micas) de gran efecto que agotar¨¢n las posibilidades fehomenol¨®gicas de la densidad sonora puesta en movimiento en el final pian¨ªsimo. Como en toda la serie, Tom¨¢s Marco puso el comentario necesario a cada obra y recalc¨® con precisi¨®n de concepto la significaci¨®n de los distintos autores. Se buscaba para los ?D¨ªas? algo que se ha conseguido: utilidad. Ninguna mejor que la de estar informado.
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